‘Que llueva, que llueva la Virgen de la Cueva’: una expresión de Altura que se ha hecho universal
Conoce la historia centenaria que ha conquistado la sección del tiempo de Brasero
¿Quién no ha cantado ‘Que llueva, que llueva la Virgen de la Cueva’? Se trata de una de las canciones infantiles más populares pero, ¿sabemos su origen?
Cuenta la tradición que esta popular canción tiene su origen en el Santuario de la Cueva Santa de Altura, a pocos kilómetros de Segorbe. A la Cueva Santa, a la Blanca Paloma, se dirigieron los agricultores de la zona hacer rogativas a la Virgen ante la sequía general que sufría la Comunitat Valenciana en 1726, poniendo en peligro las cosechas.
Según las crónicas de la época, se trasladó a la Virgen y los labradores de pueblos de alrededor diciendo: “no plourà fins que no inca la palometa", como se la conocía cariñosamente a la Virgen de la Cueva Santa.
La historia cuenta que el 27 de febrero, tras dirigirse a la Virgen de la Cueva Santa, amaneció lloviendo y nevando. Y así continuaría una semana después, cuando todos los huertos de la Comunitat Valenciana se llenaron.
No en vano, la Virgen de la Cueva Santa es la patrona de los espeleólogos y del agua.
Su historia se cuela en la televisión nacional
Roberto Brasero, el conocido hombre del tiempo de Antena 3, ha sacado en su sección esta conocida historia, con la intervención de Juan Manuel Gallent, rector del Santuario de la Cueva Santa.
Así, Brasero ha aprovechado esta curiosa canción que si bien es conocida por todos, su historia no es tan popular.
¿Dónde está el Santuario de la Cueva Santa?
El Santuario de Nuestra Señora de la Cueva Santa está situado a 811 metros sobre el nivel del mar, a 12 kilómetros de Altura y se ha convertido en un lugar de culto y peregrinación desde tiempos ancestrales, sobre todo desde lo ocurrido en 1502.
Desde la aparición, se cambió el nombre a la cueva que antes se llamaba la cueva del Latonero, se erigió la capilla y con el paso del tiempo se acabó transformando en el actual Santuario.
En esta cueva, los pastores y sus ganados se refugiaban durante las largas noches.
Desde 1502 a la Santa imagen, un bajo relieve de yeso de 20 centímetros de alto por 10 de ancho, se le atribuyen infinidad de acciones milagrosas que más tarde abarcaremos.
Cabe recordar que la imagen y el relicario fueron robadas en diciembre de 2011. Doce años después, nada se sabe de la Blanca Paloma.
