El estado anímico de las personas mayores de Castellón es bastante bueno pero la calidad de vida no es tan favorable
El estudio sobre el bienestar psicológico de las personas mayores y la soledad no deseada realizado por la Diputación de Castellón con el Laboratorio Servicios Sociales Benicarló-Vinaròs y el Instituto Interuniversitario de Desarrollo Local de la Universitat Jaume I ha mostrado que el estado anímico de las personas mayores en la provincia es bastante bueno, que valoran positivamente la satisfacción con la vida, pero que la percepción de la calidad de vida no es tan favorable.
El presidente de la Diputación castellonense, José Martí, y la vicepresidenta y diputada de Bienestar Social, Patricia Puerta, han presentado los resultados del estudio acompañados por la investigadora Raquel Agost Felip y el investigador Daniel Pinazo Calatayud, directores del informe. Las conclusiones también han mostrado que las personas mayores realizan diariamente algún tipo de actividad de carácter social o ejercicio físico y aunque experimentan un leve sentimiento de soledad, no llegan a sentirse solas y su estado depresivo se sitúa en niveles mínimos.
El objetivo del informe es servir de orientación para la planificación y gestión del sistema público de servicios sociales con el propósito de progresar en la atención y dar respuesta a las necesidades de la gente mayor, especialmente, de quien vive sola. El presidente de la Diputación, José Martí, ha indicado que el informe «tiene que ser y será nuestra guía para mejorar la atención a las personas mayores que lo necesitan, porque las personas, como seres humanos, tienen la necesidad de integrarse y participar en la vida social y las instituciones tenemos que velar para que sea así».
Por grupos de edad, entre los 55-59 años la satisfacción con la vida es peor, hay sentimiento de soledad y un mayor estado depresivo. Entre los 60-64 años hay un mayor sentimiento de soledad no deseada que se relaciona con sentimientos de miedo, tristeza, angustia e indefensión. Entre los 65-75 años hay un perfil de actividad alto y perciben satisfacción y calidad de vida. Hay que aumentar la intervención comunitaria porque crece la soledad no deseada, especialmente entre las mujeres. En el caso de los mayores de 75 años, se ha constatado una mayor autoimagen de persona sola.
Las diferencias entre sexos se manifiestan en que las mujeres tienen una peor percepción de la calidad de vida debido al rol de cuidadoras, aunque se aprecia un cambio generacional positivo hacia la autonomía de las mujeres. Tienen una sensación de estar menos acompañadas pero suelen realizar actividades diarias de relación social y con una participación comunitaria más activa. En el caso de los hombres presentan un mayor estado depresivo si viven solos en poblaciones menores a los 10.000 habitantes y realizan actividades sociales diarias en la franja entre 55-59 años.
En opinión del equipo investigador, existe una población de riesgo que se encuentra en la franja de edad de la jubilación (antes de ella e inmediatamente después). Por eso recomiendan que los programas se diseñan de acuerdo con los perfiles demográficos (edad, sexo, en torno rural o urbano) y se preste especial atención a las personas entre 55-65 años porque hay poca oferta para esta franja. Además, recuerdan la necesidad de fomentar una equidad territorial y social para superar las limitaciones de movilidad y económicas para acceder a recursos sanitarios, sociales o culturales.
El equipo investigador ha aplicado una metodología cuantitativa y cualitativa. Por un lado, ha revisado las fuentes bibliográficas sobre conceptos como el envejecimiento activo y saludable; la calidad de vida y la satisfacción con la vida; la percepción de la soledad, el estado emocional en la soledad no deseada y ha realizado una encuesta a 384 personas entre 55-90 años (269 en poblaciones de más de 10.000 habitantes y 115 en poblaciones de menos de esta cifra). Por otra, se ha centrado en la realización de grupos de discusión y entrevistas personales para el aspecto cualitativo.
Raquel Agost es coordinadora del grupo Social Innova - Innovación Social y Desarrollo Humano/IIDL, que desarrolla investigaciones sobre la cohesión social, la calidad de vida y el conocimiento de los servicios sociales. Daniel Pinazo es doctor en Psicología Social y miembro del Grupo de Investigación de Desarrollo Social y Paz, experto en técnicas de meditación y mindfulness.