La diócesis de Segorbe-Castellón celebra la festividad de la Virgen de la Cueva Santa
El obispo de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente, ha presidido la eucaristía en el Santuario el día de la festividad de la patrona de la diócesis
El Santuario de la Virgen de la Cueva Santa, en la localidad de Altura, ha acogido esta mañana la misa presidida por el obispo de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente, con motivo de la festividad de la patrona de la diócesis.
Hasta el Santuario situado en Altura se han acercado decenas de fieles para celebrar la festividad de la Blanca Paloma, una eucaristía que ha contado como es tradición con el coro de la catedral de Segorbe, que dirige David Montolío.
Sacerdotes y seminaristas de los seminarios de Segorbe y de Castellón se han acercado hasta el Santuario para participar en la misa que da inicio al curso diocesano y, a pesar de haberse celebrado en horario laboral, también se han desplazado hasta allí fieles de diferentes puntos de la diócesis.
Tras la proclamación de la Palabra, el Obispo ha animado a los presentes a seguir siendo «signo presente de la presencia amorosa de Dios en este mundo». D. Casimiro ha concedido gran parte del protagonismo de la homilía a la Madre de Dios, cuyo ejemplo de humildad, nos lleva al encuentro con el Señor.
Además, se ha referido al objetivo pastoral del nuevo curso, que arrancará oficialmente el próximo 21 de septiembre, que tendrá como denominador común el acompañamiento «para avivar nuestra fe y seguir creciendo a nivel personal y comunitario, acogiendo la palabra y la gracias a través de los Sacramentos». Tal y como ha resaltado D. Casimiro, la razón del acompañamiento es «para crecer como cristianos, para ir percibiendo cuál es el sueño de Dios para cada uno de nosotros y cuál es el camino para cumplir ese sueño».
El Santuario, que está abierto de martes a domingo, recibe cada semana visitas de fieles que acuden a realizar sus peticiones a la Virgen de la Cueva Santa o dar gracias.
Trece años sin la talla y sin el relicario
Cabe recordar que en mayo de 2011 el Santuario sufrió un robo y desaparecieron la talla de la Virgen de la Cueva Santa y el relicario. Aquel suceso fue un duro golpe para toda la diócesis. La reja y la puerta principal fueron forzadas y trece años después la venerada imagen sigue sin aparecer.