Carlos J. Fernández Rodríguez destaca la violencia y el poder disciplinador ejercido sobre la ciudadanía en la crisis con el discurso del sacrificio
La décima edición del ciclo de conferencias «La democracia hoy», que en esta ocasión tiene como tema central repensar la política en tiempos turbulentos, se ha iniciado con la conferencia del profesor Carlos Jesús Fernández Rodríguez del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid, quien ha reflexionado sobre la crisis y el sacrificio como mecanismos disciplinarios.
En su intervención, Fernández Rodríguez ha afirmado que la crisis desencadena una violencia económica y social en la que las víctimas no son los agentes económicos sino la ciudadanía. Así, ha señalado que se producen desigualdades y relaciones de dominación porque no todos sufren la crisis por igual, algunos incluso se benefician, y los responsables de las decisiones económicas no son castigados mientras que los sectores sociales más vulnerables pierden su calidad de vida. En este sentido, ha explicado que esta situación se produce porque el discurso que se promueve es que hay que «hacer sacrificios y recortar derechos para aplacar a los mercados» y el resultado de las decisiones económicas y el castigo desaparecen del discurso volviéndose en una estrategia de refuerzo del poder económico.
«Los poderes financieros ejercen de disciplinantes sociales con una presión extraordinaria sobre los que están bajo la deuda y el crédito. Es un discurso que construye un orden social vinculado al fenómeno de la deuda y así se vuelve a formas de dominación social», ha apuntado. En esta línea, ha añadido que ante esta situación el Estado se aleja de sus funciones y ya no resuelve los problemas de la ciudadanía, sino que actúa de policía y ejerce una violencia real y simbólica dado que la resolución del problema pasa por la asunción de sacrificio por parte de la ciudadanía.
«En lugar de poner el foco en las plazas financieras que han tenido importancia en la generación de la crisis se busca una culpabilización que acaba sufriendo la ciudadanía a través de recortes, subida de tasas, etc. Se da poder a las élites para tomar esas medidas drásticas y se genera un discurso de máxima ansiedad en la población en el que solo podemos aceptar y asumir la lógica del sacrificio», ha afirmado Fernández Rodríguez. Así, ha explicado que se genera una culpabilización en la que el problema de la crisis ha sido de la sociedad española en general porque ha vivido por encima de sus posibilidades y, por este motivo, «hace falta que cada uno se ponga en su lugar».
«La crisis ha tenido un impacto sobre el consumo pero realmente no ha servido para cuestionar los modelos de consumo sino para tratar de recoger el discurso de ponernos en el lugar subordinado que nos corresponde y disciplinarnos», ha concluido.