El Ayuntamiento de Sant Jordi reforzará con drones la vigilancia en el campo para evitar los robos de algarrobas
Iván Sánchez Cifre: “La seguridad es algo fundamental para garantizar la calidad de vida y rentabilizar las explotaciones”
El Gobierno y la Diputación se han negado a facilitar y financiar la presencia de guardias rurales en los pueblos del interior
El Ayuntamiento de Sant Jordi ya ha reforzado las medidas de seguridad para tratar de evitar los robos de algarrobas que tradicionalmente se producen en toda la comarca cuando llega la temporada de recolección. Se trata de un producto que ha multiplicado su valor los últimos años, por lo que además de buscar la coordinación con otros ayuntamientos, el alcalde del municipio ha encargado que se especialice al guardia rural del pueblo en videovigilancia aérea y se compre un dron para mejorar las tareas vigilancia en todo el término municipal.
Iván Sánchez Cifre, alcalde de Sant Jordi, ha explicado que “vamos a poner a disposición de todos nuestros agricultores y ganaderos el guardia rural de Sant Jordi, en coordinación con la Policía Local de Cálig y la Policía Local de Vinaròs. Además, el guardia rural de Sant Jordi va a recibir un curso especializado para que pueda realizar tareas de vigilancia mediante drones, motivo por el cual el Ayuntamiento va a adquirir un dron que permita realizar estas labores de seguridad con mayor eficacia desde puntos estratégicos del término municipal”.
Estas medidas tienen como objetivo reforzar la seguridad y la vigilancia en los campos que están en producción en el municipio para evitar los robos masivos que se suelen producir todos los años en los entornos rurales. El alcalde, Iván Sánchez Cifre, ha tomado esta decisión después de tener una reunión en la Junta de Seguridad de Vinaròs ayer mismo, donde han buscado fórmulas de coordinación con la Guardia Civil y la Policía Local de Vinaròs para evitar robos, especialmente de algarroba ahora que está en fase de recolección y es cuando más valor tiene.
Iván Sánchez Cifre, alcalde de Sant Jordi, ha asegurado que “la seguridad es algo fundamental para garantizar la calidad de vida en cualquier pueblo y rentabilizar las explotaciones agrícolas de nuestros vecinos. Lo que sucede, además, es que Sant Jordi es un municipio con una producción muy importante de algarrobas, que ha adquirido un gran valor los últimos años debido a las múltiples posibilidades que ofrece tanto en el mundo de la alimentación como de la cosmética. Estamos en desventaja porque solemos tener explotaciones agrícolas muy diseminadas y con las fuerzas de seguridad a más distancia que en las poblaciones costeras”.
No obstante, en esta lucha para garantizar la seguridad y evitar robos masivos en los campos, el equipo de Gobierno está solo a nivel institucional, ya que la Diputación de Castellón ha votado en contra de la propuesta de los pueblos pequeños de tener ayudas para reforzar la vigilancia con más guardias rurales.
Iván Sánchez Cifre ha incidido en que “es lamentable que el equipo de Gobierno de la Diputación, que dirigen el PSOE y Compromís, hayan votado en contra de nuestra propuesta de ayudas para contratar guardias rurales que eviten los robos en el campo ahora que las producciones están maduras y son más valiosas. Tanto el Gobierno de España, a través de la Subdelegación, como el provincial, están dando la espalda al progreso y a que los trabajadores de los pueblos pequeños del interior puedan ganarse la vida dignamente aquí a pesar de que se llenan la boca con su apoyo a la lucha contra la despoblación. La consolidación de las familias y los emprendedores en los pueblos rurales pasa por que adoptemos medidas efectivas que ayuden a mejorar la calidad de vida, como es la de contratar seguridad para evitar los robos de las cosechas en el campo”.
Una medida pionera impulsada el año pasado
Hay que recordar que el refuerzo el año pasado de la vigilancia por parte del Ayuntamiento de Sant Jordi permitió que hubiese muchos menos robos de algarrobas en los campos del municipio. El alcalde tomó esta decisión tras reunirse con representantes del Consejo Agrario de Sant Jordi, el grupo ROCA de la Guardia Civil y de la Sociedad de Cazadores para colaborar entre todos para controlar mejor el territorio y prevenir los robos.
También ha buscado sinergias con el Ayuntamiento de Vinaròs, además de ofrecer su máxima colaboración a los representantes de la Guardia Civil, que también están haciendo un esfuerzo especial para evitar pérdidas económicas a los productores de algarrobas del pueblo, un cultivo que en los últimos años ha ganado en valor al subir los precios en el mercado nacional.
El guarda rural está plenamente dedicado a la vigilancia
Hay que recordar que el alcalde de Sant Jordi ya decidió el año pasado intensificar el trabajo de vigilancia en todo el término municipal para ayudar a evitar los robos de algarrobas en las fincas del pueblo. De hecho, el alcalde, Iván Sánchez Cifre, ya puso entonces a disposición todo el horario del guarda rural para que lo dedicase a las labores de vigilancia.
Ya desde hace dos años, el Ayuntamiento de Sant Jordi está colaborando intensamente para combatir el aumento que se ha producido de robos de algarrobas a los productores del municipio. En colaboración con la Sociedad de Cazadores y junto con el guarda rural, se pudieron hacer muchas incautaciones de este producto, que ya desde el año 2020 se disparó de precio por la crisis y la falta de producción ante el aumento de la demanda.
Iván Sánchez Cifre ha explicado que “estamos haciendo un trabajo conjunto para tratar de minimizar el perjuicio económico que están sufriendo los productores. Hemos puesto a disposición de los vecinos todos los medios de los que disponemos para tratar de evitar que se produzcan más robos y localizar a los ladrones”.
El precio se ha multiplicado los últimos años
Hay que tener en cuenta que ahora hay más robos de cosechas de algarroba debido al incremento del precio que el kilo de este fruto seco viene experimentando en los últimos años. Un valor en alza que hace que estos robos sean más graves para algunos vecinos, que ven en la cosecha un desahogo económico.
La algarroba ha multiplicado por cuatro el precio respecto a hace apenas unos pocos años, por lo que incluso se han agotado los plantones en los viveros al calor de una demanda inusual en la que influyen diversos factores, principalmente el incremento de la demanda. Este aumento de la demanda de algarroba por parte de la industria alimentaria y cosmética está detrás de un aumento de precios que coincide, además, con un año en el que la oferta de otros países productores ha descendido de forma notable.