La UJI analiza en un encuentro la importancia establecer alianzas internacionales con perspectiva de género para mejorar la sociedad
La Cátedra de Cooperación y Desarrollo Sostenible de la Universitat Jaume I ha celebrado el encuentro online «Alianzas internacionales desde la perspectiva de género: Redes Globales de Sororidad» con el objetivo de crear un espacio de debate facilitador del establecimiento de alianzas entre redes de mujeres.
En la inauguración, Enric Roig Arranz, subdirector general de Implementación y Seguimiento de la Agenda 2030 de la Conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática, ha puesto de manifiesto cómo la pandemia ha supuesto un retroceso en las condiciones de vida de mujeres y niñas y la importancia de establecer redes y alianzas desde la sororidad para colaborar y construir un mundo más igualitario, equilibrado y sostenible. Por su parte, Elsa González Esteban, directora de la Cátedra y vicerrectora de Responsabilidad Social, Políticas Inclusivas e Igualdad, ha agradecido a la Generalitat Valenciana todo el apoyo que brinda a la universidad y a todas las personas que se han incorporado de distintas partes del mundo a este espacio de encuentro global para escuchar y compartir experiencias.
La directora de la Cátedra ha reflexionado sobre las alianzas que las mujeres ya han sabido tejer y cómo esa sororidad se puede aplicar a otras alianzas y redes de solidaridad global para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible. Así, ha señalado la importancia de «conocernos, reconocernos y crear lazos de confianza que nos permitan actuar de manera conjunta para mejorar la sociedad».
En el encuentro, se ha celebrado una mesa redonda titulada «Realidades regionales desde la perspectiva de género y redes de sororidad», moderada por Embarka Hamoudi, técnica de la Oficina de Cooperación al Desarrollo y Solidaridad de la UJI.
Melene Rossouw, directora de Women Lead Movement y miembro de la Red de Liderazgo de Mujeres Africanas, ha destacado entre las problemáticas que afectan a las mujeres africanas la violencia de género, los feminicidios, las normas sociales y estereotipos, ciertas prácticas culturales, la falta de acceso a la educación y a la salud sexual y reproductiva, la desigualdad económica y la limitada participación de mujeres en la vida política y pública.
Por su parte, Marcela de la Peña Valdivia, coordinadora europea en Bélgica de la Marcha Mundial de Mujeres bajo el lema «resistimos para vivir, marchamos para transformar», ha incidido en la importancia de visibilizar la violencia económica que sufren las mujeres y ha puesto de relieve los problemas de acceso a derechos de salud que deberían ser democráticos y la migración afectada por las medidas políticas conservadoras. Además, ha destacado el papel de las políticas a la hora de proveer de fondos y recursos y cómo dichas políticas no tienen en cuenta la importancia de los cuidados que se ven sustentados por las mujeres.
A continuación, Melania Canales Poma, presidenta de la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas (ONAMIAP), ha puesto de relieve el despojo del conocimiento, ciencia y tecnología, autonomía y libre determinación que llevan sufriendo como pueblos indígenas durante siglos y la lucha que mantienen por fortalecer su identidad cultural. Así mismo, ha destacado que a la violencia patriarcal que viven las mujeres indígenas se une la violencia racista y clasista. En esta línea, ha señalado la dificultad de las mujeres para acceder a los espacios de representación, debido al mantenimiento de los privilegios y el control económico de unos pocos que sustentan su posición en base a la esclavitud y explotación de los recursos naturales y también de las mujeres.
Posteriormente, Cheija Abdalahe, miembro del equipo directivo de la Escuela de Género Saharaui, ha remarcado que la mujer saharaui es cada vez más consciente de la necesidad de luchar por su derecho a la igualdad desde la interseccionalidad de ser mujer, árabe y musulmana. Así, ha expuesto las dificultades que presentan relacionadas con la emancipación, las interpretaciones patriarcales del libro sagrado, la independencia económica y la violencia. «El cuerpo de la mujer se utiliza como campo de batalla, una situación especialmente evidente en el caso de las activistas», ha afirmado.
Al finalizar la mesa redonda, se ha iniciado un debate y turno abierto de preguntas que ha potenciado la reflexión y que ha puesto de manifiesto que, pese a que las problemáticas a las que se enfrentan las mujeres alrededor del mundo pueden tener manifestaciones diferentes, plantean puntos comunes que afectan a aspectos centrales como la soberanía alimentaria, la tenencia de la tierra, la desigualdad económica, el acceso a la educación y la construcción de la paz. Complementariamente, se ha destacado el papel de la educación y del fomento de la participación ciudadana para dar respuesta a las citadas problemáticas.
En la segunda parte del encuentro, se ha llevado a cabo un taller de presentaciones y dinámica de trabajo conjunto a cargo de Rosa Beltrán en el que se ha concluido que las alianzas deben basarse en el apoyo mutuo y que incluir la perspectiva de género aporta un valor diferencial que contribuye al empoderamiento de las mujeres y a su trabajo solidario. A partir de este trabajo, se ha redactado una propuesta de manifiesto que se puede encontrar en la sección web de la actividad.
El encuentro está enmarcado dentro del programa de actividades del convenio de colaboración de la Cátedra 2021 que desarrolla la UJI con la Generalitat Valenciana.
