Más allá de Google: la esencia del Archivo Provincial de Castellón
En la época en la que Google se ha convertido en la herramienta todopoderosa que tiene la respuesta a todas nuestras dudas, todavía siguen siendo de gran interés para el público los pequeños rincones en los que el papel es el protagonista. Rincones como los que encontramos al sumergirnos en el Archivo Provincial de Castellón, un enclave de lujo para los amantes de la historia y en el que se pueden encontrar con documentación de la provincia desde 1282.
Libros, documentos, colecciones de fotografías, poblaciones en medios de comunicación e incluso vídeos, componen este pequeño pero gran archivo a través del cual podemos realizar un recorrido por los puntos más importantes de la historia de la provincia de Castellón.
“El objetivo principal del archivo es conservar y poner a disposición de la ciudadanía toda la documentación que genera la Diputación, pero además estamos abierto a conservar el patrimonio documental que tenga vinculación con la provincia” explica a elperiodic.com la directora del archivo, María Jesús Gimeno. Ella, junto a su compañero Javier Saura, son los encargados de llevar a cabo estas tareas.
Un pequeño equipo que diariamente hace un gran esfuerzo por mantener viva la historia, y todo lo que le envuelve. Son muchos los archivos a custodiar y conservar, siendo de especial relevancia aquellos que se han generado desde la propia Diputación. Junto a ellos, también se esconden muchos otros como por ejemplo los censos electorales, expedientes de la época de la dictadura franquista, mapas de grandes construcción o quizás el más representativo – por su fecha de origen – un pergamino del siglo XIII en la que se confirma la asignación de los términos de Onda y Borriol.
Sin duda, el patrimonio que se esconde entra estas cuatro paredes en las que se alberga el archivo vale mucho por si mismo y todavía más si se ojea a través de una perspectiva global.
Además, también es un gran enclave para aquellos aficionados a la colección pues con sus donaciones pueden contribuir a su crecimiento. Y es que, cualquier persona puede “donar” documentación - la cual puede ir desde recortes de periódicos o fotografías a planos - para completar la historia de la provincia. De los pocos requisitos necesarios para hacerlo es el interés que pueda suscitar ese material.
Archivo fotográfico
Junto a Google el poder de los Smartphone y la fotografía ha inundado miles de gigas de memorias, siendo muchas veces inevitable girar la cabeza y encontrar a alguien disparando una instantánea. Pero ¿alguna vez te has preguntado si esa foto que se pierde entre otras muchas algún día puede llegar a ser un fragmento histórico?
Esta claro que no todas las fotos valen lo mismo, pero si hay algunas que nos ayudan a descubrir como eran ciertos aspectos de la vida en la época en la que se realizó. Muestra de ello, son las más de 100.000 fotografías que se guardan en el archivo de la provincia de Castellón.
Un importante archivo entre los que encontramos diferentes temas castellonenses, y que fueron retratados en su momento por diversos motivos. Según explican a elperiodic.com, la procedencia de estos fondos es diversa: por un lado están aquellas procedentes del Fondo Propio (7.152 aproximadamente), las del Fondo Archivo Más (2.510 fotografías) y las del Fondo de la Biblioteca Nacional (495).
Además el archivo cuenta con 1.163 fotografías aéreas de los Vuelos Nacionales de 1956-1957 y 1967, procedentes del Servicio Geográfico del Ejército y adquiridas en 1987.
Por otro lado, al igual que ocurre con el resto del material recopilado el archivo fotográfico también cuenta con fondos procedentes de donaciones. Entre ellos destacan, los fondos del fotógrafo Heridio Iserte Baca (77.800) y el de Matilde Salvador (8.420). Ambos fondos recopilan instantáneas desde 1971 hasta el 2007, una gran franja que da una amplía perspectiva de las realidades vividas en la provincia.
Abierto al público, también online
Como has podido leer, la riqueza que se esconde entre las paredes del Archivo Provincial de Castellón – dependiente de la Diputación – es incalculable y de gran relevancia histórica. Son muchos los aficionados e investigadores que recurren a alguno de sus documentos, ya sea por motivos laborales o de simple curiosidad.
Y es que sus puertas están abiertas en horario laboral de lunes a viernes para que cualquier ciudadano anónimo pueda acceder y consultar la documentación que desee. Eso sí, no podrá salir del edificio por lo que se ha habilitado una sala para su consulta.
Además, desde hace poco tiempo el “efecto Google” ha llegado hasta el archivo y se está procediendo a la digitalización de los documentos para que así cualquier persona pueda consultarlos sin la necesidad de salir de casa y a golpe de click.
