El alcalde de El Toro recupera la fiesta de la siega y la trilla con el deseo de "promocionar todo lo bueno que tiene nuestro pueblo"

La vida en los pueblos del interior "avanza con los tiempos, pero en El Toro no renegamos de un pasado del que hoy somos herederos". Así lo ha reconocido el alcalde de El Toro, José Arenes, que este año decidió recuperar los oficios tradicionales de esta pequeña localidad de poco más de 250 habitantes, enclavada en el Alto Palancia, después de media década sin festejarse.

"Somos el resultado de aquellos campesinos, esforzados trabajadores de la tierra, que se levantaban al alba y volvían a casa cuando caía el sol para sacar el mejor provecho a esta tierra tan fértil y única que hoy compartimos".

José Arenes ha celebrado con éxito esta cita que devuelve al pueblo un festejo que no se organizaba desde hace cinco años. El fin de semana del 15 y 16 de junio la festividad tomó las calles de esta pequeña villa con la participación de todos los vecinos. "Estos actos son motivos para el reencuentro, para recordar a nuestros padres y abuelos, para que aquellos que hoy son mayores sonrían y recuerden todo lo bueno de una época en la que era muy duro vivir pero también muy sencillo".

Con la siega y la trilla como máximos protagonistas, El Toro ha tenido la oportunidad de poner en valor "todo lo bueno". "Es una nueva edición en la que ha participado el pueblo y también vecinos de otras localidades, incluso de fuera de la provincia". Concentración de caballos, oficios tradicionales y productos típicos, como los 'pinganos' que son un tipo de pan quemado tradicional del pueblo.  "Saborear todo lo bueno de esta convocatoria nos ha ilusionado y entusiasmado. Y estamos ya pensando en la próxima edición, que queremos hacer grande, porque aunque somos un pueblo pequeños tenemos un potencial increíble", ha declarado el alcalde.