La CV-18 advierte con señales que está prohibida la circulación de ciclistas entre Nules y Castelló
Los ciclistas de carretera denuncian que la alternativa de la N-340 es peligrosa
La CV-18, la Vía Parque que une las poblaciones de Castelló y Nules pasando por Burriana y Almassora ha indicado la prohibición de circular a los ciclistas a lo largo de sus 16 kilómetros de recorrido.
Los aficionados al ciclismo se ha encontrado este mes de julio con la aparición de señales que indican la prohibición de circular por esta carretera con bicicleta, lo que ha enervado a muchos.
Se trata de una vía muy utilizada por los amantes del ciclismo, debido a su posición, que une algunas de las poblaciones más habitadas del litoral, así como por sus arcenes de medio metro de ancho.
Aun así, son muchos los conductores que consideran que la gran cantidad de ciclistas que practicaban este deporte por la carretera era peligrosa, especialmente en las horas punta en las que el tráfico de vehículos es más intenso.
Un carril bici en malas condiciones
Ante el cerrojazo al tráfico ciclista, los aficionados a la bicicleta de carretera han mostrado sus quejas, incluso con la recogida de firmas en la plataforma Change.org para pedir a la Conselleria de Obras Públicas que restaure la circulación de ciclistas.
El hecho es que un carril ciclopeatonal recorre toda la CV-18 a lo largo de su recorrido, pero muchos ciclistas creen que “no reúne las condiciones mínimas de seguridad, limpieza y fluidez mínima”, por lo que consideran que supone “un peligro constante”.
La alternativa para recorrer este tramo por carretera sería la N-340, una carretera con mucho tráfico rodado y que acumula un gran número de accidentes año tras año. Además, sus arcenes son más estrechos y los vehículos van a más velocidad.
“En el tramo de Les Alqueries a Almassora no cabe más tráfico, los camiones y coches te pasan a un palmo, en los carriles de salida te cierran, en los carriles de aceleración los coches te refilan, el arcén está súper sucio con clavos, cristales y trozos de neumático”, lamenta un usuario.
Además, desde la petición de la plataforma critican que la decisión supone “una segregación y una estigmatización de los usuarios de bicicletas”.
Baches, tierra y 12 stops
Entre los comentarios que se pueden leer en redes sociales, muchos lamentan lamentan que el carril bici es ocupado en muchos tramos por paseantes, lo que se convierte en un peligro.
Además, muchos ciclistas denuncian que el carril está repleto de “baches, cristales, curvas peligrosas, hierbas, excrementos de perro y raíces que levantan el asfalto”, lo que impide que se pueda entrenar a nivel semiprofesional en estos carriles.
Además, otros recuerdan la suciedad y la tierra que se acumula en algunos tramos, lo que aumenta el riesgo de que las bicis de carretera, con neumáticos de perfil estrecho, puedan resbalar.
“Es una gymkana continua”, comenta otro usuario, que señala que en los 16 kilómetros de carril bici hay 12 stops, lo que hace al carril bici “incompatible con la práctica profesional” por no poder “mantener un ritmo constante con la bicicleta”.
El carril bici recorre en paralelo toda la carretera por la vía de servicio, a excepción de en un punto, en la rotonda con la Autovía del Puerto (CS-22) donde los ciclistas deben de bajar de la bici o de incorporarse a la carretera.
En general, según la normativa de Tráfico, es legal circular en bicicleta en cualquier carretera, a excepción de por las autopistas o en las autovías si así se indica en los accesos. En el resto de vías, también se debe de indicar su prohibición.
Además, en casos como el de esta carretera, en los que hay un carril bici en paralelo, los usuarios están obligados a circular por él, una cuestión que la conselleria ha querido recordar colocando la señalización.
