La pandemia complica de nuevo el turismo de festivales en la Comunitat: “Es un año de pérdidas”
Francesc Colomer destaca el esfuerzo que están realizando las empresas en un año en que los grandes festivales internacionales han caído de la agenda
La Comunitat Valenciana es una tierra turística por excelencia en la que los grandes festivales y eventos musicales han marcado la dinámica turística de las últimas décadas. De hecho, la Comunitat ha logrado hacerse un hueco en el panorama musical internacional de festivales con propuestas históricas como el Festival Internacional de Benicàssim.
Sin embargo, la pandemia y las restricciones sanitarias están marcando el futuro de un sector que si en 2020 tuvo que cancelar todas las grandes citas, este año ante las buenas expectativas sanitarias y el avance de la vacunación el futuro auguraba más prometedor. Sin embargo, las nuevas restricciones impuestas por el Consell han vuelto a golpear al sector musical y cultural valenciano.
Desde el pasado fin de semana, los eventos en abierto han visto reducido su aforo de 4.000 a 3.000 personas, sentados y con todas las medidas higiénico-sanitarias que marca la pandemia. Y de 3.000 a 2.000 en espacios cerrados.
Ante esta situación, los organizadores han tenido que readaptarse a la situación que van marcando las autoridades sanitarias. Por lo que la situación, ya de por sí complicada, se ha visto de nuevo tocada.
El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, ha asegurado que “si el 2020 fue un año terrible, el 2021 está siendo muy difícil” y ha indicado que “han tenido que adaptar a formatos que permitan mantener la oferta turístico-musical-cultural porque sin ocio es incomprensible la oferta turística”. Así se ha referido el responsable de turismo en el Consell durante su visita a Nules y Mascarell.
De hecho, de los 94 eventos incluidos bajo el paraguas Mediterranew Fest, los más grandes como el FIB, el Rototom o el Arenal han caído de la agenda de este año y el Festival de Les Arts de València ha sido aplazado al próximo otoño.
El resto se han “readaptado”, según Colomer, “ajustándose a la normativa que hace inviable e insostenible el modelo de negocio”. Así, el secretario autonómico de Turismo habla de “año de transición” porque “a los grandes formatos les ha ido mal” y los que tienen previstos conciertos a corto plazo, o los tienen actualmente en marcha, se han tenido que reajustar. “Es un año de pérdidas, de intentar salvar los muebles”.
