La pandemia ha aumentado el riesgo de sufrir depresión posparto
La pandemia generada por el covid-19 ha hecho que las futuras madres refuercen sentimientos como el miedo, la ansiedad y la incertidumbre
“La pandemia actual generada por la covid-19 ha hecho que las futuras madres refuercen sentimientos como el miedo (pensar que algo le puede pasar al bebé), la ansiedad (cambios en la rutina) y la incertidumbre. Además, se ha visto incrementado el riesgo de trastornos de salud mental durante el embarazo debido, entre otras cosas, a la falta inicial de evidencia sobre los posibles efectos del virus en el embarazo, en el feto o los posibles efectos teratógenos de los antivirales”.
En este párrafo se resumen las conclusiones de uno de los múltiples estudios que se están llevando a cabo sobre los efectos que la pandemia está teniendo en las embarazadas, durante y después de la gestación. Son sus autoras enfermeras especialistas en ginecología y obstetricia del Hospital Materno Infantil de Málaga y del Centro de Salud Trinidad de la misma ciudad, profesionales que advierten, además, de la relación de la ansiedad durante el embarazo con alteraciones fetales, como trastornos hemodinámicos, trastornos del crecimiento fetal y bajo peso al nacer.
Además de este estudio publicado en la Revista Científico-Sanitaria Sanum, son otros los papers científicos que se ocupan de la incidencia del SARS-CoV-2 en la salud mental de las futuras mamás. Desde la Fundación Jiménez Díaz se citan los problemas económicos derivados de la pérdida de trabajo que para algunas personas vienen suponiendo las sucesivas olas de contagio del virus. En una muestra de 350 mujeres se citan la reducción de la jornada laboral y la pérdida de ingresos como el origen de trastornos depresivos en las gestantes.
Fuera de nuestras fronteras, valgan como ejemplo las significativas cifras que publica la Universidad de Alberta en Canadá, en un estudio que reporta un incrementos considerables en los casos de depresión materna: del 15% al 40%, antes y durante la pandemia. En esta encuestas, en la que participaron 900 mujeres, se detectó asimismo una subida de la ansiedad del 29% al 72%.
Son números que llaman la atención, pero que no lo harían tato si se tiene en cuenta que el embarazo, al margen de la Covid-19, es ya una época de especial vulnerabilidad; la mujer se enfrenta a importantes cambios físicos y atraviesa por una etapa de preparación emocional para preparar la llegada y el cuidado de su bebé.
A la par, explica la directora médica de Clínicas EVA, los cambios hormonales son inesperados y distintos en cada paciente, por lo que, si no existen antecedentes de depresión o predisposición a padecerla en la mujer, la gestación es toda una sorpresa en un sentido. El positivo en el test de embarazo puede traer una mejora en alguien que ya tenía problemas previos de salud mental, mientras que en otros casos puede empeorar su cuadro.
"No hay un patrón, no es una ciencia exacta", insiste la ginecóloga, para quien es vital siempre que la madre pase por este tipo de problemas una actuación combinada del psiquiatra y el obstetra.
También apunta a un control más estrecho en las revisiones y el seguimiento de la paciente, que, en ningún caso, debe abandonar su medicación antidepresiva si la tuviera prescrita, sino ajustarla a su nueva condición física.
¿Y si no la tomaba antes? ¿Debe comenzar ahora? Dependerá de la persistencia de síntomas como abatimiento, tristeza, sensación de vacío existencial, sobreprotección al feto y/o al recién nacido, sentimientos de culpa, desbordamiento, incapacidad para cuidar al bebé, insomnio, pérdida de apetito y llanto inesperado y constante, entre otros.
"Maternity Blues" no es depresión posparto
No se debe malinterpretar, en este sentido, la tristeza inicial que puede llegar tras el parto, en el llamado puerperio inmediato, esto es en las 24 horas posteriores al alumbramiento, tampoco con la sensación de melancolía que puede apoderarse de la madre entre los dos y cuatro días posteriores al parto, en el puerperio clínico. No es el llamado “Maternity Blues”. Hablamos de una depresión mayor, en la que puede llegar a interferir en la relación entre la madre y su hijo y de la que se puede tardar meses en recuperarse.
Por último, Isabel Vielsa desmiente que la salud mental de la mujer se vea más afectada cuando el embarazo se logre gracias a un tratamiento de reproducción asistida. Eso sí, reconoce que la incertidumbre por los resultados de los tratamientos en mujeres que llevan intentando ser madres de manera natural mucho tiempo puede acrecentar síntomas ansioso depresivos.