Sorpresa en un pueblo de Alicante: tiene la calle más cara de la Comunitat Valenciana pero la que menos IBI paga
El Ayuntamiento ha realizado unas comprobaciones que, corroboradas posteriormente por la Gerencia Territorial del Catastro de Alicante, revelan que las viviendas de las urbanizaciones pagan impuestos muy por debajo de su valor de mercado
El pasado verano, El Poble Nou de Benitatxell salió a la palestra de los medios de comunicación valencianos por un impactante motivo que causó asombro entre los vecinos y vecinas de la localidad. La calle más cara de toda la Comunitat se encuentra en el municipio, concretamente en la zona de Jazmines, en la urbanización Cumbre del Sol. Una vivienda en esta área de nueva construcción ronda un precio medio de 2,6 millones de euros según datos publicados por el portal Idealista.
Por aquel entonces, el Ayuntamiento ya se encontraba realizando unas comprobaciones tras detectar desequilibrios impositivos entre las diferentes zonas del municipio. Ahora, esos cálculos han revelado datos, cuanto menos, curiosos. Son numerosas las zonas que están pagando impuestos muy por debajo de otras. Y es que son muchas las viviendas cuyo valor catastral (es la referencia que utilizan los ayuntamientos para calcular la base del IBI) no llega ni al 20% de su precio de mercado, cuando, según la legislación (Orden Ministerial de 14 de octubre de 1998 sobre aprobación del módulo de valor M y del coeficiente RM y sobre modificación de Ponencias de valores), esta cifra debería ser, al menos, del 50%.
Concretamente en la zona de Jazmines, tal y como ha confirmado al Consistorio la Gerencia Territorial del Catastro de Alicante, existen viviendas de gran lujo que tienen de media un valor catastral de sólo el 15% sobre su valor de mercado. Así, si pusiésemos como supuesto ejemplificante un chalet de 2 millones de euros que sólo tiene asignado un valor catastral del 15% de su precio de mercado (cuando debería ser al menos del 50%), se podría decir que está dejando de aportar a las arcas municipales 5.900 euros anuales. Es decir, de los 8.300 euros que debería pagar de IBI, actualmente estaría aportando tan solo 2.490 euros. Y todo ello teniendo en cuenta que el tipo impositivo en Benitatxell, que es del 0,83%, no es de los más altos de la zona. En la Marina Alta hay municipios que lo tienen (o lo van a subir próximamente) por encima del 1%.
Esta problemática empezó a percibirse ante la escasez de recursos municipales para hacer frente a las enormes demandas de servicios (limpieza, recogida de residuos, alumbrado, limpieza de hierbas y zonas verdes, etc.), especialmente en las urbanizaciones. “Hace más de un año, empezamos a tirar del hilo y vimos que el consistorio percibía muy poco para poder invertir en servicios, comparado con las altas exigencias de la ciudadanía, que, como es normal, demanda a su ayuntamiento que mantenga sus calles limpias y seguras”, ha explicado el alcalde, Miguel Ángel García.
Entonces, a través de los cálculos y comprobaciones llevados a cabo por el consistorio, empezó a revisarse la presión fiscal por zonas para valorar la aportación colectiva a las arcas municipales y se vieron claramente los desajustes del valor catastral, que posteriormente ha confirmado la Gerencia Territorial del Catastro de Alicante. Se corroboró que el centro urbano es la única zona (con pequeñas excepciones) cuyo valor catastral se mantiene dentro de los parámetros del 50%. “No es justo que un chalet de 2 millones de euros esté aportando casi lo mismo que una vivienda humilde por no haberse actualizado su valor catastral”, apunta García, por lo que “no podemos seguir permitiendo este desequilibrio tributario. Toda la ciudadanía se merece un mantenimiento y unos servicios adecuados en sus calles, pero con este desequilibrio es prácticamente imposible”, especialmente en las urbanizaciones, donde cada metro cuadrado cuesta mucho más de mantener por la dispersión de sus viviendas, que además son casi todas unifamiliares, lo que hace los servicios mucho menos eficientes y más caros.
Ante esta tesitura, el equipo de gobierno (Més Benitatxell) ya trabaja en medidas para poder ajustar estos desequilibrios catastrales y tributarios. Estos y otros que se han detectado, como unos desajustes en la aplicación de la ordenanza de vados que generan agravios comparativos.