La Generalitat inicia el proceso para declarar Monumento Natural la falla del Moraig
Esta declaración permitirá preservar el valor ecológico, paisajístico y cultural de este elemento geomorfológico de más de 11 millones de años
Tras siete años de peticiones, la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica ha iniciado el procedimiento para declarar Monumento Natural la Falla del Moraig. Con ello, se pretende blindar la protección de este elemento geomorfológico de más de 11 millones de años de antigüedad.
La apertura del expediente administrativo ya supone en la práctica la conservación preventiva del espacio, ya que impide que se realice cualquier actividad que suponga una transformación sensible de su entorno. Y una vez aprobada la declaración definitiva de Monumento Natural, supondrá numerosos avances en la protección de la falla.
Entre otros, permitirá preservar tanto el valor ecológico y paisajístico de los hábitats naturales como el valor cultural del entorno de la falla del Moraig y la Cova dels Arcs. Para ello, el ayuntamiento y las consellerias competentes en materia de Medio Ambiente y Patrimonio Cultural se coordinarán a la hora de ordenar y gestionar el espacio protegido, así como para dotar de fondos para su protección.
Además, también se pretende fomentar la función social por medio de la difusión, el estudio, la enseñanza y el goce ordenado. En particular, promoviendo el uso tradicional excursionista como medio para conocer y aprender a valorar el monumento.
Y es que el área conocida como la Falla del Moraig constituye un elemento geomorfológico singular y está catalogado como Lugar de Interés Geológico por el Instituto Geológico y Minero de España. Destaca, especialmente, una pared rocosa extraplomada que sobresale del terreno donde se pueden observar con claridad el plano de falla y las estrías verticales provocadas por el roce de los materiales calcáreos durante su formación.
La citada falla, también llamada del Riu Blanc, es una fractura de la corteza terrestre normal (con desplazamiento vertical) ocurrida hace 11 millones de años, durante el Mioceno Superior. Esta falla hundió los materiales calizos y formó la Cova dels Arcs.
A lo largo del tiempo, esta falla y cueva se ha visto sometida tanto a la acción del oleaje como a la disolución del agua marina sobre la roca caliza, que ha erosionado el material, creando otras cuevas como la Cova del Moraig, con elementos propios de los sistemas kársticos como los espeleotemas. Dentro de esta última se puede encontrar la principal descarga de agua dulce del acuífero de Benissa, el Riu Blanc, que da lugar a un intrincado sistema de galerías.
Ya en 2011, la publicación Geolodía dedicó un libreto a la falla del Moraig y destacó la necesidad de declararla Monumento Natural por su “espectacularidad paisajística, su interés didáctico y divulgativo y su interés científico”, ha explicado el concejal de Patrimonio y Turismo, Víctor Bisquert. Más tarde, en 2013, el Institut d’Estudis Comarcals de la Marina Alta (IECMA) hizo una petición oficial por registro de entrada al Ayuntamiento, y el consistorio lo solicitó a la Conselleria hasta en dos ocasiones (en 2014 y en 2017).
Ahora, al fin, parece que se ha escuchado esta reivindicación, que otorgará el valor y la protección que se merece a este monumento único y ayudará a potenciar los estudios científicos para arrojar más luz sobre su origen y su importancia geomorfológica. Como ha resaltado Bisquert, “protegerá el entorno de las agresiones urbanísticas que han invadido nuestra costa los últimos 50 años y atraerá un tipo de turismo científico desestacionalizado y respetuoso con el medio ambiente”.