División interna en Vox: Ex altos cargos de Alicante firman un manifiesto contra la dirección nacional del partido
Denuncian la eliminación de primarias y las imposiciones en el nombramiento de candidatos
Crecen las tensiones internas en Vox, donde los ex afiliados se cuentan ya por decenas. Ahora estos, junto a importantes cargos de la provincia de Alicante contrarios a la dirección nacional, han firmado un manifiesto bajo el nombre #ConVozsinVox. En él denuncian especialmente la supresión de primarias y la designación como jefe de campaña en la provincia de Eduardo Martínez Fuster, a quien definen como “fontanero” (hombre de confianza) del ex presidente de la Diputación de Alicante, Joaquín Ripoll.
Los firmantes, entre quienes se encuentran importantes cargos como la ex secretaria provincial, Carmen Gomis, o el ex vicepresidente del Comité Ejecutivo Provincial, José Fresneda Villora, y coordinadores de los comités locales de ciudades como San Vicente del Raspeig, Alicante, Benidorm o Sant Joan d'Alacant critican las imposiciones de la dirección nacional en el nombramiento de candidatos. En su opinión, en estas designaciones no ha primado “ni el mérito, ni el curriculum, ni la formación, ni la oratoria, ni la capacidad de liderazgo”. Lo importante, denuncian, es “ser hijo de, cuñado de, esposo o esposa de, amigo de y ser sumiso a los deseos y designios de la actual Gestora”.
Pero el verdadero punto de inflexión en el partido llegó, según los críticos, con el adelanto electoral. Fue en ese momento cuando “se prendió la bomba que estaba a punto de estallar” porque la dirección nacional de Madrid suprimió las primarias. Los ex afiliados admiten que en un primer momento aceptaron la decisión “para facilitar la toma de decisiones del Comité Nacional y por extensión de los provinciales ante el enorme crecimiento de afiliados y la cercanía de una concatenación de elecciones”. Sin embargo, aseguran que pronto se desilusionaron al ver cómo el poder otorgado al Comité Ejecutivo Provincial de Alicante se tradujo en un “cheque en blanco” para que unos pocos tomaran decisiones y “tiraran por el suelo” el trabajo de sus posibles adversarios a través de ceses y difamaciones.
Uno de los mayores puntos de tensión se vivió según relata el manifiesto tras la entrada en el Comité Ejecutivo Provincial de Eduardo Martínez Fuster, mano derecha de Ripoll. Los entonces vicepresidente y secretaria provincial, José Fresneda y Carmen Gomis, se opusieron abiertamente a la suspensión de la agrupación de Benidorm y sus coordinadores, lo que provocó ser apartados se los cargos que ocupaban. Los firmantes denuncian que en ese momento se “dinamitaron” las relaciones con los coordinadores y comenzaron las “purgas desmesuradas […] y la llegada de personas para hacerse con el poder”.
Las rivalidades con los coordinadores fueron vistas como un “ataque a Vox”, por lo que los contrarios a esta situación transmitieron su preocupación a los líderes, “siendo nuestra sorpresa que recibimos callada por respuesta”. Las tensiones continuaron creciendo en el interior de Vox, con “amenazas e imponiendo coordinadores afines para acallar cualquier atisbo de crítica”.
Pero los manifestantes aseguran que esta no es una situación única de la provincia de Alicante. Denuncian también que han podido comprobar “asombrados” que lo sucedido “sigue las mismas pautas en muchas otras provincias”.