"La coeducación para la igualdad es la base para formar una ciudadanía que sepa identificar y rechazar relaciones abusivas"
Entrevista a Esther Coronado, concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Paiporta
Este 25 de noviembre se conmemora una fecha señalada en el calendario, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. El Ayuntamiento de Paiporta trabaja durante los 365 días del año para combatir esta lacra, y en este mes, a través de actividades gratuitas y abiertas a toda la ciudadanía como webinars, workshops, un paseo, talleres y una declaración institucional, la Concejalía de Igualdad ha apostado por el empoderamiento de las mujeres y hace un llamamiento a la desconexión del porno, en línea con la campaña comarcal impulsada en este sentido.
En elperiodic.com hemos entrevistado a Esther Coronado, concejala de Igualdad, para conocer más de cerca cual es la labor que se desarrolla desde su área.
En estas jornadas, se va a tratar un tema como la violencia obstétrica, ¿por qué cree que continúa siendo invisible?
Por diferentes factores culturales, sociales, históricos y formativos. Es un tipo de violencia derivada de sociedades patriarcales que naturalizan estas prácticas y comportamientos, que acaban siendo asumidos por la sociedad, incluyendo profesionales de la salud y mujeres usuarias o pacientes.
Desde la preparación al parto que a menudo, más que formar en el proceso fisiológico del parto y los derechos de madre y criatura prepara a las mujeres para asumir un nivel de medicalización a menudo innecesaria (tactos vaginales reiterados, inducciones no justificadas médicamente, episiotomías rutinarias, maniobras como la Kristeller o la Hamilton...), hasta la falta de transparencia en los historiales médicos tras el parto que redundan en la desinformación y desconocimiento de las madres sobre qué trato y prácticas desfasadas no son tolerables. De esta forma, con demasiada frecuencia las mujeres que han sufrido violencia obstétrica no lo identifican como tal, e incluso sienten culpa por "quejarse".
En definitiva, en la relación con las usuarias se establece un trato jerárquico deshumanizador que otorga prioridad y poder a las personas profesionales de la salud por encima de las pacientes, y las usuarias carecen de herramientas para identificar y demostrar la vulneración de sus derechos y de sus bebés.
¿Cuáles son las iniciativas que ha puesto en marcha el ayuntamiento durante este último año en relación a la violencia de género?
Este año hemos lanzado a concurso la licitación de tres servicios fijos en el Ayuntamiento para poder ofrecer un servicio ininterrumpido los próximos años: los cursos de autodefensa feminista, el grupo de hombres para relaciones libres de violencia y el grupo de mujeres vulnerables.
La lucha contra la violencia machista es una tarea de todo el año, por eso en Paiporta trabajamos no sólo el 25 de noviembre, sino los 365 días del año desde diferentes ámbitos y con gran implicación del personal técnico, como la coeducación en valores para la igualdad y contra el machismo en centros educativos, la formación a familias y profesorado en Escola de Families, la atención a mujeres es situación de vulnerabilidad o en relaciones abusivas, talleres diversos para la autoconciencia y empoderamiento de las mujeres, trabajamos para la creación de vínculos entre mujeres de diferentes sectores y asociaciones, o la coordinación del trabajo entre servicios sociales y policía local, entre otros.
Durante el año se desarrollan diferentes talleres en institutos, y hace poco se ha comenzado con la formación del profesorado sobre educación sexual, ¿qué papel tiene la educación en los jóvenes para prevenir comportamientos machistas?
La coeducación para la igualdad es la base para formar una ciudadanía que sabe identificar y rechazar relaciones abusivas. Sus resultados quizá no sean evidentes a corto plazo, desde Igualdad organizamos talleres de distintos contenidos y desde distintos enfoques y aproximaciones pedagógicas para todos los cursos: desde ciclo infantil hasta primaria, secundaria y bachiller. Por tanto, una alumna o alumno que completa su formación hasta los 16 o los 18 años en Paiporta habrá pasado, como mínimo, por 15 sesiones distintas (y a menudo más) en las que haya trabajado y reflexionado sobre cuestiones como los estereotipos de género, la base de la desigualdad, los celos, o las relaciones de pareja en igualdad desde distintas metodologías.
Se ha sumado a la II Marxa Pobles Contra la Violencia Masclista, ¿qué le diría a la gente para que se anime a salir a las calles el domingo 28 de noviembre?
Como comentaba, la lucha contra la violencia machista es, y debe ser en el conjunto de la sociedad, un trabajo de todo el año. Pero tener fechas señalados en el calendario como el 25 de noviembre supone para la lucha contra el machismo conseguir un espacio en los medios de comunicación que el resto de días del año no tiene, porque recibir informaciones de los feminicidios, de las denuncias de violaciones, sin un contexto son sólo eso: cifras.
Por tanto, el domingo 28 buscamos conseguir esa notoriedad mediática que aporta tener a cientos de mujeres reclamando la atención necesaria contra el terrorismo machista, sirve para recordar que estamos hartas de que violenten nuestros cuerpos, controlen nuestras relaciones, nuestro móviles, nuestra economía, nos agredan, o, en los peores casos nos maten, para acabar como una cifra más en telediarios en los que lo único que varía en sus tratamiento mediático es la localización geográfica de la víctima.
¿Cuál cree que es el papel de un ayuntamiento como institución en la lucha contra la violencia de género?
Hasta hace relativamente poco tiempo, los años 70, no han existido formas organizadas en España de ayuda a las mujeres víctimas de la violencia más allá del apoyo personal que los familiares o vecinos pudieran prestarles. En Paiporta es en 2015 cuando se crea el Área de Igualdad integrada dentro de Bienestar Social, en 2017 con personal técnico dedicado en exclusiva.
La violencia contra las mujeres tiene un carácter social evidente al implicar que la sociedad actual (y de manera histórica) trata de diferente forma a cada una de las dos mitades que la componen, facilitando un tipo de terrorismo, el machista, que coarta la libertad de las mujeres, las violenta y en los casos más extremos, las mata. Las administraciones locales tienen el deber no solo de auxiliar y atender a las víctimas, sino de tratar de evitar que se produzca este tipo de violencia y trabajar por erradicarla. Desde la educación, la sensibilización y la promoción de la igualdad hasta convertir la localidad en un espacio seguro libre de terrorismo machista. Es un trabajo exhaustivo, que debe abordarse desde muy distintos ámbitos, con diferentes resultados en el medio y largo plazo.