La UJI elabora un cuaderno y una guía sobre el patrimonio de Orpesa como recursos didácticos
El grupo de investigación EPiCS (Educación, Patrimonio e Investigación en Ciencias Sociales) de la Universitat Jaume I de Castelló, dirigido por Sergi Selma Castell, profesor del Departamento de Pedagogía y Didáctica de las Ciencias Sociales, la Lengua y la Literatura, ha elaborado un cuaderno didáctico para primaria y una guía de recursos para la ESO sobre el patrimonio de Oropesa del Mar. El proyecto ha sido financiado por el Ayuntamiento de Oropesa del Mar mediante un contrato con la universidad pública.
El equipo de trabajo ha llevado a cabo una investigación previa sobre los recursos patrimoniales del municipio de Oropesa del Mar (La Plana Alta) en la que se han tenido en cuenta aspectos como qué es lo que hay, cómo se conserva, donde está, de qué forma, si es percibido o cómo se valora. El objetivo era analizar las potencialidades educativas que tiene el patrimonio y ver cómo, a través de la educación patrimonial, se puede introducir en las aulas de los colegios e institutos un recurso didáctico de primer orden, próximo, directo y con el que la población escolar se puede identificar inmediatamente.
La educación patrimonial o la incorporación del patrimonio como recurso didáctico en el proceso de enseñanza/aprendizaje es, en opinión del investigador Sergi Selma, «capital, porque permite incorporar al discurso grupos sociales, aspectos de la vida cotidiana, paisajes históricos y personajes que hasta ahora no habían tenido cabida en los discursos oficiales ni lugar en los libros de texto».
El paso siguiente, y en el que el grupo ha puesto un gran interés, era la transferencia de los conocimientos obtenidos a la sociedad más próxima, la directamente afectada. Los resultados obtenidos han contado con la complicidad y la colaboración de instituciones locales, además del Ayuntamiento que ha financiado el proyecto, como el Museo de Oropesa del Mar, maestras de los colegios y también estudiantado en prácticas de los dos grados de Infantil y Primaria de Maestro/a de la UJI, y que han permitido elaborar dos materiales educativos diferenciados: un cuaderno didáctico y una guía de recursos didácticos.
El cuaderno didáctico para la enseñanza de primaria está centrado en el núcleo histórico de la población, por ser un espacio más acotado, delimitado, de fácil tránsito y al alcance del alumnado más pequeño. El cuaderno agrupa las propuestas por ciclos de edad y apunta los aspectos curriculares que se pueden trabajar con cada una, lo que permite programar una implementación progresiva o diferenciada según el interés de los maestros y maestras. Además, cuenta con un recortable que permite reconstruir en volúmenes el recinto antiguo y la muralla de la población.
Para el estudiantado de secundaria (ESO) se ha elaborado una guía de recursos didácticos que se puede trabajar sobre el terreno, visitando el término municipal, pero también con tareas complementarias para hacer antes o después dentro de las mismas aulas de los centros educativos, además de actividades a desarrollar con los elementos patrimoniales y también dentro de las salas del museo. La guía se estructura en cuatro bloques temáticos: uno para conocer Oropesa del Mar, otro para interactuar con los restos del pasado, un tercero para investigar en el museo y el último para concienciar a la población escolar y difundir el patrimonio.
El patrimonio es el legado del pasado, una reescritura donde leer las huellas que dejaron las sociedades del pasado y las formas en las que aquellas personas interactuaron con su entorno en un momento concreto. «Es así como el patrimonio natural, histórico y cultural en general nos ayuda a entender y comprender la geografía que nos rodea, y la historia de las poblaciones que se han sucedido en la ocupación de este espacio con el paso de los siglos. En definitiva, es con el patrimonio como podemos llegar a entender nuestra realidad actual y, sobre todo, el porqué de las cosas a lo largo del tiempo. Más importante que saber qué tenemos, es saber por qué lo tenemos», explica el profesor.
El potencial educativo del patrimonio permite trabajar contenidos curriculares, pero también desarrollar competencias básicas, «puesto que promueve un aprendizaje significativo basado en la experiencia del estudiantado y en la realización de prácticas de investigación que, al fin, permitirán incidir en una mayor y más efectiva concienciación de la ciudadanía del futuro sobre la importancia y el valor de conservar y difundir el patrimonio», concluye Sergi Selma.