Reseña del libro "Lenguaje canino", de Lili Chin, con traducción de Alberto García-Teresa
El libro que voy a reseñar pertenece a una imprescindible saga de obras que vienen a tomar justicia por el perro, tan vilipendiado e incomprendido en su "amor incondicional", en su "lealtad". El perro ha sido maltratado durante siglos y seguimos. Muchas veces por pura crueldad, las otras -y de eso ni se sabe ni se habla- por no comprender sus necesidades reales. Sí, como se lee, hay gente que convive con perros y que los hacen infelices, los perros por hábitos propiciados por sus tenedores (tenedores en lenguaje jurídico, familiares humanos en lenguaje antiespecista), pueden llegar a caer en lasitudes, depresiones e incluso a autolesionarse y tornarse tan irascibles que acaban atacando a visitas de la casa o incluso niños. Afortunadamente, casos tan extremos no se dan casi y son mera anécdota, mas es bueno destacarlo para saber a qué embudo emocional puede caer un perro, de introducirlo en una casa y tratarlo como a un humano. Como a un humano hay que tratarlo con iguales derechos, afecto y respeto. Pero el trato ha de ser como perro, pues perro es. Y es mejor ser perro que humano, eso es una nota mía.
Con esta entradilla quería introducir cuán importante es conocer a nuestros perros, a nuestra familia perruna, para que lleguen a ser felices. Porque los medios de comunicación, antes de la llegada de estos libros tan necesarios de la educación en positiva, han mostrado las formas del adiestramiento, que es cohabitar y enseñar a los perros hábitos (que casi siempre convienen a los humanos y no a los perros) con métodos coercitivos violentos. Y esa técnica de enseñar al perro siendo uno "superior" a él, algo así como su mentor, que es una forma errada y se ha demostrado, aunque con mucho esfuerzo, por la ciencia etológica, ha anidado en la conciencia popular y será algo difícil desenquistarla.
CÉSAR MILLÁN Y "EL LÍDER DE LA MANADA"
Me acuerdo cuando fue un boom en España la aparición de César Millán en la televisión, con sus capítulos de la serie "El encantador de perros", donde con una suerte de herramientas coactivas, casi basadas en una suerte de hipnosis -tal parecía, a la luz de la rapidez con que cambiaba la conducta de un animal, con poco más que su mirada y/o sus posturas de zahur, de pastor de ovejas gigante e incontestable-, en muy poco tiempo lograba calmar a un perro "hiperactivo" y apaciguar la "agresividad" incontenida de otros, con simples toques, miradas, gestos. También su espacio de televisión "El líder de la manada" tuvo un gran éxito. Por primera vez -si no recuerdo mal- en España se afrontaba la ayuda mental a los perros "problemáticos", desde un punto de vista científico, con técnicas realizadas por un profesional del terreno, un entrenador.
Por ese entonces casi nadie sabíamos que aquello venía del concepto de "adiestramiento", que es contrario a la "educación en positivo" que popularizó, y superó con tal sistema sin castigo Turid Rugaas (como una autora destacable), con su espléndido libro "El lenguaje de los perros. Las señales de calma", que recomiendo a todo el mundo, yo lo leí en su 11ª edición en Kns ediciones.
El mito del "conseguidor" autoproclamado líder entre los perros César Millán cayó tanto ante el descubrimiento social de que había otras formas de curar perros nerviosos, en cierta forma enfermos moralmente por sus pasados o por una estancia en un hogar donde se les ha acostumbrado a ciertas situaciones que sólo les han hecho convertirse en una bola de nervios, o padeciendo sistemas de hábitos nocivos que producen lo mismo; además hubo mucha desilusión ante la gente al verterse noticias varias sobre que el programa tenía muchos "cortes", esto es, todo el proceso que llevaba a Millán a lograr que un perro cambie hábitos era mucho más largo de lo que se mostraba en cada capítulo y cada caso, curiosamente estoy seguro no se mostrarían las técnicas menos "bondadosas".
Es el problema de introducir en tu vida, en tu familia a un perro, que todos desconocemos qué es un perro, cómo comunicarse con ese animal tan inocente y a la vez tan complejo, esa complejidad se desdeña. Tan apaciguado se le ve al perro, tan amistoso, que por eso imagino todos creen que es sencillo convivir con un perro, sin atender a sus necesidades, que por su pacificación se consideran mínimas, pero el perro como cada especie animal tiene sus fobias y filias, y cada perro es un mundo, cada individuo canino, como lo somos nosotros, es un compendio de vivencias que construyen su visión del mundo y su comportamiento.
EDUCACIÓN EN POSITIVO. "EL LENGUAJE CANINO"
En "El lenguaje canino. Una guía ilustrada para entender a nuestro mejor amigo.", ilustrada por Lili Chin y con texto traducido al español por el filólogo, poeta y educador canino Alberto García-Teresa, nos encontramos con lo mejor de la educación en positivo, con el entender al perro, primero entender, saber qué nos dice con sus posturas, miradas, movimiento de orejas, situación de la cola, conformación de las patas, descifrando todo eso, pasar a ayudarle, a ser su verdadero amigo, su verdadero familiar, se logra en forma generosa, realmente eficiente, y con el respeto que todos merecemos. Para eso existe la psicología infantil, a los niños no los enseñamos a golpes. El entrenamiento, el adiestramiento, sería como aquel concepto machista y/o naftalínico en el que ya nadie cree, por fortuna, en el pasado quedó, de "la letra con sangre entra".
Para eso se ha abierto paso entre el circense y fosco adiestramiento, la educación en positivo. Un real sistema de conocimiento y ayuda del perro fuera del enaltecimiento de egos humanos frustrados y de antropocentrismos cruzados en una tarea que tiene que venir limpia de sesgos, como cuando los indios buscaban huellas en la arena y los arbustos, olfateando, observando, casi sin tocar el mundo.
Atrás quedó esa reverencia a perfiles como el de César Millán, porque representan algo que antes se creía en terapia y saber sobre los perros: representa el error de que para controlar, para cohabitar con perros, el humano debe ser el líder, porque según la etología todas las razas de perros vienen del lobo, y entre los lobos hay individuos alfa, líderes.
No es así, se ha descubierto en la actualidad. Los perros no necesitan cabezas a las que seguir sino individuos en quienes confiar. Y, por supuesto, ni ellos ni ninguno de nosotros merecen aprender cosas a golpes, ni a empujones, ni a puntillazos ni a rodillazos. En fin, el adiestramiento, en sí mismo, muestra su fracaso como ciencia: no puede sobrevivir un sistema de transformación -lo llaman, como en la educación en positivo, sanación- de conductas basado en el miedo y en el daño físico.
Aquí, la obra "El lenguaje Canino", editada por Edogtorial e ilustrado por Lili Chin, viene a ayudar a los perros en sus fatigas diarias junto a nosotros. Recuerdo unas palabras de una educadora canina amiga mía, Cinta Marí, del Centro de Estudios "Dog Calm" (Castellón, Valencia) que decía que en la mayor parte, en todos mejor decir, de los casos de perros que se presentan por parte de sus tenedores como problemáticos, agresivos, con hábitos insoportables, hiperactivos, etc., los tenedores son culpables de que el perro haya degenerado en ese viciado hacer cotidiano. Cinta Marí dice que cuando le vienen para que reeduque, o eduque, a un perro, lo que ha de hacer es educar a la familia humana del perro. Educados ellos, el animal sana, o cambia hábitos molestos, o peligrosos, para el animal y para toda la familia. De ahí la importancia del caudal de conocimientos de aprendizaje sobre el perro que nos lega la obra "El lenguaje canino", que lo leeremos los humanos, eso en sí mismo es confirmación de lo dicho. Un libro acompañado por maravillosos dibujos de perros en posturas diversas y adoptando expresiones distintas, realizadas por la artista experta en perros y gatos Lili Chin.
"La ilustradora Lili Chin -se puede leer en la primera solapa del libro "Lenguaje canino"- lleva años ilustrando materiales para los etólogos y educadores caninos más prestigiosos. Sus diseños, de hecho, son un recurso habitual en los principales espacios de formación y divulgación. Por fin, ha preparado un libro, riguroso pero organizado de manera práctica y eminentemente visual, que recoge todos los contextos y elementos del lenguaje canino. Con un trazo sencillo y certero, de una claridad asombrosa, sus dibujos nos ayudan a que todas las personas, de cualquier edad, podamos comprender fácilmente qué nos están diciendo nuestros amigos peludos. ¡Todo se hace evidente con este libro en las manos!"
Recomiendo este libro por su calidad y eficiencia, tanto como porque por esa organización "eminentemente visual" de su estructura completa, puede ser un gran regalo para adultos así como para jóvenes y niños. Es el libro para todas las edades, sin duda. Los dibujos sirven para completar los conceptos mostrados con los textos. Y los textos y los dibujos en alianza muestran cómo podemos entender en todo momento a los perros.
¿Sabemos qué significa cuando un perro ladea la cabeza y en qué forma? ¿Por qué se dan toques de hocicos a veces los perros?
¿Sabemos cuánta información podemos recabar en la mirada del perro? Dependiendo a la vez de si esa mirada va acompañada de una determinada postura.
¿Qué gesto o postura adoptan cuando sienten miedo, cuando están estresados, cuando están tristes?
¿Sabías que podemos confundir sonrisas en la cara del perro como de felicidad, siendo todo lo contrario? ¿O lametazos continuados como gestos de amor, cuando puede tratarse de un estado nervioso del animal, que nos pide paremos lo que estamos haciendo porque le pone tenso, o desea estar solo?
Un perro que se rasca más de la cuenta, podría deberse a estrés y/o nervios... Una alarma de que algo no anda bien en su cabecita respecto a su día a día.
El jadeo, la forma en que sacan la lengua, la orientación de las orejas, tantas formas de articular las partes de su cuerpo que entre perros saben qué significan y que nosotros debemos aprender para estar a su altura y entender si les ocurre algo a tiempo, antes de que, por ejemplo, un perro de tanto rascarse se abra una herida en una zona del cuerpo, por puro estrés.
De interpretar las señales a tiempo, de estrés, de aburrimiento, etc., todo sería mejor para nuestro mejor amigo. En el libro "Lenguaje canino" tenemos todas las herramientas para entender con extremada sencillez qué nos dice el perro en cada momento, cómo se siente a lo largo de los días, semanas, de su vida con nosotros. Los perros han sufrido la domesticación desde hace siglos, han sido cruzados en razas al capricho hediondo de los humanos, razas que emergen con problemas gravísimos de salud por sus estructuras físicas, tal cual juguetes los han ido seleccionando, las razas son una aberración. No compres, adopta. Raza es una aberración, pero cada animal, sea de raza o no, merece todo el respeto y cariño. Mas el concepto de raza ha de relegarse cuanto antes mejor al pasado, como relegamos ese elitismo de humo del racismo entre los humanos. El perro que tanto mal ha soportado a nuestro lado y tanto se ha mantenido, como el poste de un barco, aún así, merece todos los respetos de un gran capitán de los mares y del mundo.
Como advierte una parte del texto de contraportada del libro: "Los perros se comunican con mucho más que ladridos y meneos de cola. Malinterpretar el lenguaje corporal canino convierte la vida en un reto para los perros y para sus humanos." En nuestra mano está que todo sea más sencillo. Ético, y finalmente, maravilloso.