elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Valencià
Por Ángel Padilla
Yo, animal - RSS

Algunos poemas de «La Bella Revolución», de Ángel Padilla, edición definitiva a cargo de La Tortuga Búlgara

    FOTOS
    Algunos poemas de «La Bella Revolución», de Ángel Padilla, edición definitiva a cargo de La Tortuga Búlgara- (foto 1)

    Canto III

    Celebración de tu Victoria

    Una mujer que defiende a los animales es el principio del
    mundo.

    Una mujer
    como Canto

    Una mujer
    como carne de inicio
    Una mujer porque mujer es el mundo
    Porque mujer es el universo aunque Einstein fuera
    hombre
    Porque femenina fue la universa aunque los científicos
    en la campa de golf se rían/pagados

    Como manos siempre manos cálidas cielo Una mujer que
    defiende a los animales es el principio del mundo.
    Dadme ahora la hoja azul
    la última hoja azul del parque sin nadie
    en otoño terrible eterno
    dadme el camino olvidado por todos
    Dadme ese laguito visto por un niño y ese niño ya no está
    Dadme el azul que se colaba entre las más altas ramas de
    los árboles Dadme una mano
    que sepa de todas las manos y ramas y acantilados

    Os daré
    el verbo dadme
    Juntos los verbos de compasión salvaje suman el río
    el mayor abecedario
    la gramática
    sus aguas las aguas del río la mayor mujer
    andando
    Mírala
    tu mujer
    mi mujer tu
    mi amiga Ven
    Estamos
    El museo de los últimos ángeles disecados
    Entras Helena llorando y gritando
    No sabías nada de ello
    en tu habitación fuera de las tempestades de la idiotez
    humana
    allí, tan en los libros
    pero Sal, Sal te dije esta noche perfecta
    donde hasta yo supe qué era el qué hacer Helena
    y lo primero que viste fue eso: a nadie
    nadie
    nada
    andar tus pies ligeros por el aire y entraste en el museo
    donde ya sólo se podía ver a los últimos animales
    y
    disecados
    y los últimos libros, para qué: viste que no decían
    la verdad,
    que
    básicamente
    la omitían
    Llamas al Sol, suplicante
    De rodillas
    Y de rodillas
    Llamas al Sol, a gritos
    Las montañas, así, sus caras de piedra esperan en la
    noche
    y lo curó, al gato herido, a la Tierra envenenada
    un agua
    que todos conocemos
    Camellos naranjas
    y camellos naranjas: florecen
    Oh florecen
    huele
    a mujer Bienvenidos a lo posible Si tú cantas yo canto si
    tú arrancas a andar, yo lo haré alza la mano amiga y coge
    la caracola que desees de la higuera más alta que la nube
    y escucha: tiene/s la canción Una mujer que defiende a
    los animales es el principio del mundo. Todas las
    ventanas cerradas dulcemente te sueñan desde su
    interior la cama blanca sin ti
    guapa guapísima

    HAZ QUE PAREZCAMOS GIGANTES

    Haz que parezcamos gigantes
    Haz que no sintamos el frío
    Haznos superiores al amor
    Haz que parezcamos el gran cielo que tú miras
    Haz que parezcamos roca, horizonte
    Haz que no pueda caer nuestra sangre
    Haznos más altos que el pino los astros
    Más altos que los sueños que tienes que tuvimos
    Haz que nos teman como a la Muerte
    Haz que en sueños nos amen a muerte
    Haz que deseen como se desea la llegada del amanecer
    en una noche que jamás termina, nuestra llegada
    Haz que en sueños nos amen
    Haznos como la hierba, cuídanos, ruge por dentro
    que llegamos, cuéntalo y que se asusten
    Como cuando el campesino mira al cielo cargado negro
    y entrecierra las cejas azules de miedo por su barco
    Como cuando el cazador decide volver a casa
    maldiciendo un viento frío que le ha dado miedo
    Haz que nos teman doblemente en sueños
    Haz que nos teman cuando están despiertos al lado de
    sus casas amarillas olvidadas por el pueblo
    Haz que golpeen altos los tambores por nosotros
    Haz que guarden un reverencial silencio a nuestro paso
    de flores girantes de cementerio
    Haz que seamos Abril, contra todas sus paredes de abril
    Contra toda la soledad y contra toda pared, Diciembres
    y que seamos lunes alegres, enredadera, cántaro de agua
    Que parezcamos, haz, lo que de verdad somos y fuimos
    Dilo. Ven. Dilo y ven de nuevo: Que somos altas, chica
    Llega mi amor y no tendrá piedad con quien
    hizo caer tal árbol
    e hizo llorar al perro. Así, di oh joven viejo de cansancio
    Que venimos Somos un gran mar El más grande jamás
    visto, y Está Enfadado, Se Ha Puesto de Pie
    (Viene volando por lo más arriba, lejano y enorme, pero
    aún no se ve)
    Porque tú lo puedes cantar se conduce como una gotita
    hacia aquí
    Y tú puedes entrar en todas sus casas
    (Casi ni se nos ve de tan grandes, dilo, ¿lo harás?)
    (Si es que, la verdad, ya estábamos todas/os aquí, pero
    separadas/os)
    Viejo proyeccionista: Proyecta la imagen del océano.
    ¡Ahora!
    ¡Shhh...!
    ¡Antes de todo! ¡Antes de todo...! Espera
    He abierto el cajón de la mesita de noche
    para darte lo que me pediste
    y he abierto la nevera de mi padre para comprobar
    que no quedaba nada
    Ni en su casa
    Ni en el sol que él vio un día (no era amarillo el sol que
    sus ojos vieron era negro)
    Siempre estuvieron desprevenidos, es el momento,
    frente a algo tan alto como nuestra mirada cuando te
    sabemos al lado
    Que tu cara roce las nuestras y nos estremezcamos en
    estos aires de Libres
    Haz que parezcamos gigantes

    * * * * *

    Carta a los nacidos

    Para atravesar un mar
    Para atravesar la noche
    Lo hicisteis
    Lo hicimos
    Como se nos hunden en la ropa las espigas
    para ser más allá en el mundo
    espigas, mar, cielo, nosotras
    fuimos
    llegamos, venimos, palomas, trigos, sueños,
    en la noche en la noche
    se hincan las espigas, quieren ser
    para serán
    en la noche su color existe
    su naturaleza existe
    su vastedad del día
    en la noche en la noche, palomas, lluvia,
    oro acumulado, de la que salimos,
    soledad, muerte, martirio del ver,
    montañas, por las montañas,
    al sol, por el sol,
    pies negros, nosotros en la noche
    alguien decía algo
    no se veía
    Los papeles
    alguien llevaba papeles
    se nos fueron cayendo de las manos
    ante lo que vimos y oímos
    después de una larga noche azul

    Elperiodic.com ofrece este espacio para que los columnistas puedan ejercer eficazmente su derecho a la libertad de expresión. En él se publicarán artículos, opiniones o críticas de los cuales son responsables los propios autores en tanto dirigen su propia línea editorial. Desde Elperiodic.com no podemos garantizar la veracidad de la información proporcionada por los autores y no nos hacemos responsables de las posibles consecuencias derivadas de su publicación, siendo exclusivamente responsabilidad de los propios columnistas.
    Subir