Rajoy, Warren Buffett, Depardieu y Rodrigo Rato
Hace algo más de un año, a la tercera, Mariano Rajoy alcanzó el ansiado poder como Presidente de la nación y además con una mayoría aplastante lograda gracias al descalabro de un PSOE desprestigiado de la mano de Zapatero sobre el que cayeron todas las culpas de la crisis.
Los españoles le entregamos el poder a Rajoy, con un programa electoral casi vacío de contenido, en un acto de fe que era también un rechazo a Zapatero, creyendo que con Rajoy en el gobierno se acabaría la crisis, los mercados nos darían confianza , volvería a haber trabajo y volvería a fluir la riqueza.
Le creyó el escayolista que se estaba quedando sin trabajo. Le creyó el dueño de diez hanegadas que pensaba injertadas de una variedad aparentemente muy rentable llamada “solarina”. Le creyó el parado que buscaba una esperanza para salir de su situación. Le creyó el médico, el fontanero, el electricista, el comerciante, el jubilado,…
Quienes habían sufrido la congelación de sus pensiones, le creyeron.
Quienes le habían oído decir que no recortaría el subsidio de desempleo, le creyeron.
Quienes escucharon que no abarataría el despido, le creyeron.
Quienes oyeron sus críticas a ZP por haber apoyado a los bancos, le creyeron.
Quienes sufrieron la estafa de AFINSA y confiaban ser resarcidos, le creyeron.
Quienes desde la administración sentían el cabreo del recorte del 5% en su sueldo, le creyeron.
Quienes le escucharon decir que no se conformaba con un paro juvenil del 50%, le creyeron.
Quienes aspiraban a renovar su BMW volviendo a vender y comprar suelo, le creyeron.
Quienes pensaban que iba a defender la sanidad y la escuela públicas le creyeron.
Quienes pagaban impuestos y vieron al PP protestar por la subida del IVA, le creyeron.
Quienes temían que España fuera a romperse, le creyeron.
Un año después ya nadie le cree. Según las encuestas le rechaza el 70% de la población, pero él se siente legitimado para seguir con los recortes que le apuntan desde Alemania) y pocos comparten lo de “la herencia recibida” repetida de modo cansino, porque Rajoy, experto en leyes, sabe más que nadie que una herencia se acepta voluntariamente o se rechaza. Si se acepta no valen escusas, siendo además que debía estar muy bien informado antes de recibir un paquete que habían confeccionado colegas suyos tan importantes como Esperanza Aguirre y Francisco Camps.
Un año después, los españoles escépticos y sumidos en una profunda depresión, tras la mayor mentira electoral jamás contada, le oímos echar balones fuera y repetir “que no hay otra vía”, “que no había más remedio”, “que son medidas que no le gustan”, “que son necesarias”, “que…” y nos pide comprensión, que creamos en él, que sigamos teniendo fe en lo que hizo el año pasado y va a seguir haciendo este año que no es otra cosa que ir esquilmando a unos y a otros, si unos y otros son los mismos.
Mientras Rajoy y su gobierno dicen lo que dicen y hacen lo que hacen, al otro lado del Atlántico, el millonario Warren Buffett se expresa diciendo que “asistimos a una lucha de clases que estamos ganando los ricos”.
Si el millonario dice lo que piensa y me temo que sí, lo que está pasando en este país y en Grecia y en Portugal y en Irlanda y en Francia y en Italia y en… no es cuestión de la herencia recibida de la tía, sino de una batalla muy dura dentro de una guerra que va camino de la victoria de un sector muy poderoso que en su ceguera solo se sentirá satisfecho cuando nos traslade a todos a la Edad Media, periodo en donde, a pesar de llamarse así, curiosamente no existía la “clase media”.
DEPARDIEU
El actor que vino becado a Valencia a interpretar el personaje de Asterix y a abrazase con Francisco Camps, es un ejemplo de que el amor al dinero está muy por encima del amor a la patria. Algunos, muy pocos, piensan lo contrario.
RODRIGO RATO
El hombre que ha engañado a decenas de miles de ahorradores vendiéndoles chatarra con engañifas. El hombre que no quiso ser presidente del gobierno y sí mal presidente del FMI. El hombre que impulsó con Aznar un ciclo económico de nefasto final. A ése hombre, en pleno descrédito, le acaba de fichar con un alto sueldo, una compañía de telefonía que él mismo privatizó, para sentarlo al lado de Zaplana que declaró haber entrado en política para forrarse y el yerno del rey que fue yerno para lo mismo. Roma no pagaba a los traidores, pero España sí premia y muy rápidamente a algunos imputados utilizando empresas ¿privadas? Sí, privadas, pero al servicio una élite sin moral ni vergüenza.
Se han empeñado en hacernos creer que la crisis de España es solamente debida a la burbuja inmobiliaria cuando la verdad es que además, nuestra crisis es estructural e intitucional. Les interesa que en España siga habiendo dos bandos (izquierda/derecha) para que mientras los súbditos, que no ciudadanos, estamos a la greña viendo la paja en el ojo del partido politico ajeno, ellos, mandando unas veces unos y otras los otros, viven con unas prebendas y privilegios que nos están arruinando. En EEUU hay poblaciones, tambien importantes, que no tienen alcalde. Sus ciudadanos eligen a un gestor/administrador titulado, le pagan un sueldo magnifico y funcionan a la perfección, sin que les importe su color político. . La jubilación a los 65 años fue instaurada por el Conde de Romanones en 1919 cuando el promedio de vida de los españoles era de 69 años. Hoy, que el promedio de vida es muchisimo mayor se podría establecer por ley, en según qué profesiones, que la jubilación fuera de 67 o más.