Lo que el Papa pudo decir y no dijo
Que la llamada “economía de mercado” es, sin ninguna duda, un potente motor para la creación de riqueza, pero genera a la vez grandes bolsas de marginación y pobreza.
Que los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. Sólo el Estado es capaz de regular mínimamente esas desigualdades con instrumentos de política fiscal. Es una obligación moral contribuir al pago de impuestos en una cuantía proporcional a ingresos o beneficios.
Que las mujeres son iguales en derechos a los hombres y pueden ejercer también como clérigos.
Que la iglesia renuncia a cualquier privilegio económico o social que pudiera corresponderle en función de su arraigo en la sociedad española. Privilegio que tampoco debe darse a otras religiones que han sido dominantes durante casi un milenio.
Que lo del celibato fue un error. Que es perfectamente compatible conciliar la vida conyugal con el servicio a la iglesia, como lo fue en el pasado.
Que hay palabras de Jesucristo que no deben ignorarse porque no ofrecen ninguna duda en su interpretación: “Si quieres ser más perfecto da cuanto tienes a los pobres, ven y sígueme” “Ay del que abuse de un niño. Vale más que se cuelgue una rueda de molino en el cuello y se arroje al mar” “Ama al prójimo como a ti mismo” “Es más fácil que un elefante pase por la ojiva de una aguja que un rico entre en el reino de los cielos”.
Que las guerras nunca fueron justas ni mucho menos santas. ¡Ya basta de bendecir misiles y blindados a los ejércitos! Al odio, la provocación y a la violencia no podemos responder utilizando esas mismas armas. Que ya está bien de invadir/destruir países débiles en armamento y ricos en recursos naturales, para aprovecharse de esos recursos y ganar mucho dinero en la reconstrucción.
Que los derechos humanos van más allá de la libertad de expresión.
Que el diálogo es la única forma de acabar con los conflictos. La iglesia se ocupará de facilitarlo también con los terroristas, pese a que en el pasado ETA estuvo apoyada por gran parte del clero vasco.
Que nunca más volverá a ocurrir que centenares de curas pederastas vuelvan a abusar de niños. Cualquier caso mínimamente sospechoso, en lugar de ocultarse, será investigado y a los culpables se les expulsará de la Iglesia y se les pondrá en manos de la justicia.
Que el mejor activo de la iglesia son los religiosos que se desprenden de todo y se van a ayudar a los más necesitados en las bolsas de miseria que se han generado en el mundo (Como Monseñor Romero y otros jesuitas asesinados en el Salvador por la extrema derecha). Sus vidas son un ejemplo, como también lo son las de miles de voluntarios que ayudan aquí, desde instituciones como Cáritas.
Que el hambre (en un mundo con excedentes alimentarios) lo producen las estructuras comerciales y también quienes especulan en las bolsas con productos básicos para la alimentación de los más pobres, como el trigo, maíz o el arroz.
Que la codicia sin límites nada tiene que ver con el trabajo, la inversión y el beneficio empresarial.
Que el preservativo es un instrumento muy eficaz para evitar la expansión del sida y otras enfermedades venéreas. Fue un error prohibir su uso en las zonas más miserables de África.
Que la sanidad y la escuela pública son un derecho para los más necesitados que debemos contribuir a potenciar.
Que escandaliza que profesionales como los notarios o empresarios que han ganado dinero a montones (con el que se han construido palacetes, han hecho su apartado en paraísos fiscales o lo han disfrutado marchándose a cazar renos a Rusia) puedan seguir practicando sus aficiones cibernéticas, navegar en sus yates de gran lujo y a la vez despedir al 40% de sus empleados y rebajar el 40% del sueldo a los que se quedan con la espada de Damocles sobres sus cabezas.
Que la naturaleza es rica, diversa y a la vez muy frágil. Que todos tenemos obligación de cuidarla. Es un pecado no escrito destruir la obra del Creador.
Que más importante que ocuparnos de los no nacidos es hacerlo por los miles de seres humanos que mueren cada día de hambre y que hay que hacerlo, menos con limosnas paliativas y más de forma decidida, para acabar de una vez con ese terrible crimen.
Que quienes ocupan responsabilidades políticas deben estar ahí para trabajar por la colectividad de forma altruista y no con el fin de enriquecerse abusando desde su situación de privilegio.
Que reyes y presidentes, con sus guardianes y sus coches millonarios, que están a su lado, están de más, que él a quien se dirige es a los más débiles y especialmente a los jóvenes que no han podido costearse un caro billete de avión para ir a Madrid desde países lejanos.
Que nunca jamás a ningún dictador le volverá a llevar la Iglesia bajo palio y no recibirá la comunión ni bendiciones eclesiásticas.
Que los manifestantes del 15-M tienen razón en muchas de sus demandas y el gobierno debe atenderlas.
Que quien no pertenezca a la comunidad católica no está obligado a seguir sus preceptos y por lo tanto es libre de casarse con otra persona de su mismo sexto, divorciarse y elegir morir con cuidados paliativos o desenchufado de una máquina. La iglesia no puede imponer su doctrina a los que no forman parte de ella.
Que la vida es un minúsculo oasis entre dos eternidades. Nadie debiera pretender convertir en eterno algo tan insignificante incubado en un cuerpo celeste muy frágil que se mueve con otros 100.000 millones de cuerpos celestes, por un lugar nada privilegiado de una de las 100.000 millones de galaxias que conforman el universo.
Que nadie puede ofrecer garantías de estar en posesión de la verdad.
Que Mourinho tiene mal perder, por lo que es un mal ejemplo como deportista.
PD Me voy a recorrer durante una semana un tramo del Camino de Santiago, al encuentro de mi soledad, por lo que permaneceré durante ese tiempo vacio de radio, TV, prensa e internet. ¡Hasta la vuelta!
En mi opinión y sin ánimo de demasiada polemica, creo que hace ud. un resumen un tanto sesgado de lo que lee. Ya se lo dije en el artículo de las Pifias, sin la mínima concesión por su parte. Dejeme apuntarle: 1) Al Papa le creo capacitado para comentar con brevedad 12 o hasta 100 puntos y tambien creo que en el tema de ordenar a mujeres, prelados, teologos y hasta el cardenal Martini estan de acuerdo conmigo. 2)Hubo un tiempo en el que muchos, siguiendo la doctrina de la Iglesia, afirmaban que las mujeres no tenian alma. Cuando finalmente tras un larguisimo debate la Iglesia acordó lo contrario las mismas personas asumieron esa verdad y nadie de sus descendientes la ha puesto en duda. 3) Hay muchisima que cree que la verdad es la verdad de de su grupo.Yo, lo siento, siempre he pensado por mi cuenta y me he dado golpes solo. 4)Hace muy mal menospreciando a los pocos -de los muchisimos que entran en estas paginas- a expresar sus comentarios.