Otros políticos/ El FMI aprieta
Yo afirmaría, con toda rotundidad y convicción, que debe producirse una regeneración de la vida pública. Que cada uno de los que participan en la vida pública debe interiorizar que es un empleado de los ciudadanos, que se debe a ellos y que responde por ellos. Que la política es un ejercicio noble, que no enriquece. Que no da caché social. Que no sirve para escalar, sino para servir.
No son palabras mías, aunque yo las comparto plenamente. Son palabras que, sentada a lado de Mariano Rajoy, acaba de pronunciar la nueva presidenta del PP del País Vasco Arantza Quiroga.
Ha dicho más cosas: “Todos los militantes del PP están asqueados. El caso Bárcenas es un problema para el PP. Deseamos que la justicia actúe cuanto antes. Mientras algunos de nosotros íbamos con las piernas temblando a los plenos, otros estaban para otras cosas en política. Es vomitivo. Y estoy segura de que a los dirigentes del PP también les parece vomitivo.”
Rajoy estaba delante impasible. En su partido están, presuntamente corrompidos por el dinero, Arenas, Cospedal, Aznar, Carlos Fabra, él mismo y un largo etcétera de altos dirigentes que estaban repartiéndose sobres de dinero de procedencia sospechosa y fines oscuros.
Lamentablemente demasiados, metidos en política, piensan y actúan -sin decirlo- lo mismo que pensaba y dijo Eduardo Zaplana “que él estaba en política para enriquecerse.”
Al lado del pensamiento moralizante de la dirigente del País Vasco, que tantísimas personas podemos compartir y hacer nuestro, el aparato del partido, en lugar de pedir perdón y dejar que el peso de la justicia actúe con contundencia contra los responsables, está en la versión oficial que sale de la boca de Carlos Floriano: “Alguien podrá tener la impresión de que lo que hay abierto no es un procedimiento judicial sino una causa general contra el PP y sus dirigentes. Una causa que se basa en una insidia. La insidia es que aquí ha habido adjudicaciones y donaciones, luego las donaciones se producen como consecuencia de las adjudicaciones. La premisa es absolutamente insidiosa y la conclusión es más insidiosa todavía.” Dijo más: “Estamos ante una persecución contra el PP” (que a mí me suena al victimismo de Berlusconi).
El PP, con basura por todos los lados, sigue encerrado en su castillo, mientras voces como la de Arantxa quedan en minoría, unidas a la de Feijoo que se ha expresado diciendo que “el PP debería pedir perdón por el caso Bárcenas”.
Detrás del bunker del poder hay otras generaciones que no están contaminadas y que miran a la política con ideologías dispares (todas defendibles) pero con otros ideales, como debiera ser la actividad política: transparente y al servicio de los ciudadanos.
Me encanta que haya gente así y que empujen, aunque les cierren el paso; como me gustó oír a la militante del PSOE que recriminó a tantos altos cargos socialistas por sentarse a hablar de austeridad y de ayudas sociales, sentados cómodamente en mesas bien montadas “en hoteles de cuatro y cinco estrellas.
Adelante los que vienen con manos limpias, con ideales y con el objetivo de hacer de la política una profesión noble al servicio de la ciudadanía.
EL FMI APRIETA
Tras los años de gloria en los que nuestra renta per cápita llegó a ser el 106% de la media europea, cuando España superó a Italia y “estábamos cerca de superar a Francia”, con la crisis vino la debacle y según Eurostat cayó al 97% en 2012.
Vino el ajuste ordenado y los salarios cayeron y el empleo fijo es ahora mismo algo del pasado.
En ese escenario y con un paro escandaloso, el FMI se manifiesta diciendo que hay que continuar con la bajada de rentas salariales. ¿Hasta dónde? ¿Cuál es el límite?
Con salarios tan devaluados y la inseguridad laboral generada ¿cómo puede reactivarse el consumo generador de puestos de trabajo?
Han visto que las recetas de la Troika no funcionan en países en donde llevan más tiempo aplicándolas y ellos insisten en más de lo mismo y afirman, sin inmutase, que se equivocaron en sus previsiones. ¿A dónde quieren llevarnos?
Efectivamente, puestos hay los que hay y rebajar el coste salarial para poder repartir el salari de 10 entre 15 yo lo entenderia hasta justo y aceptable. El problema surge cuando hay, como ahora está ocurriendo 10 puestos y optan a ese puesto 10.000 . En ese caso, las matematicas nos darian como solución: ven trabaja y diviertete y toma 10 centimos para que comas y ahorres para la jubilacion. Formarse en otros sectores es siempre una solución, pero como ahora mismo no hay sector que tire y el paro está desmadrado... y ademas, sin crédito.