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Valencià
Por J. P. Enrique
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Inaugurar y abandonar / El Mercado aplaude

    El pasado 25 de Octubre la Consellera de Cultura Trinidad Miró, acompañada de autoridades, inauguró la Casa de la Música  que ha costado a las arcas públicas 400.000 euros, con un incremento del déficit que a veces es bueno, como en este caso que proviene del Plan Confianza y otras veces malo si cambia el nombre y se apoda Plan E. Como el colesterol bueno y el colesterol malo. Más de uno se extrañará de que yo, rara avis, considere que son buenos los dos colesteroles como estímulos a la  falta de inversión privada. Otra cosa a debatir es que las inversiones sean o no  en proyectos generadores de mucha mano de obra y/o prioritarios para la sociedad.

    Nada que objetar a que se dote de unos servicios dignos a los músicos, cuyo arte admiro y cuya dedicación y buen hacer contribuyen  a incrementar no el Producto Interior Bruto (PIB), sino, lo que debería ser más importante: la Felicidad Interna Bruta (FIB), tal como  miden el nivel de satisfacción de la gente en el lejano Bhutan.

    Estoy completamente a favor de que la banda de música disponga de unos locales dignos para que generaciones de jóvenes acudan  allí  dedicando muchas horas a perfeccionar un arte que endulza el oído y alegra los corazones. Lamento, a la vez,  que las bandas estén siendo sustituidas en las fiestas josefinas, por ruidosas y, casi siempre, poco afinadas charangas de percusión.

    Mientras  el edificio para la banda de música se inauguraba, llenándose de personajes trajeados, yo me acerqué a lo que fue en un principio la Escuela de FP y luego Instituto Llombai. El inmueble, construido no hace tanto, dotado con unas instalaciones  útiles durante años y en estado de seguir siendo usado, está ahora sumergido en un abandono inconcebible: las ventanas se han arrancado, las tuberías de calefacción y refrigeración las han robado y el deterioro continúa incrementándose día a día, con el edificio con las puertas abiertas y sin vigilancia de ningún tipo.

    ¿Qué tenía que haberse hecho? De sentido común: Dado que se sabía que el Llombai iba a trasladarse, podrían haber hecho gestiones previas para reclamar su uso para otros fines: Dependencias para asociaciones diversas o algo similar. Aprovechando además unas instalaciones deportivas que ahora mismo da pena verlas. ¿No hay necesidad de aulas para diversos fines? ¿No podrían haberse ubicado ahí, centralizado, un espacio para diferentes colectivos? ¿No es buen lugar, adecuado y cercano para el deporte?.

    No creo que nadie, ningún  responsable de cuidar el patrimonio familiar, hubiera sido capaz de dejar en el abandono en que están unas instalaciones que podrían y deberían haber sido muy útiles para multitud de fines. Y el deterioro sigue y está a la vista de todos. Al lado de ésto, los personajes importantes se  dedican a poner primeras piedras y gastar dinero aumentando el déficit de nuestra Comunidad.

    Está bien poner primeras piedras. Me pregunto ¿Quién será el encargado de quitar la última piedra del Instituto Llombai? ¿Cómo quienes nos gobiernan pueden vestirse de luces y ponerse a soltar discursos porque “Han puesto a disposición de la sociedad  174 metros útiles” gastándose nuestro dinero y a pocos metros de allí, esos mismos que nos gobiernan, están permitiendo que otras instalaciones, se pierdan, echando a perder, de ese modo parte de nuestro patrimonio?.

    Al lado de todo ese despilfarro de recursos, no está de más recordar que hay, aquí mismo, instalaciones totalmente acabadas desde hace tiempo e inauguradas (solo para la foto), en las que se ha invertido también mucho dinero, y están ahí muriéndose de risa porque la Generalitat (la del circuito automovilístico, las velas y los edificios emblemáticos de altísimo coste levantados casualmente en Valencia) no tiene dinero para que funcionen. Mientas tanto siguen en sus trece y se disponen ahora a hacer el Parque temático de los Ferraris, después del fiasco de Terra Mítica y la anulación de Mundo Ilusión.

    Finalmente quiero recoger un recorte imaginario de prensa: “Este año, el responsable directo del abandono del Colegio Llombai ha sido galardonado con el  primer premio a nivel local del Moniato d´Or  que concede anualmente en Borriana la asociación MCC (Moniatos con Cariño) presidida por R.R. Los premios concedidos cada otoño por esta asociación tienen un gran prestigio y a la cita para conocer a los premiados a nivel local, regional, nacional e internacional acuden cada año a esa población, periodistas de todo el mundo. Con el homenaje al premiado a nivel local ha tenido lugar el acto simbólico de quitar la última piedra a un instituto”.

    El Mercado  aplaude
    El Mercado observa y aplaude al ver como el gobierno socialista quita, tras reunirse con los mayores empresarios del país, 425 euros a 800.000 parados, para que dejen de comer de rentas y  espabilen e inviertan en una tienda, monten una gasolinera, funden un banco (o acudan a Cáritas). El Mercado mira como el mismo gobierno nos anula el 30% de los ingresos que obtenía por el negocio de las loterías y aplaude. El Mercado mira como  los que tienen un piso no han de pagar el pequeño impuesto de sucesiones mientras el señor marqués y sus amigos celebran ahorrarse muchos millones y aplaude. El Mercado mira y también aplaude al saber que los que tenían que pagar por el Impuesto sobre el Patrimonio no tendrán que hacerlo, dejando a las arcas del Estado sin recibir 1.500 millones de euros. El Mercado ve congelar las pensiones (mientras  me imagino a González Pons tronchándose de risa tras declarar ante los micrófonos: “Papá nosotros no queríamos bajarte la pensión. Han sido ellos, el PSOE”. O a Cristóbal Montoro, adalid de vaciar el Estado, declarando que “el gobierno no debería desprenderse del patrimonio porque eso es pan para hoy  hambre para mañana” y  el mercado aplaude, mientras Montoro con el micrófono apagado se revuelca en el suelo en un ataque de risa. El mismo mercado que mira como la Generalitat de aquí y la de Cataluña emiten 5.000 y 2.000 millones de deuda (colesterol malo el primero y bueno el segundo) regalando a los bancos 150  y 60 millones en comisiones y aplaude. El Mercado aplaude y muchos se unen al coro y aplauden todas esas medidas que a mi me parecen penosas. Pero el mercado, insatisfecho, pide más y seguirá pidiendo más hasta reventar y que reventemos todos con él.

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    comentarios 12 comentarios
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    09/12/2010 05:12
    Torear tras la barrera

    Apreciado Joan, has dado en el clavo. En la vida real cúando álguien solicita un credito, en primer lugar responde con sus bienes y si no alcanzan los que lo avalan, deben responder con los suyos.

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