Historias de Papas

El Espíritu Santo, en mi opinión (tal vez porque valoro la humildad y la sencillez) considero que esta vez ha acertado en la elección del Papa que ahora tenemos. No ha sido siempre así. Hay una larga historia de Papas que estremece.

URBANO II Convocó la primera Cruzada de la cristiandad para masacrar a un millón de personas con un ejército formado por asesinos: “Déjenlos que apunten con sus armas chorreantes de sangre contra los enemigos de la fe cristiana. Dejen que ellos, los opresores de huérfanos y viudas, asesinos y violadores de iglesias, ladrones de la propiedad ajena, buitres atraídos por la esencia de la batalla, déjenlos que se apuren si ellos aman a sus almas, bajo la capitanía de Cristo para recuperar Sión”.

INOCENTE III Siguió las cruzadas y ordenó marcar a los judíos con una señal amarilla en la ropa, dando pistas a Hitler. Dijo: “Usen contra los herejes la espada espiritual de la excomunión; si esto no les resulta efectivo usen la espada material”. Creó 52 nuevos secretariados que vendió por 79.000 florines de oro.

EUGENIO IV (1383-1447) “·Decretamos y ordenamos desde ahora y para siempre que los cristianos no deberán comer o beber con judíos ni admitirlos a fiestas, ni combatir con ellos. Se prohíbe a los judíos erigir nuevas sinagogas. Están obligados a pagar anualmente un diezmo de sus bienes o posesiones. Contra ellos los cristianos pueden testificar, pero el testimonio de los judíos contra cristiano no tendrá valor”.

LEON X Se embolsó 511.000 ducados con 39 nuevos cargos. El cargo de Cardenal costaba de 10.000 a 30.000 ducados de oro.

LEON XIII ”Es ilegal demandar, defender o conceder libertad incondicional de pensamiento de palabra o de prensa o de culto, como si esos fueran derechos que la naturaleza ha dado al hombre”.

PABLO III (1468-1548) “Prometo y declaro que cuando la oportunidad se presente haré la guerra sin descanso contra todos los herejes, protestantes y liberales y que los exterminaré de la faz de la tierra y colgaré, mataré de hambre, desollaré, estrangularé y enterraré vivos a esos infames herejes; desgarraré sus estómagos y los úteros de sus mujeres y aplastaré sus cabezas contra la pared para aniquilar para siempre su execrable raza”.

PIO V (1566-1572) “Ordenamos que todos y cada uno de los judíos de ambos sexos de nuestros dominios, habrán de partir hasta fuera de sus confines en el espacio de tres meses. Se les meterá a servidumbre perpetua y la iglesia reclamará el mismo derecho sobre ellos que otros dominios reclaman sobres sus esclavos y siervos.

“Un hombre común que no pueda pagar sus multas en dinero deberá permanecer un día con las manos atadas a la espalda frente a la puerta de la iglesia; la segunda vez será flagelado por las calles; la tercera le será perforada la lengua y enviado a galeras”-

ALEJANDRO VI Tras la muerte de Inocencio VIII, el cardenal Della Rovere disponía para aspirar al papado de sobornos de un millón de ducados de la Republica de Génova y 200.000 del Rey de Francia. Competía con el español Rodrigo Borja y estaba dispuesto, con ese dinero, a regalar abadías, villas y ciudades.

Al Cardenal Sforza le dio lo que pedía: 4 mulas cargadas de plata y una cancillería. El Cardenal Orsini vendió su voto por los castillos de Monticelli y Sariani. La abadia de S. Benedicto fue para el cardenal de Colonna. El obispado de Porto para el cardenal S. Angelo. Para Savelli fue la Cita Castellana. El último voto que necesitaba para salir elegido lo obtuvo de un monje veneciano a cambio de 5.000 coronas y una noche con su hija Lucrecia de 12 años de edad.