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Por J. P. Enrique
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Guía para ser feliz en 2016

    Para ser feliz, en el año que ahora empieza, no se cabree cuando, para defender el déficit y los recortes escuche: “Pertenecemos a un club que tiene sus reglas. Europa tiene unas normas que obligan a todos sus socios”. Conténgase al saber que esas mismas reglas las incumplen Dinamarca, Polonia y Hungría sin que pase nada.

    Para ser feliz no haga demasiado caso a este Papa argentino que hace una encíclica en defensa del medio ambiente y se dedica a criticar el consumismo y la acumulación de riquezas. Un Papa que predica la austeridad (no como Rouco o el salesiano Bertone), que se pone del lado de los pobres y que defiende a los migrantes, siguiendo la doctrina de Jesús. Para ser feliz continúe Ud. con el consumo desenfrenado, practique el rechazo al diferente y confíe en que un Dios bueno le perdone y le premie con un sofá para sentarse en el paraíso.

    Para ser feliz dispóngase a precintar la cocina de su casa. Compre alimentos enlatados y déjese de pelar frutas y trocear verduras. Cuando necesite vitaminas cómprelas en la farmacia. Las venden en pastillas de colores, muy bien presentadas. Disfrute comprando alimentos elaborados que simplemente se calientan en el microondas. Pruebe el alioli envasado en plástico y la tortilla plastificada. Se acostumbrará pronto a sus sabores y será feliz con ellos.

    Para ser feliz piense que da prestigio el que un chino sea el dueño del CF Valencia. También lo da que nuestras entidades financieras paguen sus impuestos en la capital de España. También que Rita se hospedara en hoteles de lujo y que Alberto ofreciera excelentes caldos a sus invitados.

    Para ser feliz no se sienta engañado por las preferentes que le vendieron sin saber lo que eran, ni por las acciones que le endosaron. Piense que ha contribuido, con su sacrificio, a sanear el sistema financiero español.

    Para ser feliz no se detenga Ud. pensando en la corrupción que va de Galicia a Andalucía pasando por Madrid y Cataluña, luciendo en todo su esplendor en Valencia. Piense que es normal que quien ocupa un cargo se aproveche en beneficio propio y de sus allegados.

    Para ser feliz no sienta repugnancia al ver a los afiliados de un partido acompañando a uno de los suyos a declarar al juzgado. Es un acto de amor y de profunda amistad.

    Para ser feliz repítase que sí, que la crisis ya está superada y que somos el país que más crece en Europa. No se le ocurra pensar que ese crecimiento se apoya en un empleo precario y que en Europa, creciendo menos, han recuperado parte del nivel de bienestar previo a la crisis.

    Para ser feliz acepte el dogma de que las empresas privadas funcionan mejor que las públicas y no se pregunte si las eléctricas, de ser públicas, se habrían atrevido a subirnos la luz un 80% en los últimos años. Tampoco debe preguntarse si los que hundieron a las Cajas o Emarsa tenían algún interés en lo público o estaban ahí para reventarlo.

    Pera ser feliz no se detenga a analizar hechos tan contradictorios como exigir que se acaten las sentencias del Tribunal Supremo en Cataluña y aplaudir que se desobedezcan en Venezuela. Tampoco se detenga en el hecho de contemplar cómo, mientras aquí sea notica de primera página los posibles cataclismos que nos caerían encima si llega al poder un gobierno dispuesto a nacionalizar a una empresa eléctrica o un banco, es una realidad que la extrema derecha es la primera fuerza en Francia, gobierna en Hungría y acaba de tomar el poder en Polonia cambiando enseguida a cinco jueces del Tribunal Supremo y disponiéndose a controlar internet y la prensa.

    Para ser feliz no piense que lleva un año parado y disfrute con que le hayan ofrecido un contrato de tres horas al día durante un mes. Mejor eso que nada ¿no?

    Para ser feliz no escuche a los ecologistas. No debe preocupare para nada del mundo que dejaremos a nuestros hijos y de los cánceres que nos meten en el cuerpo a través de lo que comemos y lo que respiramos.

    Para ser feliz escuche los informativos de deportes. Lea el As, Marca o Sport. Compleméntelos con Lecturas y Hola y comente bodas bautizos y separaciones. Vea TVE o Telecinco. Escuche la radio cuando hablan de fichajes, lesiones y alineaciones. Céntrese en fallas y toros. Ni de coña se detenga a preocuparse por lo que le cobran en medicinas y los medicamentos excluidos de la Seguridad Social.

    Para ser feliz no se le ocurra pensar en lo que han derrochado nuestros políticos p.e. en el aeropuerto de Castellón. Piense que aunque el aeropuerto sea una ruina Villanova de Alcolea, gracias a albergar esas instalaciones, puede que algún día tenga un colegio.

    Para ser feliz no piense en el caos del mundo árabe tras la guerra de Irak. Ni por asomo se le ocurra pensar que Aznar y su coalición de amigos practicaron el terrorismo y ocasionaron, apoyados en mentiras, millones de muertos y desplazados. Piense que Aznar ganó en prestigio y que su empresa familiar Famaztella, desde 2004 acumula 2,7 Mm de euros de beneficios y que nuestros ex presidente vende muchos libros y cobra 36.000 euros por cada conferencia.

    Para ser feliz no piense Ud. que sus huertos de naranjas son una ruina. Piense que el año que viene será mejor y que hay empresas que ganan muchísimo dinero con esa fruta.

    Para ser feliz no se fije en los que lo pasan muy mal por la crisis. Recuerde lo que Ud. ha trabajado en toda su vida y en lo que ha acertado en sus inversiones. Si a otros les ha ido mal será por culpa de ellos. Diga “que se jodan” utilizando la expresión de Andrea Fabra en el Congreso y reclame que le bajen los impuestos.

    Para ser feliz, consuma y consuma. Cuando algo se averíe o crea que está pasado tírelo. Un móvil y una impresora a los seis meses. Un televisor a los dos años. Un automóvil a los cuatro. Ni se le ocurra pensar las horas de trabajo que debe realizar para poner en su casa un nuevo artilugio y el coste que ello supone en despilfarro de materias primas y contaminación planetaria.

    Para ser feliz, sea moderno y olvídese de los Reyes Magos. Ahora el poder lo tiene Papa Noel. Celebre el Black Friday, el Día del soltero y el Halloween y prepárese para celebrar muy pronto el Día de Acción de Gracias con pavo incluido.

    Para ser feliz piense que su religión es la verdadera y que sus creencias son verdades absolutas. Piense que todos los demás están equivocados y respire hondo para no empuñar las armas contra los infieles, radicales y blasfemos.

    Para ser feliz ríase del cambio climático ¿se derriten los polos? ¿Se hunden islas? ¿Se incrementan los fenómenos atmosféricos adversos? ¿Desaparecen especies? ¿Van a producirse migraciones masivas por sequias extremas? ¿Se ha incrementado el nivel del mar en 8 cm desde 1992? ¡Patrañas! Pregunte al primo de Rajoy que es el que más sabe de esto.

    Para ser feliz Ud. no puede cabrearse porque el 80% de las empresas del Ibex tengan dinero en paraísos fiscales. Piense que cuando su bar cotice en bolsa Ud. podrá hacer lo mismo.

    Para ser feliz piense -y con razón- que los yihadistas cometen salvajadas. No se detenga a pensar en las atrocidades que nuestros amigos, con nuestro apoyo, han cometido deteniendo ilegalmente y torturando en Guantánamo y en prisiones secretas. Tampoco piense en que Gaza sea una enorme cárcel en donde Israel tiene encerrados y bloqueados a los palestinos. Ni en la ocupación y los asentamientos ilegales de los judíos en Cisjordania. Ni en las resoluciones de condena a Israel en la ONU. Ni en la injusticia cometida por nuestros gendarmes marroquíes contra los saharauis, privados de referéndum y de sus tierras. Para ser feliz olvídese de que unos arrojan bombas desde aviones sobre países ricos en materias primas y otros las ponen en sus cuerpos y las hacen explotar sin quitarles el embalaje.

    Para ser feliz no se agobie con la corrupción. El gobierno ha promulgado una ley para que los procedimientos de instrucción no duren más de 18 meses. Con pocos jueces y poco personal para investigar tanta corrupción acabará prescribiendo y los casos se reducirán.

    Para ser feliz no vaya contracorriente. “Franco no fue un dictador ni dio un golpe de estado. Puso orden en una España sumida en el caos”. ¿Han subido el IVA? El IVA, antes retraía el consumo pero ahora “había que subirlo para reducir el déficit”. ¿Una mujer disfrazada de Rey Mago? Imperdonable. “Se hizo en Málaga, pero era otra cosa”. ¿Un presidente de la Generalitat sin corbata? Una “falta de respeto y de nivel”. ¿Una cabalgata con reyes vestidos con otros aires? “Han matado una tradición y la ilusión de los niños” ¡No me diga que no molan respuestas tan divertidas! ¡Siga la corriente y disfrute con ellas!

    A pesar de todo intente ser feliz aunque no se lo pongan fácil.

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