elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Valencià
Por J. P. Enrique
Solo es una opinión... - RSS

Las compañías de telefonía y sus vendedores

    Hace unos meses me llamó un vendedor por teléfono que me hizo una oferta, en nombre de Movistar, difícilmente rechazable: “7.000 minutos gratis y todas las llamadas a 18 céntimos, con 15 por establecimiento de llamada. Le regalamos, además, -dijo- un Sony Ericsson”. Me llamó y como ese día, cosa rara, yo estaba dispuesto a conocer ofertas porque no estaba contento con Vodafone, mi compañía de móviles, pacientemente escuché lo que me fue contando y le pedí aclaración sobre el punto que suscitó mi interés:

    -¿7.000 minutos gratis?

    - Si así es – me contestó- es una oferta para nuevos clientes.

    ¿7.000 minutos gratis o 7.000 segundos? Recalqué por dos veces a mi interlocutor.

    El vendedor telefónico con acento sudamericano, antes mis dudas, me dijo que ellos son una compañía muy seria, que sí, que si que son minutos, 7.000 minutos,… que me mandaba el pack y que si no estaba de acuerdo tenía 15 días para devolverlo, sin ningún gasto.

    Me volvió a llamar varias veces en días sucesivos. Tomé nota de su oferta “7.000 minutos gratis” y le dije finalmente: No es que dude, pero necesito que su compañía me confirme por escrito que las condiciones que Ud. me da son exactas. Voy a mandarles un correo electrónico y en cuanto me lo confirmen ya le digo de antemano que acepto su oferta.

    Mandé un correo electrónico a la multinacional. Recibí al momento la respuesta automática: “Tomamos nota y le contestaremos en el plazo más breve”.

    Pasaron un dos, tres, cuatro, cinco, seis semanas…y la respuesta no llegó. Evidentemente era una confirmación imposible porque no era verdad. El vendedor me contó mentiras para que yo aceptara su oferta y luego… a ver a quien reclamo, si lo que me dijeron se lo llevó el viento.

    Decidí continuar con Vodafone que, ante la amenaza de irme, me regaló un móvil de los que deslumbran a quienes se paran en los escaparates de las tiendas de telefonía y me hizo un descuento muy especial del 30% durante doce meses, por ”mi calidad de cliente”.

    La primera sorpresa al recibir el espectacular unicelular es que al llegarme la factura, por culpa de mi curiosidad a mirar cada tecla lo que contenía, me había conectado sin querer a internet y por eso me facturaban 4 euros. Les llamé y les dije que no, que yo no me había conectado a internet, que solo había pulsado los botones para ver el contenido y aprender a conocer el aparato. Amablemente, tras soltarme que “todos dicen lo mismo” aceptaron devolverme los 4 euros facturados, por mi “calidad de cliente”. Ese día les deje claro que tomaran nota de que yo no quería acceder a internet por el teléfono y que me anularan esa opción para siempre.

    Pasaron 1,2, 3 meses y al cuarto, al revisar la factura descubro que me han facturado 12 euros “por servicio de acceso a internet”.

    He llamado al servicio de atención a cliente molesto ¿Cómo me cobran por acceder a internet si es un servicio que yo les dije que me anularan hace meses?

    - Lo siento. No se preocupe. Le devolveremos el importe, fue la respuesta de la voz amable, mecánica y desconocida.

    Me he hecho malpensado y me he dicho: “Algún responsable de aumentar los beneficios de la empresa, ha dado la orden de cobrar a todos los móviles con acceso a internet. Si hay 1.000.000 (es un suponer) a 12 euros da un total de 12 millones de euros. Como no todo el mundo mira el detalle de las facturas, habrá miles que pagarán y éso son beneficios que van directamente a la vena. Al resto se les devuelve el dinero en la siguiente facturación y, en el peor de los casos, hemos obtenido un préstamo gratis”

    Quizá no sea así, pero antecedentes no me faltan en el sistema financiero en donde he visto actuaciones no alejadas de la que acabo de describir.

    ¿Son errores? ¿Son robos? ¿Son políticas de negocio basadas en pequeños cargos que sumados en conjunto son espectaculares? ¿Son delitos que por su cuantía son difícilmente denunciables? ¿Son argucias del mercado? ¿Son ideas de algún jefe que busca lucirse?

    Cuando oigo decir que hay ladrones que les cogen, entran por una puerta y salen por otra, no puedo dejar de pensar en los ejecutivos que entran en su despacho, despluman a un montón de infelices y permanecen en su enmoquetado habitáculo meciéndose en un enorme sillón de auténtica piel. Unos son unos sinvergüenzas y los otros simplemente han tenido un error; se han equivocado y mandan a un recadero con contrato basura que te diga “Lo siento. Ud. perdone”.

    Moraleja: Si en algún tiempo tuvo valor la vinculación de un cliente a una empresa, sea bancaria, telefónica, eléctrica o de cualquier otro tipo, hoy lo inteligente es marcharse, o amenazar con marcharse, en brazos de otro competidor, como vía para obtener mejores condiciones de trato . Pero ¡cuidado! No se relaje y permanezca atento en los brazos de su nuevo amante, ya que le puede durar muy poco la felicidad.

    Elperiodic.com ofrece este espacio para que los columnistas puedan ejercer eficazmente su derecho a la libertad de expresión. En él se publicarán artículos, opiniones o críticas de los cuales son responsables los propios autores en tanto dirigen su propia línea editorial. Desde Elperiodic.com no podemos garantizar la veracidad de la información proporcionada por los autores y no nos hacemos responsables de las posibles consecuencias derivadas de su publicación, siendo exclusivamente responsabilidad de los propios columnistas.
    comentarios 3 comentarios
    j.megias
    j.megias
    18/07/2010 12:07
    sr.Carbonell

    Como usted comenta con el telefono,tambien ocurre con la luz , el gas,electrodomesticos,cohes,vivienda etc.El problema esta ,que hoy en dia las leyes permiten que estas multinacionales realicen estas ofertas tentadoras enmascaradas y las leyes permitan los vacios legales de defensa P.D Tal como estan las cosas cuando se contrata o compra algo se necesita un abogado (cosa que no esta al alcance de todos)

    Subir