Caiga sobre Garzón todo el peso del Gürtel

Fue un juez que se atrevió a procesar al entorno de ETA, algo que nadie había hecho anteriormente. Recibió amenazas de muerte y tuvo una contribución decisiva en la lucha contra la banda. Persiguió el narcotráfico gallego autorizando espectaculares redadas. Se atrevió con la corrupción de la cúpula de interior del gobierno de Felipe González. Hurgó en la investigación de una corrupta banda mafiosa que controlaba al PP y le proveía de financiación según todos los indicios. Trató de dar digna sepultura a los 140.000 muertos por el franquismo tras la guerra civil. Se atrevió a encausar a un general tan bendecido como sanguinario y sentó en el banquillo a dictadores argentinos que también se creían impunes y protegidos por sus leyes.

Su atrevimiento, sus éxitos y su excesivo protagonismo le fueron creando enemigos a lo largo de su carrera.

De tres delitos se le acusa y quien le acusa es una banda de delincuentes que dicen sentir quebrantadas sus garantías constitucionales. El primero es por intentar juzgar el franquismo (que el Supremo, ordenando los tiempos, ha colocado en segundo lugar). El segundo delito es por pedir el patrocinio a una empresa encausada por él. El tercero y principal por grabar a los abogados de una mafia que manipulaba a políticos, se beneficiaba de contratos millonarios, escondía dinero en paraísos fiscales y tenía tal poder que hasta el 2º de a bordo del PP valenciano se dirigía a ella para pedirle que intercediera ante Camps para que le colocara en otro puesto de responsabilidad en el gobierno. (Sonrojante, increíble, bochornoso, esperpéntico y clarificador de la calaña de nuestros políticos de mayor nivel). Más todavía: los cabecillas de la trama asistieron como invitados a la boda de la hija de Aznar. Camps vivió con el Bigotes un idilio sin saber que el corrupto, por detrás, le consideraba un gilipollas (Repito: sonrojante, increíble, bochornoso, esperpéntico y clarificador de lo que son algunos políticos votados mayoritariamente una y otra vez en esta Comunidad). Quien quiera meditar que lo haga: Si el poder político pedía a la mafia puestos en el gobierno ¿Quien mandaba realmente en nuestra Comunidad?

Por el tema de las escuchas, un juez ha logrado sentarle en el banquillo tras dictar siete resoluciones en un día y ayudar a los querellantes a hacer bien sus recursos. Aunque se le declarara inocente, el objetivo ya está cumplido. Con condena o absolución se habrá borrado del mapa a Baltasar Garzón y finalizará el escándalo del Gürtel, “dejando por su culpa libre a Correa y sus colegas” como dicen ahora, escandalizados, los que se escandalizaron cuando Garzón inició la investigación al PP y aplaudieron cuando fue contra la cúpula de interior de Felipe González.

Con otro juez como protagonista, las escuchas “ilegales” se habrían anulado en la parte que afecta a la defensa de los corruptos y punto final. Aquí se ha ido más lejos y se acusa a Garzón de prevaricador “ya que solo puede grabarse a terroristas” como afirman muchos tertulianos. ¡No es verdad! porque en el caso de Marta del Castillo otro juez sí las autorizó sin que nadie le acusara de nada y mucho menos de prevaricador.

Añado otro ejemplo sangrante: El juez del caso Malaya cobró dinero de narcos y sacó a un mafioso de la cárcel. El Supremo ha anulado su condena y tampoco fue acusarlo de prevaricador, en lo que parece ser una prevaricación tan clara. Otro juez, Francisco Javier Urquía al que la trama de Roca en Marbella compró por 73.800 euros y que el juez destinó a arreglarse una casa a cambio de varias resoluciones favorables a la trama marbellí, el TSA le condenó por cohecho y prevaricación a 17 años de inhabilitación. El Supremo, con el soborno probado, anuló lo de prevaricación. Ahí está de nuevo dictando sentencias. ¿Por qué nadie se ensaña contra esos jueces y tantísimos echan pestes sobre Garzón?

Garzón fue un juez la Audiencia Nacional que había osado mirar las finanzas del PP.

Una extraña alianza entre jueces y políticos para acabar con la “fama” de quien tanto odiaban. Unos por corporativismo y otros por meter las narices donde apestaba.

Se usaron argucias para que los tiros viniesen de donde más podían dañar la reputación de Garzón.

Yo no conozco un solo juez magistrado, de la instancia que sea, que no haya cobrado en cursos en conferencias financiadas por instituciones bancarias, compañías de seguros, fundaciones de partidos o despachos profesionales. Ni uno. Y no doy nombres de instituciones porque no resulta trascendente ni creo que afecte a la independencia de los jueces a la hora de juzgar.

Dos causas no se sostenían en pie. La del franquismo, porque si hubiese sido condenado por ello le habrían convertido en un héroe. Y la segunda la del dinero, porque se radiografiaron públicamente las cuentas de Garzón, de su mujer y de sus hijos hasta un detalle indecoroso e insufrible sin que nada irregular apareciese. Pero había que matar al lobo para calmar la rabia. Y la rabia estaba en la investigación de las finanzas populares.

(Confieso que sólo los cinco primeros párrafos de este artículo son originales míos. Como poco puedo añadir a lo que ya he dicho en otros comentarios, esta vez la cabecera la he tomado de un chiste del genial Forges, completando mi escrito con lo publicado en El País el 18 de Enero, por Jorge Trías Sagnier, que es abogado y fue diputado del 1996 al 2000 por el PP.)

CAMPS
Después de oír toda la basura que han sacado a la luz las grabaciones del Gürtel sobre las alcantarillas de la política del gobierno de Camps y saber que de los 9 votos del jurado hacen falta sólo 5 para absolverle y 7 para condenarle, pediría a sus fieles que en caso de producirse la absolución no saquen pecho y mediten sobre lo que hemos escuchado en el juicio.