Bárbara Rey y su rey / La SER / La derecha extrema / FACSA

Corría el año 1997  y por esas fechas Bárbara Rey era una vedete espectacular, admirada y deseada por muchos hombres. Uno de ellos, era Juan Carlos I. Desde sus altas estancias (ya que para eso era el Rey y además un rey mujeriego como lo ha sido a lo largo de la Historia toda la saga de los Borbones) la llevo a su lecho y mantuvo con ella relaciones amorosas.

Por aquel entonces la televisión creada en teoría para fomentar el uso de nuestra lengua, tenía un programa basura que se llamaba Tómbola en donde, con el dinero de todos los valencianos desfilaban famosos y famosillo para contar públicamente sus ligues, flechazos, divorcios, infidelidades, amoríos,… y todas esas cursilerías con las que el poder distrae a la gente para que no pierda el tiempo reflexionando en temas de educación, sanidad, mangoneos, enchufes, sobresueldos, robos y otras  corruptelas.

A ese programa invitaron un día a Bárbara Rey que, por dos millones de pesetas, estaba dispuesta a contar parte de lo que fue su ligue con el Borbón que se quedó sin su coraza protectora el día en el que se rompió la cadera acompañado de una tal Corina.

Según cuenta en su libro Ángel Moreno, el productor del espacio “cultural”  de Canal Nou, cuando la vedete ya estaba en los estudios de Burjasot, recibió una orden, desde la dirección de la cadena valenciana para que suspendiera la salida al plató de Bárbara Rey. Cuenta  que ella se enfadó mucho y que la calmaron pagándole el dinero prometido y  seguramente ofreciéndole algo más porque, el canal de los valencianos, al poco tiempo, destinó nueve millones de euros a una programa de cocina que se llamaba “la casa de Bárbara” que fue un fracaso de audiencia pero que se mantuvo del 2.000 al 2005 siendo presidentes de la Generalitat Zaplana, Olivas y Camps sucesivamente.

Al lado de ellos, en esa misma época, personajes como Rita Barberá y Carlos Fabra, expresaban una y otra vez su amor a la terreta, recibían aplausos, planeaban inversiones y gastos millonarios, mientras que, con sus hígados destrozados por el alcohol, balbuceaban incongruencias como que el calor es invernal y  el aeropuerto  para pasear.

En 2.005 dejó de emitirse el programa de cocina, y más tarde en 2012, lo recuperó  de nuevo A. Fabra (el que firmó la orden de pagar con dinero público a los abogados de los imputados del PP, seguramente para que no acusaran al partido).  El programa estuvo vigente hasta el cierre de la cadena repleta de enchufados y sin audiencia, en 2013.

Finalmente “Tómbola” acabó costándonos a los valencianos 32 millones de euros. No fue el único fiasco de Canal Nou. A su lado José Luis Moreno se llevó 21 millones en un programa de muñecos y cantantes. Otro que también tuvo su premio fue Sánchez Drago. A este le pusieron en la mano 9 millones de euros para que difundiera su ideología en un programa en donde indicaba que libros debíamos leer para no rebelarnos contra todo lo que estaba sucediendo en esta Comunidad hasta ser arrasada, sin entidades financieras y con los niños en barracones en lugar de aulas, porque lo normal era succionar y hacerlo con descaro en todos los rincones, pero repitiendo ¡eso sí! que  ellos, al revés que los otros, “sí administran bien los recursos públicos.”

LA CADENA SER

Me resulta escandaloso el control que el poder económico ejerce sobre los medios a los que domestica mediante la  publicidad o premiando a los periodistas sumisos, sin críticas o con críticas muy pequeñas que solo pretenden aparentar  independencia.

El último caso ha sido el fichaje de Augusto Delkader, presidente de la SER, nombrado consejero ejecutivo de la inmobiliaria SACYR. Hay que recordar que esta gran inmobiliaria es propiedad de Demetrio Carceller, imputado por el caso Bárcenas por pagar 200.000 euros según consta en la documentación del ex tesorero al que Rajoy  aconsejó ser fuerte.

El presidente de la cadena de mayor audiencia tendrá ahora una mano en la que le caerán billetes todos los meses y en la otra un micrófono a través  del cual deberá hablar de ética y de corrupción. Es el camino que recorren quienes ocupan puestos clave  como también ha sucedido con Arsenio Fernández, el que fue director general de la GC que acaba de ser fichado por REE con un sueldo de 150.000 euros. Esa misma compañía da empleo a seis altos cargos del PP y a dos del Psoe para que sean responsables, compartan, apoyen y callen  como lo han sido los nombrados en el Consejo de Seguridad Nuclear. A otro de la radio, Carlos Herrera, le miman  cuidando a su novia Cristina Díaz. Junto a estos casos hay una lista muy, muy larga. Demasiado larga.

DERECHA EXTREMA

Una nueva derecha extrema que se esconde bajo el disfraz de “salvadora” de los afectados por la crisis va ganando espacios y su mayor éxito es haber logrado llegar a la Casa Blanca. A su lado están Wilders en Holanda, Le Pen en Francia, Petry en Alemania, Netanyahu en Israel, Szydlo en Polonia, Orban en Hungría.

El modelo que predican es aislacionista y de acusar a los inmigrantes de todos los males que sufre un capitalismo que castiga a las clases medias y bajas con recortes  y precariedad.

El auge de este pensamiento, que no es  nada nuevo, viene de la escuela de Chicago de la mano de Albert Woldstetter con sus colegas Paul Wolfowitz y Richard Perle. Este último, en un informe, defendió acabar con Sadam (alumbrando a ISSIS), desestabilizar Siria e Irán. Objetivos conseguidos aunque solo parcialmente, porque con la llegada de Obama cambiaron las cosas y se firmó un acuerdo con Irán.

Con Trump el ascenso del general James Mad Dog Mattis se vuelve al punto inicial ya que este militar está de acuerdo en desestabilizar Irán. EEUU siempre ha hecho intervenciones militares en otros países utilizando la bandera de “la libertad”. Ahora  tiene más complicado utilizar esa franquicia y es muy peligroso que piense en otras alternativas y se disponga a poner orden apretando un botón que tiene a su alcance.

En esta deriva, Rajoy, sumiso, le dice por teléfono a Trump en siete minutos y medio (los otros siete y medio de los quince que duró la conversación fueron para el traductor porque ya se sabe que el presidente cuando oye hablar en inglés solo dice “qué”) que está ahí para lo que  necesite y para ayudarle como interlocutor en Europa y América latina ¡faltaría más! ¡American first!

FACSA, FOBESA, LUBASA,…

Facsa, Fobesa (ambas propiedad de Enrique Gimeno) y Lubasa, son empresas que tenemos cerca. Sus propietarios acaban de reconocer, con otros  nueve imputados arrepentidos, que han entregado 1,2 millones de euros al PP vía Francisco Correa.

Como no son ONGs está claro que estas empresas han buscado con su generosidad una relación exquisita con el poder en busca de tener facilidades en sus negocios. Una generosidad que lo normal es que la paguen los consumidores vía recibos de agua (que incluyen renovación de alcantarillado, asfaltado, peatonalización de calles, etc.) o con facilidades para lograr contratas que luego se incrementan con extras o imprevistos.

El PP por su lado se ha beneficiado con dinero extra para saltarse los límites que la ley fija en campañas electorales y poder gastar en publicidad y  mítines para convencer a los indecisos y continuar en el poder para desde ahí repartirse cargos. Un dinero también muy útil para controlar la información y limitar el alcance de noticias poco apropiadas o ningunearlas como ha ocurrido con la autopsia de Rita Barberá.