Alakrana, 10 reflexiones

Nos han entretenido con el tema del Alakrana durante  43  días que ha durado el secuestro. Apenas conocerse vino el ruido mediático  del PP (porque un ruido tapa otro ruido),  luego el  silencio de oposición, familiares y medios de comunicación ¡que guapos estaban todos callados! y tras la liberación nueva bronca, dejando un escenario en el que  es prácticamente imposible hacer una reflexión serena que  permita formarnos una opinión clara de lo sucedido.  Sin patriotismo pasional,  me voy a permitir anotar las siguientes reflexiones:

1.- Desde el barco, con los somalíes apuntando con metralletas,  los marineros daban entrevistas a los medios de comunicación españoles, relataban “el enorme sufrimiento por el que estaban  pasando y el peligro que corrían sus vidas” y el capitán pedía que se pagase el “canon establecido”. Utilizando el teléfono (con la metralleta de los secuestradores delante) pedían a sus mujeres que “hicieran ruido” (y lo han hecho de manual empujando en todos los estamentos). ¿Nadie se dio cuenta de que al convertir el secuestro en portada de todos los informativos se estaba propiciando que el gobierno se doblegara a las exigencias de los secuestradores? ¿Nadie pensó que las declaraciones  que nos llegaban desde el barco eran vigiladas/ordenadas por los secuestradores?.

2.- El Gobierno apremiado por la presión mediática, con el beneplácito de la oposición, ha terminado poniendo  el  Estado de Derecho al servicio de los secuestradores y se ha volcado en buscar  la manera de atender sus exigencias: pagar un elevado rescate y soltar a dos compañeros capturados. Han encontrado la solución, anunciando un juicio rápido con la posibilidad de extradición y sin  acusarles de pertenencia a banda armada, con un mal simulacro, para consumo interno,  de intentar capturarles en su huida.

3.- Cuando nuestros barcos están faenando a menos de doscientas millas de la costa de un Estado que no lo es, lo hacen con  impunidad, sin acuerdos de pesca, sin ningún control, sin contraprestaciones.  A las flotas que actúan así se las conoce en inglés  con las siglas IUU y en español  INDNR (Pesca Ilegal No Declarada y No Reglamentada). Los armadores acuden a estos caladeros conocedores del riesgo, por  no poder faenar en otros mares en los que  es necesario  firmar  acuerdos y  estar sometidos a controles de capturas. Los armadores conocen el peligro y su compensación son  beneficios del orden de 400 millones de euros.

4.- El Alakrana fue advertido por la fragata española Canarias de que estaba faenando en aguas somalíes alejadas de la protección internacional. No hicieron caso a las autoridades militares   que solo podían ofrecerles una relativa  protección dentro de la Operación Atalanta.

5.- En el proceso hemos visto como los jueces se pasaban unos a otros la pelota de los  dos detenidos y al Gobierno buscando fórmulas para atender las exigencias somalíes.

6.- Negociar y pagar (la investigación para averiguar si se ha pagado ordenada por el Fiscal General  del Estado no creo que vaya demasiado lejos) es algo todos tenemos claro que se ha hecho. Lo primero es evidente y lo segundo  también, aunque nadie lo confirme porque es una ilegalidad. La pregunta que me viene a la cabeza es obvia:  ¿Se puede negociar con esta gente y no se puede negociar con los fanáticos separatistas de ETA, como se ha hecho con éxito en Irlanda?.

7.- El barco español parece que navegaba sin bandera española y cuando se le complicaron las cosas acudió a   solicitar la protección de esa bandera bajo la que no estaba faenando.

8.- Que Somalia sea un país destrozado no debiera ser  excusa para entrar en sus aguas y aprovecharnos de su riqueza pesquera. A este respecto leía unas declaraciones de Julio Tapia (Presidente de la asociación Ayuda Urgente a África), que con la autoridad de haber estado allí durante 17 años como cooperante decía: “El 70% de somalíes a los que aquí llamamos piratas, allí se les denomina guardacostas. Somos nosotros quienes vamos en busca de un botín sin ofrecer nada a cambio”. Me inclino  a  pensar que en un principio los somalíes se organizaron en grupos de autodefensa para resguardar su riqueza piscícola y a partir de ahí, una vez  “profesionalizados” han acabado convirtiéndose en asaltantes de barcos en busca de beneficios para los clanes dominantes.

9.-El  Alakrana es solo uno de los 11 barcos y 262 tripulantes que hay ahora mismo en poder de los piratas. ¿Se está haciendo tanto ruido en sus respectivos países como el que aquí hemos montado?.

10.- Somalia no tiene ni gobierno ni medios para defender sus aguas territoriales (tampoco hay gobierno en Afganistán y allí estamos intentando construirlo). No podemos aprovecharnos de esas circunstancias para vaciar uno de los pocos bancos de pesca que aún cobijan los mares.

Ha finalizado el secuestro y finalizará el ruido político (tapado por el siguiente ruido). A partir de ahí veremos al capital del Alakrana o a algún miembro de su tripulación  pasearse por los platós televisivos vendiendo exclusivas. Atentos a la pantalla.