Agua para todos

Me he levantado, hoy 5 de Octubre, con la previsión de acudir a las siete de la tarde a la Asamblea de afectados por la recientes inundaciones y como siempre suelo hacer cada mañana, he puesto el noticiario televisivo mientras desayunaba y en ese momento una conocida voz estaba diciendo: “Cuando no se previene, cuando no se toman medidas para prevenir las catástrofes, pues ocurre la catástrofe y hacemos el ridículo; cosa que por cierto no ocurre en otros países de la Unión Europea, en donde previenen para evitar que ocurran estas cosas”.

Pensé por un momento que el líder de la oposición del PP estaba criticando a la Confederación Hidrográfica, al equipo de gobierno de Burriana y a la Generalitat Valenciana por no tomar medidas para evitar en lo posible la gota fría que acabamos de sufrir. No, no se refería Rajoy al drama que aquí hemos vivido, sino al apresamiento de un barco vasco por unos piratas somalíes que dicen defender, con granadas y metralletas, la riqueza de sus fondos marinos.

No pretendo en este comentario hacer una crítica despiadada contra nuestro Ayuntamiento como la que Rajoy ha hecho para sacar jugo a lo ocurrido en Somalia en busca de algún voto indeciso que ande por ahí suelto. No quiero hacerlo porque aquí he detectado un hecho que por lo infrecuente es de agradecer: escuchar al concejal Pedro Sancerni pedir disculpas públicamente y sentir, como en carne propia, el dolor de los afectados, aunque algunos lo consideren un gesto insuficiente y pidan su cabeza en forma de dimisión.

Pedro Sancerni, nuestro concejal (que solo es responsable en la medida en que forma parte de un gobierno y de un partido que han hecho bandera y han obtenido rentabilidad de un urbanismo feroz) nada tiene que ver con la forma chulesca de Ricardo Costa y la hipócrita de Francisco Camps que echan balones fuera y culpan a Zapatero, a la policía, a los jueces y al fiscal general del Estado de un olor nauseabundo que se esparce desde sus despachos, reflejado en las conversaciones grabadas por la policía y hechas públicas por El País y el Mundo, en donde para mí lo grave no es que se vulnere el secreto de sumario, sino que exista tanta corrupción entre quienes nos gobiernan en esta Comunidad en donde se ha beneficiado a una trama mafiosa con centenares de contratos troceados (eso es para mi el problema y no cuatro trajes o dos bolsos como se han cansado de repetir).

Hay que recordar que mientras la Generalitat disponía de fondos para sus apresuradas inversiones en circuitos y copas veleras (contribuyendo así al déficit del Estado del que tan bien saben quejarse) en los cajones de sus despachos se llenaba de polvo un Plan de Acción Territorial de Carácter sectorial contra inundaciones (conocido como Patricova) elaborado por la Consejería de Medio Ambiente. La no ejecución de este Plan por falta de presupuesto (el gobierno siempre ha de elegir entre cañones y mantequilla como decía Goebbels) ha servido también para paralizar los proyectos urbanísticos de muchos municipios afectados como es el caso de Burriana.

Patrocova, muerto de risa en un cajón, contempla inversiones por valor de cuatro millones de euros en el río Veo, que el Ayuntamiento no ha reclamado y la Generalitat no ha ejecutado y ni siquiera se ha redactado el proyecto. Había otras prioridades.

Las gotas frías van a seguir produciéndose en nuestro litoral, según dicen los expertos, cada vez con mayor frecuencia debido al calentamiento del mar como consecuencia del cambio climático, y esa verdad científica debe servir para que quienes tienen responsabilidad para ello, reflexionen un poquito y abran los ojos a la necesidad de dar salida de las aguas al mar y de parar los pies a un urbanismo anacrónico, depredador de suelo, que nos resta calidad de vida.