Increíble, pero cierto
Leo con estupor, la noticia que aparece en este mismo periódico, el jueves 28. Sobre las 12 del mediodía, unas carteristas roban a dos señoras de más de 50 años, mientras subían en el ascensor del ayuntamiento, un total de 1.000 € en metálico que llevaban, con la intención de pagar unos tributos.
Las personas que siguen habitualmente mi columna, no les debe sorprender la noticia de un nuevo hurto, robo, asalto, expolio, timo, estafa, saqueo, pillaje, etc., que tantas veces he denunciado y detallado.
Lo que no podía imaginar jamás, es que gentes ajenas a nuestra casa consistorial, se atrevieran a perpetrar sus fechorías, en un lugar tan emblemático y representativo.
Hoy me he personado en el ayuntamiento, para tratar de averiguar más datos sobre lo ocurrido y he podido comprobar que todo lo redactado en la noticia es cierto y está bien informado. Recomiendo su lectura para entender todo lo sucedido. Luego regresen.
Significativa la postura del agente de guardia, cuando manifiesta que el ascensor se encuentra fuera de toda protección policial. Solo falta que se haga publicidad, de los sitios donde se puede delinquir tranquilamente, sin que te pillen. ¡Menudo chollo!
Muy lamentable, la crisis nerviosa que han sufrido las víctimas, después de la cual han tenido que desplazarse hasta la casa cuartel de la Guardia Civil, para interponer la correspondiente denuncia formal que ojalá me equivoque, no les va a servir de nada. Lo digo por reiterativa experiencia de sufrido denunciante.
Recuerden, en el ayuntamiento de Burriana ya no se ponen denuncias, allí te las ponen a ti, pero tú no las puedes poner a los que atropellan tus derechos. Claro, así es como en nuestra ciudad desciende el índice de delitos. Muerto el burro, la cebada al rabo.
Haciendo mis averiguaciones, me encuentro con una concejala del PSPV-PSOE que me cuenta que el pasado martes 26, mientras estaba en el Pleno Extraordinario, dejo su bolso en la oficina del partido, sita en la planta baja del mismo ayuntamiento y cuál fue su sorpresa que al ir a recogerlo, terminada la corta sesión, descubrió que habían abierto la puerta y se habían llevado su cartera, con dinero, tarjetas, carnets y otras pertenencias.
¡Increíble, pero cierto! ¡En tres días dos robos dentro del ayuntamiento!
¿Quién vigila el edificio comunal más importante de Burriana? ¿Qué robar en el ayuntamiento se ha convertido en el examen de reválida, para obtener el sobresaliente “cum laude”, en el doctorado de delincuencia común?
¿Pero, como es posible que se pueda entrar tan tranquilamente, en pleno día a nuestro ayuntamiento y estar expuesto a que te desvalije cualquier ratero o carterista?
Como me decía un ciudadano que acudía a protestar por un pago abusivo de licencia de obras menores, “a lo que estamos habituados en esta casa, es a subidas de impuestos, tasas y contribuciones, con el anuncio alevoso de que no van a subir, pero este otro tipo de robos que están pasando, era impensable hace unos años”.
Esto parece la versión siglo XXI del cuento de Alí Babá y los 40 ladrones, versión en 3D, con subtítulos en valenciano de la Academia Valenciana de la Lengua, revisados por el Servei de Normalització Lingüística del Magnífic Ajuntament de Borriana.
Cuando presentamos 1.309 firmas, solicitando más vigilancia y mayores controles policiales, se me tachó de irresponsable por estar provocando infundada alarma social en la población.
Cuando denuncio y exijo la seguridad ciudadana que no tenemos, mientras a otros afortunados con nuestros impuestos se les facilita seguridad personal, al escuchar de viva voz manifestar que ha disminuido la delincuencia en Burriana, solo deduzco una hipótesis.
Nuestros gobernantes están tan bien protegidos que hasta los ojos les han sido vendados para no ver y los oídos taponados para no oír, lo que otros al desamparo de la justicia, miramos y escuchamos. “No hay más ciego que el que no quiere ver, ni más sordo que el que no quiere oír”
Yo no quiero más aeropuertos, fórmulas 1, copas del América, desdoblamientos de carreteras, campos de golf, balsas de galápagos, muros de contención, planes de Ciutat Vella, calles San Vicente y Pedro Pascual, bosques y jardines, etc., etc., etc., lo que necesitamos cada día más, por lo que estamos observando, es una mejor y mayor seguridad ciudadana, porque la que tenemos está resultando insuficiente.
Cuando el ciudadano, harto de verse desprotegido, comience a administrar justicia por cuenta propia al amparo de su propia ley, vendrán llantos y lamentos por preventivas soluciones que no se están haciendo o que se tenía que haber hecho hace cuatro años.
En unos días comienza la campaña electoral y nos van a lacerar los oídos con slogans chapuceros, promesas que no van a cumplir y soluciones fantásticas para todos los males, como si de charlatanes buhoneros se tratase. En sus carromatos circenses de mil fantasías, nos van a regalar bolígrafos, llaveros, gorras, abanicos y lo más deslumbrante, sus programas electorales.
Los voy a revisar con lupa, como suelo hacer siempre y durante los próximos cuatro años, les voy a ir contando todo lo que no cumple el partido que gobierne, para que comprueben si han jugado bien sus cartas, a la hora de depositar sus votos al partido ganador.
De todos modos estén bien atentos y no se crean todo lo que nos digan, porque si no toman todos los estamentos correspondientes, muy seriamente el tema de la seguridad ciudadana, el día menos pensado, nos levantaremos de dormir e igual han venido unos “profesionales de lo ajeno” y nos han robado el Campanar.
Añadan ustedes la burrada más gorda que se les ocurra que a lo peor igual aciertan y soy yo el que supuestamente me haya quedado corto.
Despues de leído Don Santiago y la retahila de comunicantes con soporte de Don Miquel Bataller; creo que a no tardar, va a aparecer en nuestra localidad aquel célebre periódico o semanario, no recuerdo bien, creo que su mancheta era "El Caso"- Por cierto creo, que el Inspector de la guardia municipal, lo adquiria para que sus subordinados lo leyeran (es un decir de aquellos remotos años) y buscaran por esta "city" si se topaban con el ladrón de turno "nacional", ya que asesinos eran muy escasos, pero alguno había de envenenador@". Ojo al parche, entrar en la Casa Consistorial con armadura y maza de pinchos a la Edad Media, por si acaso, pues no está nuestra economía personal para sustos. Don Santiago su lupa "fabulosa" y Don Miquel sus dictámenes los tendremos en cuenta. Felices votaciones...si no roban las urnas. Venga.