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Por Miguel Ángel Bodí
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El turismo de nunca empezar y el Arenal Sound

    En estos días de un caluroso como nunca verano, cuando ya las hordas juveniles procedentes de toda España empiezan a inundar nuestras calles del Puerto y de la Malvarrosa, parece oportuno hacer unas reflexiones sobre el turismo en Burriana, del presente y del futuro, ya que el pasado no tiene solución.

    En efecto, se llevan ya muchas legislaturas, de todos los colores,  pidiendo a nuestros gobernantes una apuesta clara por el impulso decidido hacia una  economía basada en el turismo, que ponga en el lugar que se merece nuestros importantes atributos municipales, sobre todo con una costa de 11 Km que muchas otras ciudades llegan incluso a envidiar.

    Pero muy poco se está haciendo para planificar ese futuro salvo alguna actuación aislada sin continuidad o esporádica como la realización de un Plan Estratégico de Turismo en el año 2017, aprobado por todos los partidos políticos y que el  equipo de gobierno actual ha dejado en el cajón de los proyectos olvidados.

    Tampoco ha servido de nada el Documento del Foro 2030, redactado como consecuencia de los problemas económicos derivados de la pandemia y cuyo objetivo era planificar la ciudad con una mirada a largo plazo. A pesar de contar con una valiosa aportación ciudadana de expertos de diferentes temas, el equipo de gobierno ha preferido obviarlo y  ha terminado también en el cuarto oscuro del olvido.

    Si la eficiencia en cualquier empresa o institución consiste en obtener los máximos objetivos con el mínimo de recursos, está muy claro que el gobierno del PSOE y Compromís es uno de los más ineficientes que hemos tenido, ya que con unos buenos proyectos, que han costado  mucho tiempo y dinero en sacar adelante, no han sido valientes para llevarlos a cabo, aunque en sus mil excusas permanentes nos quieran hacer creer que los tienen en cuenta. Si los tuvieran en cuenta, no estaríamos cada año haciendo el ridículo en Fitur, sin una política definida de producto, ya que igual apostamos  para que el mundo conozca nuestro patrimonio  modernista, que el Clot, que la citricultura, que las playas o este último año “el coentet i el peix de llonja”.

    Y si la eficacia consiste en la capacidad para logar los objetivos que se proponen, está también muy claro que nuestros dos partidos gobernantes son de los más ineficaces que hemos sufrido, ya que comienzan muchos temas pero luego solo dan tumbos cambiando de parecer y sin ser capaces de llevarlos a cabo. Este es el caso de las instalaciones del ambulatorio del Puerto,  del que se pretende ahora vender a la opinión pública la cuarta ubicación en estos últimos años o incluso el proyecto del Arenal,  del que no tiene sentido que  se intente ahora urbanizar solo 8.000 de los  250.000m2 sin tener una visión global del conjunto. Tampoco se salva el proyecto de Sant Gregori, del que se vanaglorian  que va a ser nuestro futuro turístico más ambicioso, pero solo hablan de boca para adentro y no se atreven a venderlo fuera de la ciudad.

    Pero el colmo de la falta de eficacia y de la ineficiencia de este equipo de gobierno  es, sin duda, el espectáculo que estos días estamos sufriendo, el de un mastodóntico festival juvenil que se distingue solo por sus excesos en cuanto a molestias ciudadanas y en cuanto a sus defectos en lo que poco que aporta  a la ciudad.

    ¿Es que no hay nadie en el equipo de gobierno que sea capaz de darse cuenta que después de 13 años de Arenal Sound, que nos vendieron como el impulso turístico que esta ciudad necesitaba, seguimos estando igual o incluso peor que antes?

    ¿Es que nadie se ha dado cuenta de que el único beneficiario de este desaguisado es una empresa, la misma que nos ha birlado una parte importante de los terrenos públicos del Arenal, que no necesitaban para nada, pero  que cuanta más gente venga más dinero gana?

    ¿Es que nadie se ha dado cuenta todavía de que la capacidad económica de los jóvenes que nos inundan es muy escasa y que hasta nuestra hostelería local ha llegado a decir  públicamente que este festival no es beneficioso en general para el sector?

    ¿Es que nadie se ha dado cuenta de que no caben en la zona marítima 50.000, 60.000 o 70.000 jóvenes, convendría algún día saberlo con exactitud, que colapsan todos los servicios municipales y las pocas infraestructuras con las que contamos?

    ¿Es que tan poco conocimiento de la realidad existe en nuestros actuales mandamases  que ya han dicho públicamente que si en la próxima legislatura siguen en el gobierno, el Arenal Sound seguirá tal como hasta ahora, olvidándose por completo de cuando estaban en la oposición?

    Nadie del equipo de gobierno parece que se acuerde de la Sentencia 479/2016 del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana de 31 de mayo de 2016 en que literalmente se dice: “el evento debió como mínimo situarse a 5 km de su ubicación, para evitar precisamente las agresiones acústicas que se han producido, alejándolo de las zonas con usos residenciales significativos”…. “sería necesario un estudio más profundo para determinar si realmente el festival ha sido beneficioso para los ciudadanos de Burriana. No hay que olvidar que son 55.000 personas las que invaden un casco urbano durante más de cinco días con sus noches”.

    Por cierto, y conviene no olvidarlo,  esta sentencia condenó al Ayuntamiento a indemnizar por unos 20.000€ a los vecinos denunciantes.

    Después de tantos años sufriendo tantos excesos, debería ser la hora de empezar a hacer caso a gran parte de la opinión pública, a los expertos, al Plan Estratégico de Turismo y al Documento del Foro Burriana 2030, para que  sepamos sacar provecho de lo mejor que tenemos, nuestro clima, nuestra costa y para que toda la ciudad salga ganando, no solo unos pocos.

    Que conste que no creo que haya nadie en Burriana, ni los ciudadanos que pueden llegar a sufrirlo, ni por supuesto los jóvenes que lo disfrutan, que esté en contra de los festivales, que pueden ser un recurso turístico de primera magnitud si se sabe implementar adecuadamente.

    Por ello, tal como ya se está haciendo en Benicassim, puede ser el momento de crear un recinto propio de festivales con todas las comodidades y con los mínimos perjuicios al entorno en la esperada urbanización de los terrenos del Arenal, de tal manera que permita la celebración de varios eventos al cabo del año, con capacidad para 20.000 o 25.000 personas como máximo (que ya es mucho) y con un público más variado y con mayor capacidad adquisitiva. Se podría conseguir hasta financiar parte de estas inversiones con los Fondos  Next Generation, que otras muchas ciudades ya están aprovechando al crear su propia Oficina de Gestión de Fondos Europeos, pero que en nuestra ciudad brilla por su ausencia.

    Creo que ha quedado muy claro que este festival no nos aporta nada a nuestro futuro turístico, más bien sus organizadores se están aprovechando de la falta de un equipo de gobierno valiente que sepa relanzar los recursos de la ciudad y ponerse al frente liderándola o defendiéndola ante quien sea con el tesón y la ilusión que se merece.

    En cambio, el turismo de festivales, junto con la puesta en valor de nuestro patrimonio cultural y artístico, nuestras playas, nuestras gentes  y nuestro clima,  dentro de una necesaria política  global, puede ser una apuesta novedosa y moderna para encontrar esa posición turística que tanto tiempo se viene buscando.

    Espero que, si no éste, el próximo equipo de gobierno, sea capaz de darse cuenta de ello.

    A quien corresponda, mucho ánimo en el empeño.

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