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Por Miguel Ángel Bodí
Reinventar Burriana - RSS

La necesidad de un plan estratégico de ciudad

    Parece que fue ayer pero ya llevamos más de un año desde las últimas elecciones municipales en las que resultó un nuevo equipo de gobierno que lleva desde entonces  las riendas de la ciudad.

    En todo este tiempo se han sucedido diferentes actuaciones novedosas que trasladan a los ciudadanos la intención de los nuevos gobernantes en mejorar la ciudad y su actividad económica y social, como son los planes de choque de limpieza, las reuniones periódicas con vecinos o entes sociales para solventar sus problemas inmediatos o la voluntad de establecer una estrategia de futuro para relanzar la ciudad.

    Algunos proyectos iniciados en años anteriores ya se están llevando a cabo, como el desagüe de las aguas pluviales en una zona de la Serratella mediante Tornillos de Arquímedes, la apertura de las obras del Barranquet o la de un tramo de la Avenida del Mediterráneo para mejorar los accesos a la playa, aunque en este caso falta realizar todavía una ampliación, prevista su inicio en octubre,  para modificar la obra aumentando los necesarios aparcamientos  que el nuevo equipo de gobierno pidió infructuosamente en la oposición y que ahora, al fin, se ha aprobado.

    Por otra parte, hay una serie de proyectos en marcha que se deben computar en su mayor parte en el haber de la nueva corporación, como el inicio del colector de la Avenida del Cardenal Tarancón o el tanque de tormentas al final del Barranquet que van a evitar los graves problemas de inundaciones que recurrentemente tenemos en nuestra ciudad y que, afortunadamente, hay un equipo de gobierno valiente que ha priorizado la solución a esta cuestión frente a otros asuntos.

    La propuesta de un parquing de caravanas en la zona de la Serratella, de un nuevo parque canino en la ciudad para evitar las molestias vecinales del anterior, la necesaria e inminente remodelación del centro de la ciudad, el aumento de aparcamientos, aunque provisionales, sobre todo en la zona marítima, la aprobación de la concesión de los terrenos al lado de la Iglesia para la construcción de un nuevo multifuncional y ambulatorio, o el inicio del Plan Especial del Arenal como arranque de un nuevo diseño de la zona marítima para un mejor aprovechamiento turístico, acompañado de la aprobación por Consellería de la construcción de una nueva depuradora, suponen un inicio prometedor de la nueva ciudad que está por venir.  

    Pero para que el proceso de construcción de la nueva ciudad sea más efectivo, no cabe duda de la necesidad de un Plan Estratégico de ciudad como herramienta completa de planificación local que defina la actuación municipal a corto, medio y largo plazo, estableciendo unas líneas de acción concretas y viables, basadas en las necesidades reales y con propuestas de financiación adecuadas.

    Un Plan Estratégico de ciudad evitaría la falta de adaptación de muchas actuaciones municipales dirigidas al fin último que se pretende, como le ocurrió al anterior equipo de gobierno, con actuaciones deslavazadas un año tras otro, sin tener claro lo que la ciudad más necesitaba.

    Además, un Plan Estratégico surge no solo como consecuencia de decisiones personales de unos políticos que pretenden  mejorar la ciudad, sino a través de una participación ciudadana de todo tipo de asociaciones vecinales, empresariales o sociales, por lo que es el resultado de un consenso ciudadano muy importante que permite afianzar su consecución.

    El periodo temporal que debería abarcar este Plan sería como poco esta legislatura y la siguiente, 7 años, a la vista de los muchos trámites burocráticos que impiden que en una legislatura se concluya todo lo que se pretende, problema añadido a los pocos recursos económicos disponibles si no se mejora notablemente la actividad económica en el municipio, necesidad perentoria y una de las finalidades de este Plan Estratégico.

    Este Plan ayudaría mucho al conocimiento de la ciudadanía del objetivo propuesto, de  los medios que se tienen para relanzar la ciudad y de la definición del camino a seguir para ello, con un seguimiento  constante de si se están cumpliendo los fines perseguidos en el tiempo estimado.

    Incluso podría llegar a ser muy interesante para las diferentes concejalías, que tendrían un documento marco al que ceñirse y efectuar un control periódico de los resultados.

    Alguien podría criticar que lo importante es actuar y no perder tiempo en pensar el futuro de la ciudad, pero este proceso no debe de llevar más allá de 6 meses, con lo que al final de este 2024 se tendría ya una línea clara de actuación que permitiría que todas las acciones propuestas o por proponer vayan en el sentido de mejorar la ciudad en aquello que se persigue, más aún cuando las limitaciones son muchas y las necesidades todavía mayores.

    Muchas ciudades con cambios importantes en los últimos años, como Málaga, Bilbao o incluso Valencia han seguido su propio Plan Estratégico que les ha llevado a ser punteras en, entre otras facetas, en temas turísticos. En Burriana, hace poco se hicieron pinitos con dos Planes estratégicos de turismo, de 2017 y de 2022, o con el documento de 2021 surgido del Foro Burriana 2030 con aportaciones muy interesantes, pero que desagraciadamente se guardan en el cajón de los olvidos.

    Una de las primeras dificultades para llevar a cabo este Plan, que surgiría del debate previo, es sin duda la falta de financiación suficiente con los recursos actuales, por lo que sería más que necesario empezar por conseguir subvenciones de todo tipo, provinciales, autonómicas, estatales o europeas, que permitan llevar a cabo las inversiones propuestas.

    Pero como refleja la cita del  científico Albert Einstein, “no esperes resultados distintos si sigues haciendo siempre lo mismo”, habrá que ser valiente, dejar de hacer siempre lo mismo y mejorar la gestión municipal dedicando personal exclusivamente a este fin, mediante técnicos o incluso mediante asesores municipales que se dediquen a este objetivo.

    Otras ciudades del entorno ya tienen, aparte de técnicos en la búsqueda de mayores subvenciones, asesores dedicados a mejorar la gestión municipal, como Almasora u Onda con 4, Vila-real con 12 o Castellón con 25. Burriana no tiene ninguno, los tuvo hace bastantes años pero no fueron especialistas como ahora sería necesario incorporar.

    Es muy importante para cualquier organización definir a dónde se quiere ir y más aún en nuestra ciudad que tiene una situación prometedora con una franja marítima envidiable, unos recursos naturales excepcionales y una historia incomparable, que con una guía a seguir, puede suponer  un antes y un después en nuestra ciudad, como lo fue en su día el acceso a los mercados europeos de nuestra naranja.

    Para ello es más necesario que nunca el Plan estratégico que nos marque el camino y la contribución de todos, políticos y ciudadanos, a la visión de una nueva Burriana, la que entre todos decidamos y la que entre todos llevemos a cabo.

    El equipo de gobierno, al que se le distingue una voluntad encomiable de mejorar la ciudad en este primer año de legislatura,  no debe conformarse solo con gestionar desde una cómoda zona de confort con la que conseguir ganar las próximas elecciones, reto nada complicado a la vista del deterioro político de la actual oposición con prácticamente todo el equipo pendiente de renovación. 

    Como dijo un político y estadista brillante, Winston Churchill,  “el político se convierte en estadista cuando deja de pensar en las próxima elecciones y comienza a trabajar para las  próximas generaciones”.

    A quien corresponda, mucho ánimo en el empeño.

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