Los tiempos también cambian para los animales
“La grandeza de una nación y su progreso moral puede ser juzgado por la forma en que sus animales son tratados”.
(M. Gandhi)
A principio de los 60, Bob Dylan cantaba “The times they are a-changing”. Advertía a los mayores que los tiempos estaban cambiando. Avisaba a los padres y madres que la vida de sus hijos ya no sería igual que la que ellos habían vivido, les pedía que dejaran de criticar lo que no podían entender. Las advertencias de Dylan se cumplieron y la juventud pasó a vivir una vida mejor.
Percibo que se están produciendo cambios, a mejor, en las condiciones de vida de los animales, tan importantes para ellos, como los que tuvo la juventud en los 60. Expondré tres ejemplos.
La última semana de 2019, como consecuencia de unos petardos que tiraban, se escapó de su vivienda de Borriana, la perra Sadie. Su propietario, Aitor, solicitó ayuda para su búsqueda. Inmediatamente tuvo la colaboración de familiares y amigos, incluso de amigos de Castellón, buscando personalmente a Sadie por todo el pueblo. También solicitó ayuda por medio de su perfil de Facebook (Aitor Soy). En pocas horas la solicitud se había compartido en más de 300 perfiles de Facebook. Cualquier que tuviera conocimiento del acontecimiento, pudo apreciar como Aitor buscaba desesperadamente a su perra, como se hace cuando desaparece un miembro de la familia. Manifestaba la angustia propia que se siente cuando desaparece un ser querido. Fue sorprendente la cantidad de personas que, por medio de la red, trataron de darle ánimos y se mostraron preocupados por Aitor y su perra. Sobre todo, cabe destacar la intervención de la policía local que enseguida entro en acción en busca del animal y que pronto dio frutos. Lamentablemente Sadie había sido atropellada y tenía una pierna rota. Aitor recogió a Sadie, la llevo a una clínica veterinaria, donde fue sometida a la correspondiente intervención quirúrgica y cuando estuvo en condiciones el animal volvió a su casa. Es decir, al animal se le buscó y se le prestó la atención médica como se hace con un miembro de la familia. Me sorprendió el temple mostrado por Aitor, en el mensaje que difundió informando que habían encontrado Sadie y agradeciendo la colaboración de familiares, amigos, policías y veterinarios. Me sorprendió, porque a pesar de la pesada carga de dolor que reflejaba su rostro, fue capaz de ser comprensivo y manifestar que cualquiera puede atropellar un perro, pero fue duro con la acción de abandonar al perro atropellado, sin avisar a nadie. Dijo que eso es propio de cobardes desalmados, opinión que comparto. Añadió que, igual que él está dispuesto a asumir las consecuencias de los daños que pueda provocar su perra, las personas deben asumir las consecuencias de un atropello, que podrá ser con, o sin culpa. Por cierto, Aitor también dedica tiempo a encontrar soluciones para perros abandonados o perdidos. El caso es que me consta que cada día son más las personas que tratan a sus mascotas como Aitor.
El pasado 22.05.2019 el Juzgado de lo Penal nº 26 de Barcelona dictaba una sentencia que significa un importante precedente judicial en favor del respeto a los animales. Hasta ahora, las condenas por delitos contra la fauna, eran por cazar animales protegidos o utilizar métodos de caza prohibidos. Mientras las condenas por maltrato animal, se trataba de animales domésticos como gatos y perros. Es decir, no se conocían precedentes en el que se haya condenado como maltrato animal casos de animales silvestres que viven en estado salvaje. Sin embargo, la citada sentencia condena por los siguientes hechos: el dueño de una finca colocó dos jaulas trampa de grandes dimensiones con el fin de capturar animales salvajes, de forma indiscriminada. En una de las cajas jaula, se capturó un zorro. El propietario dejó al animal dentro de la jaula atado por el cuello con un hilo eléctrico a los barrotes de la jaula y sin dejarle ni comida ni agua. Pasados unos días cuando el animal fue localizado por el Centro de Recuperación, lo tuvieron que sacrificar debido la gravedad de las lesiones que el animal presentaba por la situación de confinamiento y desamparo causados intencionadamente por el cazador. El tribunal interpretó que la permanencia efectiva y absoluta bajo el control humano, de la persona que lo ató en la jaula, así como que su cautiverio fue prolongado, permite concluir que el animal ya no vivía en estado salvaje, por consiguiente, se puede aplicar la condena prevista para el maltrato de animales que viven bajo el dominio de las personas. Es decir, sienta el criterio que se puede condenar, cuando se maltrata a un animal salvaje que vive bajo el control de las personas.
El gobierno actual acaba de crear una Dirección General de Derechos de los Animales, cuyo director es Sergio García Torres. Será la primera vez que un alto cargo del Gobierno Central vele por los animales a nivel estatal. Se trata de una persona con una experiencia de más de 20 años en el movimiento de protección y defensa de los derechos de los animales. En sus primeras declaraciones de intenciones manifestó que "Hay que cambiar la sensación de impunidad ante el maltrato animal". Así mismo, se marca como objetivos para la legislatura aprobar una Ley de Protección Animal, rebajar el IVA de los productos veterinarios y regular el uso de animales en circos. Esperemos que pueda cumplir todo su programa. En fin, a ver si es verdad y los animales consiguen un mejor trato.