La sociedad avanza en diagonal hacia la izquierda
Que yo recuerde, el significado político, del término “izquierda” y “derecha” tienen su origen en la Revolución Francesa de 14.07.1789. Fue al constituirse en Francia la Asamblea Nacional Constituyente, para redactar una nueva Constitución.
El primer día los diputados buscaban sentarse cerca de los de su misma ideología. Así acabaron formado tres grupos. A la derecha de la Cámara se sentaron los denominados Girondinos, a su izquierda los Jacobinos. En el centro los diputados que no estaban alineados con ninguno de los otros dos grupos. Esa ocupación de la Cámara por los diputados se mantuvo en el futuro. Así que denominar izquierda a los progresistas, centro a los centristas, y derecha a los conservadores, tiene su origen por el lugar que ocupaban en la Cámara.
La principal diferencia era:
- La derecha, (Los Girondinos) querían una monarquía parlamentaria y derecho de sufragio no universal (excluían del derecho de voto a las clases no propietarias) y contaban con el apoyo de una parte de la nobleza, de la burguesía y de los propietarios conservadores.
- La izquierda, (Los Jacobinos), querían una república, el derecho de sufragio universal, y eran apoyados por las clases trabajadoras.
Desde entonces, las ideas conservadoras son tildadas de derechas. Mientras las progresistas de izquierda. Así es que ser de derechas supone oponerse a la política de izquierdas y a la inversa. Esa bipolarización política, en líneas generales, se puede resumir:
- La derecha da prevalencia a los valores de autoridad, orden, seguridad, tradición y conservadurismo.
- Para la izquierda los valores prevalentes son el progreso, la igualdad jurídica, la libertad, la solidaridad y el reformismo.
Un estudio de la evolución política y la situación actual de los distintos países, permitiría apreciar como los países con mayor marco político de libertad, de solidaridad social y de igualdad, son países, como los del norte de Europa, donde mayor tiempo han gobernado partidos de izquierda. Además, salvo excepciones, las medidas de mejora de las libertades, de la solidaridad y la igualdad coincide que fueron aprobadas por gobiernos de izquierda. Si dedicáramos tiempo a leer las actas de la comisión redactora de la Constitución de 1978, así como de los debates parlamentarios para su aprobación, veríamos como los aspectos más progresistas de nuestra constitución fueron exigencias de la izquierda y que la derecha opuso resistencia a que fueran incluidos.
Un ejemplo claro de avance hacia construcción efectiva de la igualdad de oportunidades de las personas, fue establecer la educación universal gratuita y obligatoria hasta los 16 años. Así como el esfuerzo que se hizo por incrementar las becas para estudios universitarios de los españoles, para que pudieran acceder a estudios superiores todas las personas interesadas en tenerlos, sin importar su origen social. Esas dos medidas, fueron aprobadas por gobiernos socialistas presididos por Felipe González. Ese mismo gobierno aprobó la sanidad gratuita universal, una medida de solidaridad con las personas con menores recursos económicos y que nos hace a todos un poco menos desiguales en derechos efectivos. También el gobierno de Felipe González aprobó el divorcio y el aborto, que fueron criticados, y recurridos ante el Tribunal Constitucional, por las mismas derechas que luego cuando han llegado al poder y han dispuesto de mayorías parlamentarias para derogar dichas leyes, no lo han hecho. Además, también ellos se divorcian y abortan, a pesar de estar contra dichas leyes, y no ser obligatorio, divorciarse o abortar. El Gobierno de Zapatero aprobó el matrimonio homosexual, la Ley de la violencia de género y amplió la Ley del aborto. Mientras el actual gobierno progresista de izquierdas, ha aprobado el Ingreso Mínimo Vital como un acto de solidaridad con los más necesitados. Esa medida ayuda a paliar la pobreza en el cual viven algunas familias a pesar que vivir en una España de una renta per cápita superior a los 26.000 € y un Producto Interior Bruto de 1.244.757M €.
Por el contrario, la Ley Mordaza que restringe las libertades ciudadanas y la Ley de la Reforma Laboral que redujeron los derechos de los trabajadores, fueron aprobadas por gobiernos de derecha presididos por el PP. Claro que los gobiernos de izquierda también, por circunstancias de crisis económicas han tenido, que hacer recortes presupuestarios a servicios esenciales como la sanidad, ayudas sociales o las prestaciones por desempleo. Sin embargo, un estudio sobre ello arrojaría que los mayores recortes corresponden a gobiernos de la derecha.
Resulta curioso, que el 40% de los españoles se define de izquierdas, según el último barómetro del CIS, (de 2016) . Según esa misma encuesta, solo el 15% se sitúa en la derecha política. Así las cosas, si las personas fueran coherentes con la ideología que declaran tener, la derecha no podría ganar las elecciones. Sin embargo, en ocasiones las gana y por goleada. Eso me hace pensar, que es cierto eso que se dice que la mayoría de las personas no votan con el corazón sino con el bolsillo. Y ya se sabe que tenemos el corazón a la izquierda, pero el bolsillo a la derecha. Por eso, tiene tanto éxito electoral prometer, bajar impuestos y recortar servicios, aunque sea a costa de los más vulnerables.