¿Unidad de España?
Hay quien tiene un concepto de la unidad bastante distorsionado y saca sus banderas a los balcones para reafirmarse en un patriotismo, su patriotismo, bastante trasnochado y con una visión totalmente parcial, dejando fuera de esa patria ideal que defienden, a muchas personas cuyos derechos se vulneran, sistemáticamente, con su discurso.
Sin embargo, para mí, la unidad de España no pasa por una bandera, que no deja de ser un trapo colorido. La España que yo quiero debe estar unida, claro, pero aceptando todas las realidades existentes en nuestro país, con las peculiaridades de cada territorio, respetando las diferentes lenguas y, desde luego, con un reparto equitativo de la financiación destinada a cada uno de ellos, para evitar el sentimiento de menosprecio que tienen algunas de nuestras comunidades autónomas, como podría ser, sin ir más lejos, la valenciana.
Unidad en el rechazo a las violencias de todo tipo, pero haciendo mención especial a las violencias machistas, que cada día nos dejan datos escalofriantes de mujeres violadas, agredidas o asesinadas. Ante esta realidad se debe legislar y proteger a las víctimas, aunque algunos de esos patriotas de golpe en pecho prefieran que volvamos a las cavernas y las mujeres nos quedemos en casa, calladas, sumisas y pariendo obreros para mantener las pensiones futuras.
Unidad en el reconocimiento del fenómeno migratorio, que muy lejos de ser una invasión, como algunos pretenden hacernos creer, es un grave problema humanitario que deberíamos ser capaces de resolver con medidas de urgencia para dar cobijo a las personas migrantes, pero también con acciones valientes que atajaran el problema desde el origen, es decir, denunciando los expolios y las funestas políticas externas e internas, que hacen que las personas hayan de salir de sus países, obligadas a dejar atrás todo lo que estiman.
Unidad en la condena hacia las prácticas fraudulentas de muchos de las y los políticos que han pasado por las diferentes instituciones, saqueando las arcas del estado y que, desde todos los poderes del mismo, se deben atajar de manera inmediata, exigiendo, además, que los que han robado dinero público lo devuelvan con los intereses que cualquiera de los bancos (esos que atracan a la ciudadanía con clausulas abusivas y que luego hemos de rescatar de sus miserias) aplicaría ante un descubierto de tal magnitud.
Yo prefiero defender la unidad de España con el diálogo, con la tolerancia y el respeto, con la igualdad de oportunidades, con la educación y la sanidad al alcance de todas las personas, con una justicia justa… en definitiva, un país que sea capaz de aceptar las diferencias que le son propias y abierto a las nuevas oportunidades que se plantean, gracias a las enriquecedoras diversidades.
Gracias por el articulo. Muy buena reflexión. Que pretendan volver a meter a las mujeres en casa, me hace recordar que el hombre blanco europeo se ha creído siempre que cuando Yehová le dio las Tablas de la Ley a Moisés, estaba pensando en ellos y que el Génesis bíblico le está igualmente dedicado. Con este poder que se ha conferido a sí mismo y con la Biblia en mano, ha arrasado culturas, como la Inca o la Azteca, ha provocado innumerables genocidios en su colonización "civilizadora", se ha sentido dueño de todo el planeta (mineral, vegetal, animal y humano que no cumpliese sus características), esclavizando a todas las demás personas del pleneta (menores y adultos) y no conforme con todo eso, también tomaron posesión de sus propias mujeres, cosificándolas. De resultas, el 10% de humanos varones mantiene sometido al resto de la humanidad (10% vs 90%) y se han cargado el planeta pasándose por el forro la sostenibilidad de la vida. Creo que ya es hora de dar la vuelta a la pirámide.