Benimámet ¿ciudad educadora?
En Benimámet, por los años 70 del pasado siglo, se construyeron dos colegios públicos para dar solución a la necesidad de la pedanía para escolarizar a sus niños y niñas. Sin embargo, váyase a saber bien por qué (existen varias hipótesis sobre ello) ambos centros se construyeron en las afueras de Benimámet, en plena zona agrícola.
Esto que, si fueran colegios privados sería motivo de un mayor “caché” para el centro, siendo públicos hace que la visión sobre su situación sea negativa, pues los desplazamientos diarios resultan complicados, ya que en el momento de su construcción, los vehículos que pasaban por los viales de acceso eran mínimos, mientras que ahora, en ambos casos, los accesos son zonas de mucho tráfico, que no se han adaptado a las nuevas necesidades y que provocan enormes complicaciones a las entradas y salidas de los y las escolares.
Sin embargo, cada uno de los dos colegios tiene su peculiaridad:
El CEIP Arquitecto Santiago Calatrava está, si cabe, algo más alejado, y su acceso sufrió una modificación considerable cuando Benimámet quedó rodeada, brutal e irremediablemente, por la Ronda Norte (que nos impide salir de la pedanía caminando o en bicicleta sin poner en peligro nuestra vida). Esta obra obligó a hacer un puente para salvar dicha carretera y, al ingeniero de turno, aún sabiendo que allí había un colegio, solo se le ocurrió hacer una acera de dos metros de anchura y que se comparte con un carril bici, en el que son las bicicletas las que tienen la prioridad sobre los peatones… Increíble, pero cierto. Pero no acaban aquí los problemas de este acceso… Desde su construcción, hace más de 15 años, ninguna administración, ni la municipal ni la autonómica, se ha responsabilizado de esa zona peatonal, por lo que el camino se ha ido degradando sin que se haya realizado el mantenimiento adecuado, ni de la infraestructura ni del jardín, convirtiéndose en la imagen grotesca de lo que debería ser y nunca fue… Ese deterioro origina que el talud que queda en uno de los márgenes del camino se vaya deshaciendo cada vez que llueve y el acceso al colegio acabe convertido en un gran lodazal.
El CEIP Benimámet está también a las afueras, aunque su situación es diferente. En este caso, el problema grave y angustioso es el peligro que entraña el acceso, pues cada vez pasan por allí más vehículos y la acera que lleva al colegio es muy estrecha, sin que tampoco se hayan tomado medidas de urgencia para evitar que el tráfico siga pasando por allí, ya que la posibilidad de un vial alternativo pasa por una expropiación y la actuación de dos Ayuntamientos, el de Burjassot y el de Valencia… como si no fuera bastante complicado llegar a acuerdos solo con uno…
Y digo yo, que después de cuarenta años soportando estas situaciones, ya estaría bien que se contemplara alguna actuación al respecto, pues en ambos casos la situación es cada vez más compleja y, si de verdad queremos ser Ciudad Educadora se deberían cuidar no solo los centros educativos, sino también sus accesos, ya que el alumnado que los sufre, está recibiendo el mensaje negativo de la falta de interés de las administraciones hacia esa educación que se ha de proteger hasta en los menores detalles… aunque éste no sea un detalle “menor”.
