Los vecinos de Canterería (Burjassot) de mueven por su patrimonio histórico
El barrio de Canterería, ubicado en la localidad de Burjassot, ha logrado tras unos meses de espera, que se le reconociera el nombramiento de un parque en memoria de la persona que dio inicio al núcleo poblacional de esa zona desde finales del siglo XIX. Así, el parque, que hasta el momento carecía de denominación, pasará a denominarse: Juana María Condesa Lluch, protectora de las obreras; en la fotografía podemos ver un cuadro de ella, junto a la escultura en madera policromada de la Inmaculada Concepción de la parroquia de la Natividad de Ntra. Sra. de dicho barrio, el pasado 8 de diciembre, en el parque que ahora porta su nombre.
Distintas asociaciones del vecindario han mostrado su voluntad de nombrar a ese espacio ajardinado del barrio, a esta persona, que abriendo su casa de acogida en 1884, en la localidad de Burjassot, dio además formación, dignidad y asistencia, a las obreras que acudían desde las afueras de la ciudad de Valencia a trabajar. Esta casa de acogida dio lugar a una escuela para las hijas de las obreras y poco a poco fue tomando forma lo que ahora conocemos como la congregación de las Esclavas de María.
La historia de un pueblo, o de un barrio debe de ponerse en valor, pues es la historia y los distintos acontecimientos que en él ocurren, los que hacen que un barrio sea recordado por las generaciones venideras. Gracias a esta labor de acogida a obreras y el noviciado de dicha congregación, poco a poco se fue formando un núcleo poblacional del que era el extrarradio de la ciudad de Valencia y de Burjassot, de hecho hoy en día, las calles de Canterería comparten demarcación territorial entre Benimàmet (pedanía de Valencia) y Burjassot.
El consistorio aprobó la moción de Alcaldía, en el pasado pleno de finales de noviembre, sabiendo la importancia que para el barrio de Canterería fue la figura de Juan María Condesa Lluch, su labor para con las obreras, y que gracias a su casa se formó el núcleo poblacional que se puede contemplar con sus casas residenciales de una u dos plantas de principios de siglo, y su crecimiento hasta nuestros días.
El Patrimonio cultural ha de fomentarse a través de la ciudadanía, y acciones vecinales como estas hacen que se ponga en valor la historia y nuestro pasado, para ser conscientes de nuestro legado cultural y poderlo transmitir a las generaciones siguientes.
Es un error decir que ese parque carecía de denominación. Su nombre es LAS OLIVERAS o LES OLIVERES. He vivido toda mi vida en el barrio de Canterería, he crecido jugando en ese parque y así se le ha conocido desde siempre. Pero ahora se le quiere llamar de otra manera. A esa señora no la conoce en el barrio nadie, absolutamente nadie, ni los más viejos del lugar, nadie recuerda su paso ni que realizara obra alguna. Es una lástima que la ciudadanía se encuentre desorganizada y apática permitiendo así que unos pocos iluminados nos borren nuestra memoria.