San Nicolás, la “Capilla Sixtina Valenciana”… brilla tras su restauración
A lo largo de la semana pasada, los medios de comunicación se hicieron eco de la restauración de la Parroquia de San Nicolás de Valencia, en pleno casco histórico de la ciudad. No fueron pocos, los residentes y turistas que se acercaron, en especial, este fin de semana, para contemplar la extraordinaria restauración que hace que las pinturas murales del XVIII brillen con luz propia.
La restauración realizada a lo largo de tres años, es el fruto del trabajo paciente y laborioso, llevado a cabo, por el equipo multidisciplinar de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Universidad Politécnica de Valencia, dirigido por la catedrática Pilar Roig; con estudios previos realizados de la evolución histórico-artística y gráfica de las pinturas murales, y de los agentes que causaban graves deterioros.
La rehabilitación del edificio has sido realizada por la Fundación Hortensia Herrero impulsora también de la restauración del Colegio del Arte Mayor de la Seda, y que albergará el futuro Museo de la Seda de Valencia. Las obras de restauración de San Nicolás han supuesto, 4.7 millones de euros y ha supuesto la rehabilitación de las cubiertas y de las fachadas junto con los 1904m2 de pinturas murales, que superan los 800 de la Capilla Sixtina. El restaurador de la Capilla Sixtina, obra de Miguel Ángel, Gianluigi Colalucci, ha colaborado con el proyecto y la ha bautizado como la “Capilla Sixtina Valenciana”.
La traza arquitectónica de San Nicolás, responde al estilo Gótico meridional, con una planta de una sola nave y con capillas laterales en los contrafuertes que la sustentan y ábside poligonal de cinco lados. Las pinturas murales de la nave central se ubican en las bóvedas de crucería salvo la cabecera realizada con tramos con terceletes. El templo presenta una convivencia de estructura gótica del siglo XV con decoración barroca del S XVII. Comienza su construcción en el siglo XIII con las primeras parroquias cristianas erigidas por el Rey Jaime I al llegar a Valencia en 1238. El templo fue reformado por la familia Borja a estilo gótico entre 1419 y 1455. Las pinturas murales que podemos contemplar tras la restauración son obra de Dionis Vidal, realizados a finales del siglo XVII con influencias de su maestro Antonio Palomino, que realizó el plan de ejecución de las pinturas, autor de los frescos de la cúpula principal de la Basílica de la Virgen de los Desamparados. En 1981 el templo es declarado Monumento Histórico Artístico Nacional.
También las fachadas han sido rehabilitadas, como la capilla de la comunión, la fachada gótica y la neo-gótica, de diversos estilos. La capilla de la comunión anexa a la fachada gótica, presentaba distintas capas de pintura superpuestas debido al transcurso de su historia, de la que se ha recuperado la fachada existente en el siglo XVIII de 1736. Debido a los problemas de humedad, se han renovado las vidrieras, mejorado la ventilación del templo, mejorando los problemas de humedades. El arquitecto de la restauración de San Nicolás ha sido Carlos Campos en especial en el refuerzo de las cubiertas, a cargo de la empresa EMR, Estudio Métodos de la Restauración.
Para una mejor visualización de las pinturas murales del XVII, se ha instalado nueva iluminación en las bóvedas, mediante un sistema de proyección para facilitar al visitante la contemplación de las pinturas sin distorsiones cromáticas. No hay que olvidar que junto con la restauración es importante la preservación de las pinturas, de ahí las labores de eliminación de humedades en las fachadas, nuevos sistemas de ventilación en las vidrieras etc…
Creo que tras estos tres años de trabajo en su restauración, es una buena ocasión para visitar el centro de Valencia y dejarnos sorprender, maravillarnos y dejarnos fascinar por la renombrada ahora, “Capilla Sixtina” valenciana.
