Modernismo popular en Benimàmet. Rehabilitación de un Chalet del ´36
A veces decimos que Valencia es una ciudad que vive a espaldas al mar, pues es verdad que, a diferencia de otras ciudades, su centro histórico se encuentra a tres kilómetros del puerto. Poco a poco, entrado el siglo XIX, la pequeña burguesía empezó a construir residencias en lo que hoy en día conocemos como Poblats Marítims. El área metropolitana de Valencia no se queda atrás, y como ejemplo tenemos la pedanía de Benimàmet, cuya arquitectura muestra, una parte de ese siglo XX cuya burguesía, gente que poseía cierto nivel adquisitivo, se construían pequeñas villas para retirarse de la ajetreada ciudad.
Estos chalets, se construían tanto adosados como aislados, mostrando un estilo propio, con rasgos eclecticistas de diferentes estilos como columnas o frisos griegos, o ventanas neogóticas, incuso ladrillos con formas mozárabes. El estilo fue bautizado como “Modernismo popular”, pues a diferencia del “oficial” imperante en la ciudad de Valencia, cada propietario se construía su residencia a su gusto y manera de parecer.
Las casas residenciales de éste periodo son interesantes, no solo por su arquitectura, sino por sus elementos ornamentales como las rejas de las ventanas, puertas, balcones, balaustradas etc… Nos recuerda al estilo eclecticista que se dio en Cataluña con las figuras de Gaudí, Domenech y Montaner, Puig y Cadafalch; y que se trata de un modernismo ligado al nuevo ambiente social y cultural, creado en especial por la burguesía y su evolución tanto económica como política, incluso regional.
El chalet de Benimámet, que tras la rehabilitación del arquitecto Adolfo Herrero, acoge desde el 2008 el centro de jubilados de la pedanía. Fue construido en 1936 por el arquitecto Cayetano Borso a cargo de don Juan Calatrava Martí. Exteriormente su arquitectura es sobria, pero en su interior, alberga columnas con capiteles jónicos, azulejo valenciano y pavimentos a modo de mosaico.
De su arquitectura original cabe destacar la “torre Miramar”, que como su nombre indica servía para visualizar el mar. En los poblaos marítimos como en El Cabanyal aún se conservan estas torres Miramar, cuya función era la de comprobar el estado del mar o esperar el regreso de los barcos que venían de faenar. En este tipo de chalets al ser de residencia de la burguesía creciente, seguramente sería para descansar, a modo de terraza. Tras la rehabilitación se cerraron los vanos para convertirlo en almacén, como podemos comprobar en las fotografías del antes y el después.
En el 2008, dado a la funcionalidad del edificio, se decidió anexionarle un pabellón acristalado que alberga la cafetería y una sala multiusos. Juzguen ustedes al ver las fotografías del impacto visual que provoca.
En el interior del edificio podemos observar cómo se han conservado en su mayoría las teselas a modo de mosaico que forman el pavimento tanto de la terraza Miramar como de lo que hoy en día son los servicios. La mayoría de estas piezas cerámicas, como se pueden también contemplar en las fachadas de los chalets de la avenida de la estación de la pedanía -como vemos en la fotografía-, o en el propio Cabanyal, solían proceder de la fábrica de “La Cernamo” en Benicalap.
Por último, cabe destacar, la importancia de la sala central, que seguramente sería el salón principal del chalet y que hoy en día es un despacho, y dónde podemos observar un arco sujetado por dos columnas a modo neo-renacentista. En los laterales encontramos una puerta con vidrieras tipo art decó –una de ellas se encuentra colgada de la pared-. En la parte superior de los ventanales observamos tres cuadros que muestran aspectos de Benimàmet como las cuevas camales, realizados por J. Alumbreros, en 2008. A mi modo de parecer, no creo que sea el mejor lugar de colocarlos, pues su conservación creo es cuestionable: posibles roces, manchas etc…
