¡Estrenamos sección!
“Patrimonio Olvidado” quiere ser una ventana abierta donde se dé cabida a la difusión y defensa del Patrimonio Cultural. Pretende mostrar al lector noticias, actividades o simplemente reflexionar sobre la puesta en valor del patrimonio histórico-artístico que poseemos en Valencia, junto con el entorno como puede ser el patrimonio etnológico y de “l´Horta”.
El patrimonio no es más que la herencia que hemos recibido de los que ya estuvieron por este mundo. Es lo que nos identifica como pueblo, barrio o sociedad. Por poner un ejemplo, cuando un ayuntamiento quiere promocionar el turismo crea páginas webs, trípticos, carteles etc… “vendiendo” su historia, sus edificios, incluso su gastronomía o las fiestas. En Valencia las fallas podrían considerarse patrimonio inmaterial, o la Lonja de la Seda que es ya patrimonio histórico-artístico.
Muchos de nosotros hemos oído hablar de la Unesco, y solemos decir “esto es Patrimonio de la Humanidad”, “esto no se puede tocar”… En ese no tocar implica que no se puede demoler o reformar o simplemente hacer una rehabilitación sin criterio profesional de un edificio protegido. Pero, ¿qué pasa con lo que no está declarado como patrimonio? ¿Los edificios que no están catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC)? ¿Hace falta que haya una ley que impida tirar abajo un molino que está en desuso o una fábrica del siglo XIX? Al no estar declarado como BIC, ¿podemos hacer lo que queramos?
Éstas y muchas más cuestiones se van a tratar en esta sección, intentaremos poner el valor el patrimonio arquitectónico, industrial, paisajístico… pues es aquello que nos identifica. ¿Cuántos de vosotros recordáis a las señoras que iban a lavar o a moler a los molinos? ¿Cuántos trabajadores iban a las fábricas que eran potencia económica de un pueblo? O los cines, teatros, mercados… lugares que marcaban la historia de un pueblo y que creo que debemos de darle la importancia que se le merece.
Actualmente muchas son las asociaciones vecinales o grupos de profesionales que se dedican a la defensa y difusión del patrimonio, con actividades culturales, reivindicaciones o incluso presentado escritos a los ayuntamientos.
Lo que está claro es que la ciudadanía debe ponerse en marcha para que se oiga que el patrimonio es algo nuestro, y que nos pertenece, por lo que debe de protegerse y realizar su puesta en valor.
