Alteraciones de la fachada… el Micalet
Este fin de semana hemos estado muy preocupados por el mundial de MotoGP o de la independencia catalana, pero si alguien ha decidido pasearse por la Plaza de la Virgen o de la Reina, ha podido comprobar como en lo alto del Micalet se ha colocado una valla de dos metros en la zona de la “terraza” para los turistas.
El arzobispado ha decidido colocar esa valla de “protección” para evitar que se lancen desde arriba objetos, o que algún visitante pueda caer al vacío. Creo recordar que en el Micalet ya había una persona vigilando ese tipo de cosas. Si tenemos en cuenta que ya existe una especie de valla de piedra, de alrededor 1,5m, y un vigilante, ¿era necesario más protección y alterar un edificio histórico?
Cualquiera que pase ahora por debajo del Micalet podrá comprobar cómo tras la belleza del campanario de la catedral de Valencia, en lo alto, justo en la parte más importante del mismo, los visitantes se asoman por una especie de celosía, pero que no es propia a su época, sino que es, como hemos dicho una valla de hace cuatro días.
La Dirección General de Patrimonio de la Conselleria de Cultura ya ha tomado cartas en el asunto y ha emitido un informe negativo, pues como todos sabemos el Micalet es un bien protegido. Esperemos qué respuesta da el Arzobispado, pero creo que no es del todo correcto que por su cuenta y riesgo, nunca mejor dicho, se tomen este tipo de decisiones, alterando de esta manera un edificio histórico tan importante como pude ser la Lonja de la Seda o la Basílica de San Pedro de Roma.
Lo más grave, bajo mi punto de vista, es que el conservador de la Catedral y de todo el patrimonio de la Seu, no es que haya decidido colocar esa valla que altera como hemos dicho la visibilidad del Micalet, y que se haya instalado sin que Patrimonio supiera nada, y más aún, instalarla sin saber si es dañino o no para la piedra; sino que siendo conservador de un sitio como es la Seu, debería de realizar su tarea que es la de conservar un edificio, y está claro que no es la de colocar una valla en lo alto del campanario, y menos aún sin los informes pertinentes de la Dirección General de Patrimonio.
Esta no es la primera vez que sucede algo así en la Catedral de Valencia, por desgracia tiempo atrás, expertos, o así se consideraban, de patrimonio, decidieron quitar todo el revestimiento barroco, en especial de la nave central y altar, de la Catedral, dejando a la vista la piedra del Gótico Mediterráneo. Está claro que este tipo de decisiones sobre los estilos artísticos, pues se iban revistiendo las paredes de los templos, se iban tomando a lo largo del siglo XX, según criterios de la época, pero como dijo un profesor mío… “la piedra nunca fue para ser vista”, la piedra no hay que olvidar que es un elemento constructivo, el revestimiento ya forma parte de la ornamentación y decoración. Y decisiones como eliminar revestimientos barrocos o neoclásicos para volver atrás en un estilo dónde prácticamente es todo piedra como elemento constructivo es, cuanto menos, cuestionable; pero ese ya es otro tema.
Lo que está claro es que ante un edificio histórico no se pueden tomar decisiones a la ligera, sino que se deben de consultar a Patrimonio que son los expertos, y no por tener el uso de la Catedral el Arzobispado, decidir realizar modificaciones sin el permiso o no de la Dirección General de Patrimonio, organismo que es el que debe de velar por la conservación de los edificios.
