Gent de la coentor
L’altre dia en un article que tractava sobre fauna local, em vaig deixar algunes espècies fora del cabàs. Hui pretenc continuar la faena inacabada, i dedicar monogràficament aquest escrit a certs elements que encara pul·lulen per ahí (en realitat, crec que cada volta n’hi ha més), autèntics personatges de sainet per més que els interessats ni ho sospiten remotament. Són els membres de La Coentor, i potser un dels simptomes més clars que caracteritza la seua impostura siga que només tenen ocasió reneguen amb qualsevol excusa del seu idioma matern. Com és ben sabut, les persones vertaderament cultes, capitalines i europees, no parlen en l’idioma de la gent de la terra ni perden el temps a dedicar-li ni un minut de sa vida.
Dedique aquest article als saineters del nostre poble que any rere any s’esforcen a escriure eixes divertides peces de teatre popular en valencià que tan d’èxit tenen, hui ja imprescindibles dins de la programació del calendari faller. Tot i que no estem parlant exactament d’un arbre fruiter, eixa és una espècie de planta festivo-cultural que mereix ser afavorida. Per desgràcia la coentor és un mal molt estés. Però també per sort, com l’expert boletaire els rovellons, els meus amics saineters de seguideta els veuen i en saben trobar inspiració.
He reproduït dos conversacions un poc estereotipades de gent de la coentor, en dos escenaris diferents. Primera escena, monòleg d’un pacient a la consulta del metge:
Ay doctor, tengo un desficio y una desinquetud por todo el cuerpo … Últimamente todo son alifaques: me está saliendo la muela del entendimiento y unos feos verdugos en la cara; me hace mal la cabeza (me pega tamborinadas) y tengo un mordisco cogido ahí todo el dia que no se me va. Estoy hecho una cachapera y hago una caraza…
Por cierto: El otro día me arrapé el brazo con un hilo de aramo, pero enseguida me puse mecromina con un poco de algodón en pelo para que no se me endeñase el malito.
Segona escena: una conversació entre amigues:
Chiquita! ¿Te abellece que vayamos a pegar un mordisquito por ahí? Vamos a comboyarnos un poco y te contaré un chisme: venga, que a mi me hace gozo!
Pues resulta que ayer me encontré a Juanet. Desde que enviudé siempre anda pisándome los garrones, y aunque es un poco desficaciado y no tiene trellado ni cerrojo, la verdad es que me hace bastante gracia.
Había llovido agua de misericordia (que por cierto se nos floreció la pared del comedor). Ya se había levantado el orage, pero aún estaba la calle llena de charcos. Se me ofreció para ayudarme a cruzar y me dijo:
-Si te caes yo te empomo.
¿Y qué le contestaste?
-No quiero porque tengo cusquerellas!
-Je, je, je, ji, ji ji.
Y … ay chiquita, hablando de otro tema más serio, estoy esglayada y no sé qué haser con mi hijo, y eso que ando todo el día pegándole vueltas al enano. Te lo contaré por encima, encima, pero es que, además de malfaenero (siempre tiene perro de hacer cualquier cosa que le mandes) es un malcreído, un trompellote que no me obedece ni nada ni poquito! Se pasa el dia sin pegar ni un brote, bambando por ahí, y no aparece en casa hasta poquita noche, siempre más sudado que un pollo.
El otro dia volvió con el pie entortillado y le amenacé con pegarle un carchote.
-Chiquet! Te pegaré una trompada que te haré malbien!
Oye: se me rehizo! Se me subió a la higuerita! Cogió un botón… Me sabe mal, pero no puede ser que se eche la manta al cuello y que se lance a perder.
Y no veas lo que me hace padeser para comerse la merienda. Siempre le digo: si quieres estar llambrenco cómete el bocadill, y que sea a mordisco redondo! Ah! Y a ver si aprendes a beber al gallito que siempe dejas las babas en el pichero!
Pues nada chiquita, no hay manera!
FIN
¡Hola, Don Roberto! El otro día alguien le preguntó a mi amigo Pepe ¿A donde vas tan de matinada con el aiguache que hay? = Voy a pegar una miradita a las clementinas porque ayer ya me vi que las tenia algo pixonas. = ¿Y eso es mal? = ¡Hombre! Y tanto. ¿No ves que safectan del pezón por el podrimiento y me puedo quedar sin collita? = ¿Llevarás catiusques para no bañarte los pies? porque la magreta a estas horas tan matineras estará muy aumida. = No pasa nada, porque yo voy pegando una miradita por el marche y aunque me refregue con alguna rama, el árbol está seco. = ¡Bueno! Espero que no tengas mucho mal de pixamenta. ¡Y Pepe tenía "jodida" la próstata! Felicitats per l'article