Vacunas en la Comunidad Valenciana, investigándose la variante británica
Se inicia el pago deuda moral contraída con nuestros ancianos en residencias
Cuando el pasado Domingo tuvimos noticias de las primeras vacunaciones realizadas en una Residencia de Ancianos en Rafaelbunyol, y, el inicio de llegada de más unidades a Manises, muchos familiares comenzarían a sentir un porvenir esperanzado respecto a sus familiares que aún perviven.
Y es que recordarán nuestros lectores que hace aproximadamente un mes escribíamos en este mismo Medio: “CAMINO DE LA BANCARROTA MORAL”, Artículo. que trataba sobre esa especie de condena y sufrimiento en vida a los que se veían abocados nuestros mayores, en lugares, que supuestamente deberían haber constituido, eufemísticamente, una especie de “retiro fina y tranquilo” para ellos.
Lugares, la mayoría de Residencias Geriátricas, carentes de modelo de gestión y afectadas por la descoordinación entre Administraciones, donde la Pandemia ha golpeado con dureza en diversas de ellas situadas a lo largo y ancho del territorio mediterráneo.
Según fuentes oficiales, la mayoría de las defunciones por COVID-19, en las Residencia, se han producido en las dos Castillas junto a Cataluña, y las cifras, como de costumbre, bailan según se traten de fuentes gubernamentales junto a otras, también de carácter oficial, pero aparentemente más neutras.
En cuanto a decesos en Residencias de la Comunidad Valenciana, la Consejería de Sanidad, informa de unas 900 personas, aproximadamente un 30% del total de fallecidos, lo cual supone una cifra realmente baja en comparación a otros supuestos, manejando similares cifras RTVE.
Los “positivos” según dicha Sanidad. superan los 150 en el centenar de Residencias Geriátricas en la Comunidad. Tampoco demasiados.
Otras informaciones recientes procedentes de otros Medios, entre ellos EL PERIODIC, alertan sobre incrementos de contagios e ingresos hospitalarios.
La O.C.D.E. sitúa a España en cuarto lugar entre las tasas más alta de mortandad entre una veintena de países de la U.E.
Un registro nada desdeñable, considerando en más de 7.000 fallecimientos de mayores de 80 años en este tipo de Residencias
Valencia, junto a Alicante y Castellón son las provincias más afectadas dentro de categorías de riesgo extremo, así como numerosos los Municipios escasamente afectados.
Pero realmente no nos corresponde entrar en una batalla de cifras mayormente inexactas, como se ha venido manifestando desde un principio, ya que las mismas permanecerán en el anonimato, gracias a la gestión de las Autoridades en las fases iniciales y a las opacidades políticas subsiguientes.
Sólo nos quedará en el recuerdo, la angustia y caos encontrados en la mayoría de Residencias, procedente de los testimonios de las Fuerzas de Seguridad del Estado y fuentes sanitarias en Hospitales, cuando ancianos sobrevivientes convivían con fallecidos desde hacía días en la misma habitación, o bien, en el interior de los domicilios, los cuerpos de seguridad, se veían impotentes para retirar cadáveres.
No estaría de más, a medio plazo, recurrir a la” hipertimesia” o la facultad de la evocación de la memoria.