¿”Karma” político en la Asamblea Francesa? Macron sin mayoría absoluta con predominio de la izquierda
Aún resuenan los ecos del vuelco del P.P. en Andalucía, y el ascenso abrumador de la derecha, cuando en nuestro país vecino sucede todo lo contrario en su Asamblea Nacional, con una izquierda vencedora.
Coincidía el evento electoral francés con nuestras Elecciones en Andalucía, pero con términos invertidos. En Francia se protestaba contra la derecha y en Andalucía contra la izquierda, pero con un denominador común en el desacuerdo: Francia y Andalucía, buscan regeneración política.
Como si se tratasen de movimientos telúricos, existen instantes en los cuales los políticos sienten a su alrededor o bajo sus propios pies, todo aquello que ha repercutido en el ciudadano como una especie de proyección de retorno, estilo “karma”, expresándose en las respuestas que recibe procedentes del elector.
Existen diversas definiciones, al margen del “budismo o el hinduismo,” coincidentes más o menos en parecido significado.
Son las Elecciones, mediante las cuales el ciudadano, siempre ha planteado en forma benigna, una respuesta hacia un sistema político determinado, el cual suele encontrarse generalmente vacunado.
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El pasado día 13, comentaba el ejemplo francés en las elecciones presidenciales, y, su gran desconfianza a través del aumento abstencionista hasta un 28% de su electorado, decidido a no acudir a tales elecciones por cualquier razón que entendieran afectaban mediante el hastío a sus convicciones o derechos.
Pero en las Elecciones Legislativas recientes surgía con casi el doble de virulencia, renovándose la desconfianza, entre aquellos electores que declinaban ejercer como tales en dichas Elecciones (53%), cuarteándose la Asamblea en dos bloques (Melenchón y Le Pen), como grupos de oposición, impidiendo la mayoría absoluta de Macron.
Como indica el diccionario de María Moliner, “aristas”, entendidas como dificultades por todos lados.
Un escenario algo “especial” en donde el presidente para salir adelante legislativamente deberá apoyarse según necesidades en otras formaciones, y a la espera, pues en un Parlamento o Asamblea, todo se negocia.