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Por Jesús Antonio Rodríguez Morilla
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(II) Diversas "Tarjetas de visita" pandemia

  • La dilación y ausencia de respuestas

Escribíamos la semana pasada sobre las diversas formas de visita y tipos de comportamientos que suele emplear el Coronavirus, en esta nueva fase, y, lamentablemente, comentar sus estragos resulta a estas alturas ciertamente innecesario dada su continua actualidad.

Entre otras vicisitudes, los aumentos de contagios y de positivos mantienen a España “aislada” por una veintena de países a partes iguales bajo determinadas circunstancias entre Europa y resto del mundo.

El turismo se ve afectado tanto por la imposición de cuarentenas como por otras restricciones encaminadas a frenar la extensión de la Pandemia.

En el anterior Artículo nos referíamos a un ejemplo reciente y esperanzador ocurrido en EEUU (Mayo Clinic), respecto a unas conclusiones sobre aparentes “apariciones” o “limitaciones” en forma de infección de menor gravedad o diferentes en niños, si la comparamos con la con la conocida y ejercida por el virus en adultos.

En este aspecto y rango, destacó en España, según datos de EL PAIS del pasado julio, en abril 2020, en plena explosión de alarma, el porcentaje de “positivos”, mayores de 40 años, que era del 83.3%.

Continuando con la fuente anterior, basada en un Informe del Instituto Carlos III, del pasado Julio, los nuevos contagios observados en España afectaban cada vez a personas más jóvenes.

Un 20% en el rango de 15-29 años, hasta llegar a un 40% a la edad de 39 años, encontrándose la media en los 48 años cuando en abril 2020, estaba cercana a los 60.

Dicho comportamiento, a tenor de los ejemplos conocidos, sin explicaciones convincentes, parece ser imprevisible al igual que otras situaciones venideras que puedan dar al traste con: LA APERTURA DE COLEGIOS Y DEMÁS CENTROS DOCENTES, estimando debería aplazarse la incorporación de alumnos y no asumir riesgos a través de decisiones temerarias.

Y es que todavía el mundo no sabe a ciencia cierta a lo que se enfrenta, porque parece increíble que habiéndose reducido en España y otros lugares el número de fallecidos en época tan difícil, tengamos que esperar de nuevo una nueva visita de La Dama del Alba vestida con otras galas seductoras, pero igualmente letales.

Tenemos un ejemplo en CHILE, (19 millones de habitantes), país qué ha batido récord de pruebas PCR, casi 30.000 en las últimas 24 horas, y 2 millones desde marzo, más qué ningún país latinoamericano en pruebas por cada millón de habitantes, pero su balance final no hace honor al esfuerzo: 10.400 decesos y casi 400.000 contagiados y sin freno los mismos.

Otro supuesto lo constituye los reiterados contagios, y en su caso, fallecimientos en las residencias de ancianos, personas más vulnerables existentes.

El virus penetra de nuevo desde lugares mayormente contagiados en el exterior de los mismos, encontrando de nuevo vías letales en ancianos indefensos.

En resumidas cuentas, meses después de iniciada la Pandemia, se tiene la sensación de que se ha combatido hasta ahora a la misma, con medicamentos ya descubiertos, conocida su polivalencia, pero con el amargo sabor de la desesperación de una nueva búsqueda llena de incógnitas y elucubraciones.

A muchos, les puede llegar a la memoria aquellas palabras del Evangelista Lucas (6,39,42). expresadas aquí en sentido metafórico: ¿PUEDE UN CIEGO CONDUCIR A OTRO CIEGO, NO CAERÁN LOS DOS EN UN HOYO?, pensando en la Organización Mundial de la Salud y sus aun incompletos y tardíos avances y conclusiones científicas que ofrecer a la sociedad civil.

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