"Los cuentos de las mil y una noches" trasladados al recibo de la electricidad
Recordarán nuestros lectores que su argumento y relatos, se encuentran basados en diversas historias folclóricas y fantasías árabes, pero qué en su fondo, bien pudieran extraerse en forma “sui generis”, lecturas e interpretaciones rocambolescas aplicables al pago desde nuestros bolsillos del recibo de la luz.
Algunos estudiosos juzgan su composición, no como mágico, sino más bien diabólico en su comprensión, dado su oculto contenido, similar al de las muñecas rusas, llamadas “matrioskas” de una configuración de elementos encerrados unos dentro de otros, con escasa comprensión posible.
Generalmente, un recibo eléctrico puede contemplar hasta 4 conceptos básicos en su estructura. Los usuales suelen ser: Potencia, Consumo. Alquiler, y algún otro de uso común.
Aparte, Impuestos y Peajes. Los primeros de carácter propio, o sea, estatal, giran sobre transporte y distribución, suponiendo un 5,11% + 21% IVA = 26.11%.
Los segundos, considerados impuestos indirectos, como parte destacada, contemplan una cierta dualidad, si así se interpreta, con la participación estatal, girando también sobre transporte, distribución y otros cargos relacionados con el mismo suministro eléctrico. Su regulación impositiva es regulada por el Ministerio responsable, y desde enero de 2020, anualmente por la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia.
Según dicho Organismo, constituye el 41.14% de la factura, recaudados por las eléctricas, retornándose posteriormente al Organismo Regulador (Administración Pública) para qué lo distribuya.
Resumiendo, según El Español, el coste de la energía, neto, supone apenas un 30% en la factura final qué abonan los consumidores, o dicho desde otro ángulo: un alto porcentaje de los costes no se encuentran relacionados con el suministro.
¿A qué ya empiezan a comprender mejor el ejemplo de las muñecas rusas?
Por otro lado, según FACUA, el recibo de electricidad correspondiente a noviembre de 2020, aumentó un 6%, preguntándonos por las posibles sorpresas que nos depararán los meses siguientes con el crudo invierno.
Y es que el consumidor medio español se encuentra ya “domado” ante el encarecimiento de los servicios, al ser los mismos prestados en muchas ocasiones, mediante irregularidades con sanciones reducidas en proporción a la misma cometida, recurriéndose ésta con éxito en la mayoría de las ocasiones, sin qué finalmente, conozcamos por falta de información, (al menos yo no las recuerdo), sobre las definitivas y exiguas cuantías reales qué supongan las posibles sanciones, siempre asumibles económicamente por el infractor en su relación causa-efecto.
Recordarán, que en estas páginas hemos escrito en algunas ocasiones, (www.modificadosobraspublicas.com) – febrero de 2020, sobre incremento tarifarios, por las empresas sectoriales, lo cual no constituye ningún mérito dado lo fácil que resulta aproximarse a sus movimientos.
Igualmente, otros supuestos sobre “sanciones” propuestas por la C.N.M.C. incluidas las grandes plataformas de TV; Comunicaciones; Transportes, etc. las cuales, se encontrarían probablemente ya acordadas de antemano, mediante baremo.
Para finalizar, y volviendo de nuevo a la “borrasca” del precio de la energía eléctrica, cabe recordar durante los últimos días, publicado profusamente en los Medios de Comunicación, el pasado mes de diciembre, unas declaraciones de un exministro, ante la Audiencia Nacional, respecto al supuesto “inflamiento” de los precios de dicha energía durante 2013.
Según EL CONFIDENCIAL, la supuesta Compañía, (IBERDROLA), recortó intencionadamente la producción de sus embalses en las semanas previas a la subasta, para que se conectaran otras fuentes de energía, más caras. Tal y como el carbón o las plantas de combinado.
Supone una cierta tranquilidad sobre determinados comportamientos, el ocuparse Fiscalías y Tribunales, pero hay que reconocer en estos casos, que los denunciados llegan ante los mismos con un largo trecho ya recorrido y más que amortizado.
