Continuan los encapotamientos en la U.E. con “avisos a navegantes”
Conocidas son por nuestros lectores las opiniones que circulan por la Comisión respecto a nuestra situación tanto económica como de comportamientos.
En diversas ocasiones, les hemos traslado a través de distintos contenidos en nuestras Columnas, que en la mayoría de los casos producimos entre nuestros socios, “cautelas” e “indiferencias”.
En el primer caso, por el carácter en ocasiones infundado, de quienes nos achacan ser un país qué pretende encontrarse permanentemente subsidiado.
Podríamos contestar a lo anterior, qué en 2019, España se configuró en el quinto puesto de los países de mayor contribución, superando los 12.000 millones de euros a las arcas comunitarias, siendo posible qué en 2020, avancemos alguna posición al respecto.
Algunos tardaremos algún tiempo en olvidar el trato que nos dispensaron el pasado julio, cuando nuestro presidente inició su “gira particular” por diversos Estados Miembros, cara a la famosa Reunión de Bruselas de finales de dicho mes, y, más de tres meses más tarde, aún suenan en mis tímpanos como acúfenos, los portazos políticos recibidos.
En el segundo, somos considerados “un país de servicios”, a cuyos prestatarios españoles, se les mira de soslayo con indiferencia, a la espera de un buen servicio.
Debido a la veteranía, hace tiempo, que mantenemos muy buenas relaciones con nuestras habituales fuentes, las cuales me comentaron respecto al proyectado viaje por Europa de nuestro presidente a finales de julio pasado: la gira prevista es un error.
Bruselas, en el fondo, es una capital provinciana, donde todo al final se acaba sabiendo tomando una cerveza en Le Roy d’Espagne, antaño vieja taberna de 1697, situada en la Grand Place.
Sois, como esa visita molesta, a la que se recibe por cortesía imperativa, pero que el anfitrión no para de observar su reloj a la espera de que se consuma el tiempo pactado de antemano, y cuando acudáis a las reuniones, pasareis desapercibidos en cuanto a poder decisorio. Eso sí, tenéis a vuestro favor, el factor “in misericorde”, producido por la Pandemia y el resultado de su gestión.
Nuestras fuentes, con alrededor de 30 años de profundas amistades dan para echar sólidas raíces y confidencias.
Pero recordarán también, que el pasado octubre escribíamos en este Medio una panorámica general de nuestra situación en la Comisión Europea titulada: “Acentuado encapotamiento Fondos U.E.”
No nos percatamos en aquel entonces de la posterior postura de bloqueo adoptada por Hungría y Polonia, pero seguimos manteniendo qué no pasan de ser posturas estratégicas, que siempre buscan suavización de medidas o alguna otra contraprestación favorable hacia quienes los plantean.
Resumiendo, se trata de un Tema no excesivamente preocupante ya que la posición de estos dos Estados Miembros, tienen los días contados de aquí a diciembre.
La Comisión y el Parlamento tienen instrumentos para persuadir que cese el bloqueo de los Fondos de Reconstrucción al sur de Europa. (Mayoría cualificada), llegado el caso.
No deseable, por su alto coste, una posible nueva aprobación por mayoría cualificada, la cual no conviene a nadie, pero que el autor recuerde, casi nunca ha llegado en Bruselas, “la sangre al río”.
Nos consta que actualmente se negocia en este sentido, y mientras tanto, se impone una suspensión o retraso, aún a costa el incremento galopante de nuestra deuda y el pago de sus intereses como consecuencia de la no disponibilidad de los correspondientes compromisos.
Pero lo realmente importante en estos momentos, aparte de lo anterior, son otros puntos latentes que afectan severamente a España dentro de nuestros Presupuestos Generales para 2020.
Según nuestras fuentes habituales, existen unas “reglas no escritas de tolerancia”, con la fuerza de que van a ser aplicadas excepcionalmente como no ocurriría, si fuera el caso, en otras situaciones menos dramáticas.
Pero sí ha despertado en la Comisión dentro de lo anterior un punto de inusitado interés:
- EL RIEGO DE DESVIACIÓN SIGNIFICATIVA DE LAS REGLAS FISCALES EUROPEAS, Y EN CONCRETO, EL INCREMENTO DESMESURADO DE NUESTRA DEUDA PÚBLICA
Aseguran nuestras fuentes, jocosamente, que la Comisión tiene preparadas para examinar nuestras cuentas, unas lupas binoculares, que suelen utilizarse en las intervenciones quirúrgicas, las cuales proporcionan un gran campo de visión y profundidad sobre el objeto en cuestión.
Pierre Moscovici, Comisario Europeo de Asuntos Económicos, en reciente Conferencia de Prensa, aludió al mencionado riesgo, en el caso de apartarse España de la ortodoxia, prudencia y ajustes requeridos, que exigen los acuerdos de responsabilidad fiscal entre nuestro País y Europa.
Dicho en Román Paladino, no sólo no reducimos Deuda, sino que nos expandimos, aparentando en sus palabras, el Comisario, signos de incredulidad respecto a nuestros inmediatos cumplimientos.