Bruselas no debería incrementar tensión financiera españa en elecciones

En estas mismas páginas, allá por septiembre de 2020, les comentaba durante el periodo de algarabías respecto a la espera de la llegada de esa especie de “CUERNO DE LA ABUNDANCIA” que suponían las diversas clases de Fondos y Empréstitos Europeos.

Suele ser normal que, en épocas trágicas como aquella, más 2021, los Estados “se líen la manta a la cabeza, y, si es el caso, se encomendasen a toda la corte celestial”.

Pero también comentábamos en la Columna, las propias limitaciones de España en capacidad técnica, tanto para el acceso a los mismos como a su manejo y aprovechamiento, sin obviar su supuesta estricta regulación, y actitudes de determinados Estados Miembros, convertidos en expertos cetreros habituales, siempre prestos al descuido del supuesto débil y practicar el arte de la Cetrería económica. Es una Ley no escrita, convertida en costumbre.

A España se le ha concedido un primer desembolso de 10.000 millones de euros en 2021, y un segundo por valor de 12.000 millones en 2022.

El primero, puesto a disposición en un tiempo récord y el segundo, igualmente en un plazo aceptable, dentro de las urgencias adoptadas en este tipo de situaciones.

Pero empiezan a correr rumores de que no se orientan eficazmente las ayudas concedidas, y, únicamente un reducido número de Ministerios cumpliría con los objetivos fijados inicialmente, dentro de una gran desigualdad de propósitos.

Otro foco candente sería que numerosos gastos suscitados en los Ministerios, deberían cargarse a los Presupuestos de los mismos. Sin embargo, se financian mediante Fondos Europeos, destinados a relanzar el País. ¿Cuestión de criterios?

Lo anterior, de forma concisa, se verá sometido al exigente CoFFE, que según la página WEB del Ministerio de Hacienda, se trata de una Plataforma de Fondos Europeos, que actúa como Gestora de los cumplimientos o no, de los hitos u objetivos definidos en su inicio por los Ministerios; Comunidades Autónomas, Ayuntamientos; Empresas Públicas, etc. en el ámbito que generen los mencionados sujetos y objetivos, mediante un sistema de doble controñ

Se trata de un sistema sumamente complejo, como ya indicamos en su momento.

Bruselas, ha mostrado desde inicios sus reservas en cuanto a su puesta en marcha y desarrollo; de hecho, ya nos quedó advertido en 2021 y 2022, respecto a las múltiples dudas que les rodeaban. Dudas extensivas a otros organismos europeos, como la OLAF; el TIBUNAL DE CUENTAS EUROPEO, así como el de ESPAÑA, los cuales han planteado dudas.

La visita de los Parlamentarios Europeos, miembros de la Comisión de Control Presupuestario los próximos días 20 y 21 de febrero, debería encuadrarse dentro de las inspecciones rutinarias que vienen obligados a realizar. La misma ya había sido prevista el pasado mes de diciembre 2022.

En tan corto plazo de tiempo para permanecer en España, los detalles ya vendrán pesados y medidos desde la capital belga, y supuestamente, son conocidos del gobierno español.

No esperen ninguna manifestación rimbombante de nuestros ilustres visitantes, si acaso, alguna de tipo optimista procedente del Gobierno.

Finalmente, digamos que sí existe alguna leve preocupación por ahora, respecto al retraso que viene sufriendo un tercer desembolso por valor de 6.000 millones de euros.

Ello, considerando la rapidez adoptada en tiempo récord con los dos primeros, con el presente, han transcurridos unos pocos días, sobrepasando el plazo que disponía la Comisión para otorgar el VºBº, la cual anda sumida también en sus propios laberintos.

Según nuestras fuentes, dicho VºBº, se encontraría sujeto a las conclusiones y respuestas que obtengan dichos Parlamentarios de su visita a Madrid y Barcelona.

Me cuentan que llegan con una cargada agenda, cuyo contenido, por lógica de tiempo no puede resolverse en 48 horas, salvo que se limiten a “hacer entrega con repuestas posteriores”, “o el Temario se encuentre muy avanzado de antemano”.

Resumiendo, todo dependerá del “ancho de manga” permisivo, que haya establecido la Comisión para el tratamiento de estos Fondos, y la ejecución de los mismos, por los Estados Miembros así como y su control.

Tenemos todavía un largo 2023, lleno de expectativas político-económicas, con todavía más incertidumbres, sentadas todos los días a nuestra mesa.