Acentuado encapotamiento fondos U.E.
Pesimismo económico - pandémico
Nos referíamos días atrás en Artículo Opinión: FONDOS BRUSELAS A LA DESESPERADA, que a la tradicional escasa o nula fiabilidad que despierta nuestro Gobierno en la U.E, se unían noticias respecto a la supuesta falta de capacidad de nuestro País en cuanto a adaptarse a las exigencias de contenido, elaboración y presentación que se exige en la concesión de estas ayudas y préstamos.
A las ya conocidas noticias de Medios españoles, además de nuestras solventes y habituales fuentes, se ha unido en esta ocasión, hace escasos días, una detallada descripción realizada por el afamado Medio financiero estadounidense “Bloomberg”, titulada: (LA POLÍTICA TÓXICA DE ESPAÑA Y EL DESCONTROL INFECCIOSO, PREOCUPAN A MERKEL), elaborada por tres de sus profesionales.
No vamos a repetir aquí su contenido, conocido y habitual para nuestros lectores, no apartándose un ápice de la realidad vivida diaria y desgraciadamente por los mismos.
Únicamente hacer énfasis en la alusión a la división partidista, sus enfrentamientos permanentes, además de que la cuarta economía del euro se encuentre en recesión camino del descarrilamiento.
En parecida línea se les une THE ECONOMIST, también prestigioso Medio británico, en reciente publicación titulada. LA POLÍTICA TÓXICA DE ESPAÑA HA AGRAVADO LA PANDEMIA Y LA ECONOMÍA, y al igual que anteriormente, no repetiremos contenidos conocidos.
No se acaban de entender en Europa la existencia de una coalición social-comunista, trasnochada en resultados, sostenida por partidos de tendencia separatista, con diez meses de vida política efímera, y una oposición cada vez más ausente del calor del electorado.
No es precisamente un halago que España se vea con frecuencia, siendo portada negativa en medios extranjeros, lo cual acredita bajo su óptica, la gravedad en la que nos encontramos inmersos y las aparentes multi equívocas soluciones aportadas por las Administraciones, y los ciudadanos, como de costumbre “dándoles vuelta a la nada”, expresión, de un ex ministro socialista, en su papel de ministro de jornada en la Expo’92 de Sevilla.
Pero, en fin, volvamos al epicentro (palabra de moda), en lo concerniente al titular del Artículo.
España, permítase el símil, se encuentra en estos momentos, y no digamos a medida que transcurra tiempo añadido, encapsulada en deudas como una crisálida de “larva tarada”, imposibilitada de abrirse camino por sí misma.
Cada día que transcurre, resulta más probable que la llegada de fondos a España se retrase.
Ello, debido a que las “esperanzas” esparcidas por los políticos en momentos trágicos, nada tienen que ver con la forma de “marcar un paso parsimonioso” que tienen las Instituciones a la hora de realizar desembolsos, según circunstancias.
Ni siquiera el “modesto anticipo” de un 10% sobre el monto total, (unos 14.000 millones), ni está, ni se le espera, acorde con la famosa frase.
¿Y por qué de esa parsimonia? Muy sencillo. La sombra griega de antaño forma parte de ese encapotamiento aludido, la cual hace a España, cuarta economía del euro, continuar sumergida entre dudas y recelos por parte de alguna que otra destacada economía del marco euro.
Por otro lado, además de la política, contribuyen a agudizar nuevos retrasos, según nuestras fuentes, las nuevas situaciones de endurecimiento pandémico que ennegrecen el panorama europeo, y que pudiera acelerar la posibilidad de aparición, bajo urgencias, de algún Fondo de Rescate: MECANISMO EUROPEO DE ESTABILIDAD, a través del temido MEDEM, una especie de LEVIATAN convertido en “Troika” de efectos “estigmáticos”, lo cual supondría la rendición financiera de Europa.
Como posibilidad hay que tener en cuenta su existencia, y no ignorarla.
También, no existe más remedio, que seguir preguntándonos si España encontrará la piedra filosofal para “manejar”, dicho en sentido amplio, y en escaso tiempo de utilización, el eventual y sin par volumen de fondos concedidos.
Tiene por delante una muy profunda transformación económica a encajar en un sistema funcionarial arcaico, para gestionar unos 140.000 millones entre ayudas y préstamos reembolsables.
Viene a ser algo parecido, y de nuevo, ruego al amable lector su benevolencia en el símil, como cuando ocurren avenidas de aguas, inesperadas, (en este caso, euros) y los colectores (el sistema) no son capaz de canalizarlas, por no estar previstas una absorción de este tipo.
Absorción incompleta, según EL ECONOMISTA, que ya se producía en el quinquenio 2014-2020, con los FONDOS DE COHESIÓN, de los cuales sólo hicimos uso de un 36% sobre los 40.000 millones de euros a los que teníamos derecho.
Observemos pues, cómo arriban las avanzadillas del “general invierno” y veamos el grado de situación de Europa.