¡A por un verano más sabroso!
Cuenta la sabiduría popular española que a buen tiempo en junio, verano asegurado. Es lo que todos los trabajadores, que aún quedamos en este país, estamos esperando. Millones de personas pensando en su tiempo para el ocio y descanso. Las vacaciones, buen humor, playas, diversión, cañas y disfrute del buen tiempo nos esperan. No es el único ‘lujo’ que nos depara el estío. A la vuelta de su esquina, en el supermercado o comercio tradicional, puede encontrar los exquisitos frutos del verano de nuestra tierra. Así, no dude en saborear nuestras cerezas, nísperos (únicos en toda España), chatos, albaricoques,… Son todo un manjar para nuestros sentidos y, por supuesto, para nuestra salud.
Las cerezas son conocidas como la superfruta. Las tenemos pocos meses al año por lo que hay que aprovechar. Por supuesto, compre siempre las de la Montaña de Alicante, están hechas con amor y en ellas, como en el resto de nuestros productos agroalimentarios, respetan las máximas normas de calidad alimentaria. Aportan beta-caroteno, vitamina C y, sobre todo, ácido fólico, además de minerales como potasio, magnesio, fósforo y hierro. Por ello, son idóneas para los achaques que suelen aparecer a partir de los 40 años. ¡Qué reine la calma, estos productos nos ayudarán a superar los cambios! Soy testigo de ello.
Como decía, las propiedades de las Cerezas de la Montaña son beneficiosas para la artritis y dolencias inflamatorias. Reducen el riesgo de los ataques recurrentes de gota y las personas con diabetes encuentran en ellas antocianinas antioxidantes. También son buenas aliadas del páncreas porque actúan como un motor muy potente que consume altos niveles de triglicéridos, colesterol, azúcar e insulina en sangre. Además, son buenas para controlar la presión arterial. ¿Podríamos pedirle algo más? ¡Si con ellas nos trasladamos directamente a Lourdes!
Los nísperos son un laxante natural gracias a la pectina, que mantiene la humedad del colón. Puede que a algún aprensivo le resulte un tema escatológico, pero permítame que le insista, ya que es fundamental. La citada sustancia protege la membrana mucosa de la última porción del aparato digestivo, ayudando a prevenir uno de los cánceres más comunes y mortales en todo el mundo. No sólo es bueno para esta zona, también es muy rico en vitamina A, B y C.
Más arriba de nuestro aparato digestivo, el estómago encuentra a su perfecto aliado en los melocotones y chatos. Contienen un elevado número de carontenos y, entre ellos, destacan especialmente la xantofila que es un potente antitumoral del citado órgano. Estos frutos también poseen antioxidantes y favorecen la absorción de grasas.
Los albaricoques fortalecen el sistema inmunológico y otro de los productos beneficiosos para nuestras defensas y cuya campaña es tan fugaz como la infancia, es la breva alicantina. Con su aparición, anuncian la llegada de las Hogueras y otras fiestas tradicionales de los pueblos de la provincia. Su consumo está especialmente recomendado para mujeres embarazadas, niños, adolescentes y deportistas, al ser ricos en hidratos de carbono.
Hay que ver con los beneficios que aporta la agricultura y estos frutos de árboles de hoja caduca, que parecen estar completamente secos durante el invierno, pero que siempre regresan de entre los muertos y rebrotan para alegrar nuestra vista, gusto y olfato en primavera. Es sorprendente la naturaleza y su fortaleza. De ella hemos aprendido los agricultores, que aún nos mantenemos al píe del cañón en nuestras fincas, aunque nos mortifiquen con las constantes subidas de los imputs (abonos, semillas, plantones, luz,…) y otros muchos más problemas. A nadie se le escapa que proporcionamos alimentos, pero también creamos medioambiente al plantar árboles. Embellecemos los paisajes, por ejemplo, durante la etapa de floración de los cerezos, que atraen turismo y aportan la estampa de nuestra provincia que merecemos y que tanto han estropeado los políticos. También evitamos el abandono de nuestros pueblos y creamos puestos de trabajo, incluso en zonas especialmente desfavorecidas por estar aisladas y alejadas de infraestructuras y servicios.
Tratando de pensar en el verano y disfrutar del momento, el calor estropea mi alegría. ¡¿Cuántos hectómetros se evaporarán del Segura?! No olvidemos que alberga 600 hm3 frente a los 7.300 del Tajo, por ejemplo. ¡No vamos tan sobrados! ¡¿Cuándo se darán cuenta de que necesitamos aportes externos?! El verano está para disfrutarlo, pero éste seguro que vuelve a evidenciar la realidad como que el aumento de las reservas del Tajo era una losa que reduciría los aportes que recibimos. Meses después, hemos visto como el Ministerio de Agricultura así lo reconoce en la primera hoja del Real Decreto de Sequía del Segura. En concreto, reza: “desde los 142,5 hm3 que se acordó trasvasar para regadío entre los meses de octubre y febrero del año 2014, a los 94,5 hm3 del año hidrológico actual”. Es decir en un año, contamos con un 50% menos de agua. Y aún hay alguno que se atreve a decir que no ha afectado. ¡Mundo de locos!
